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La Vida Española


Enviado por   •  3 de Febrero de 2013  •  465 Palabras (2 Páginas)  •  313 Visitas

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Los padres no tenían obligación, ni moral ni jurídica, de aceptar todos los hijos nacidos del matrimonio.

El abandono público de los recién nacidos para que fueran adoptados por otras familias era una práctica habitual y legal entre los romanos, fueran ricos o pobres.

En Roma, delante del templo de la Pietas, se alzaba la denominada Columna Lactaria, donde eran depositados los bebés abandonados que, si al final eran recogidos, era con intención de explotarlos como esclavos, mendigos o prostitutas, en el caso de que fueran niñas.

Los niños romanos eran muy similares a muchos de nuestro tiempo. En sus ratos de ocio realizaban pintadas en las paredes y dibujos (“graphiti”). Ejemplos de ello se constatan en el paedagogium del palacio de Augusto o en alguna calle de Pompeya. Jugaban por las calles a la caza, al escondite, reñían entre si y tenían juguetes parecidos a los de ahora. De echo en algunas tumbas se han encontrado muñecas articuladas con su pequeño ajuar, aros, pequeños carros, trompos, pelotas, etc. A modo de canicas usaban nueces o manzanas. Tenían figurillas de plomo, animales minúsculos, dados, que se llamaban de una manera general “tesserae”, y que el jugador lanzaba por medio de un cubilete llamado “fritillus”

En cuanto a lo que el DERECHO ROMANO establecía sobre la infancia, distinguía púberes e impúberes. Las mujeres entraban en la pubertad a los 12 años de edad, y los hombres desde los 14 (y en un principio se discutía si además era necesario un examen corporal que diera cuenta de su madurez física: "el habitus corporis"). El varón púber sui iuris pasa a ser plenamente capaz a efectos del derecho civil, pudiendo celebrar todo tipo de negocios jurídicos e incluso contraer matrimonio. Las mujeres púberes, en cambio, eran incapaces, (por desgracia era así) quedando sometidas a una tutela especial para mujeres, de carácter vitalicio, aunque con el tiempo fue adquiriendo un carácter meramente formal.

Entre aquellos que aún no alcanzaban la pubertad se distinguían los infantes e impúberes mayores que infantes. Al principio se consideran infantes aquellos niños que todavía no pueden hablar, y luego, en la época clásica, a aquellos que no pueden aún comprender lo que hacen, para finalmente, en la era post-clásica quedar el límite de edad fijado a los 7 años.

Entre aquellos que aún no alcanzaban la pubertad se distinguían los infantes e impúberes mayores que infantes. Al principio se consideran infantes aquellos niños que todavía no pueden hablar, y luego, en la época clásica, a aquellos que no pueden aún comprender lo que hacen, para finalmente, en la era post-clásica quedar el límite de edad fijado a los 7 años.

Los infantes son incapaces absolutamente, debiendo actuar por ellos su tutor. Los impuberes infantia maiores

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