La Muerte Trágica De Werther

La muerte trágica de Werther

Werther es una novela enfocada en mostrar la vida de un joven que cree haber encontrado la mujer que representa todos sus ideales de amor verdadero. El problema que tiene a lo largo de la historia es que es prohibido y genera un gran sufrimiento del protagonista que finalmente desencadena en el suicidio.

La muerte en esta historia está presente no como un evento al que hay que huir y temer sino como un acontecimiento que va a garantizar una salida de emergencia, a tanto sufrimiento que tiene el día a día para ofrecerles a los hombres. Se convierte en un anhelo para ocupar atención en las demás personas que nunca comprendieron la magnitud de los sentimientos de Werther.

El padecimiento de no ser comprendido es una de las razones más fuertes que llevan a buscar la muerte “Cada palabra que profería era una espada que atravesaba mi corazón. Sin comprender el bien que me hubiera hecho ocultándome todas esas cosas, continuo refiriendo lo que habían murmurado de mi, y quienes se gozaron en el triunfo, celebrándolo y haciendo saber que se ha castigado mi orgullo y mi desprecio hacia los demás, cosas que hace tiempo viene echándome en cara” La culpabilidad de la sociedad sobre el suicidio de Werther se ve muy relacionada a la necesidad de morir trágicamente con un tinte heroico. Lo cual podría generar la impresión de que morir no tendría sentido si no se deja una huella de dolor imborrable en los seres más cercanos, y sí se puede extender será aún mejor.

La muerte no se presenta como un acto para beneficiar al que muere sino, como una consideración constante de las impresiones de los otros. Esto se puede ver reflejado en las justificaciones que da Werther, que siempre son validadas hacia errores de otros, pero que finalmente son reflejos de sus mismas fallas. “¡Aquí estoy, Lotte! No me asusta beber en el frío y terrible cáliz del que he de tomar la bebida de la muerte! ¡Me lo has acercado y no vacilo! ¡Todos, todos! ¡Todos mis deseos y esperanzas de mi vida se han cumplido así! ¡Y gòlpeame!; tan rígido el férreo portal de la muerte!”

El joven romántico reconoce que el hombre debe ser incomprendido pero hay una constante contradicción en la consideración de la muerte pues, si bien es el escape también es la atadura que lo hace sufrir por las apreciaciones sociales que esta pueda tener, lo que evidencia un hombre confundido y que no se haya a sí mismo, por lo tanto mantiene una relación engañosa con las personas de su alrededor. “Si algunas veces me entrego con ella a los placeres que aún quedan a los hombres, como la charla alegre franca y cordial… esto produce en mí efectos muy buenos, con tal que no se me ocurra entonces la idea de que hay en mí otra porción de facultades que debo ocultar cuidadosamente… ¡Ah!, esto estrecha el corazón; pero el destino del hombre es morir incomprendido.”

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