Lectura Activa

LA LECTURA ACTIVA.

Probablemente alguna vez en tu vida has pasado una tranquila tarde de verano, plácidamente recostado con un buen libro de cuentos o alguna historieta en una mano y un vaso de alguna refrescante bebida en la otra. Leíste por entretenimiento, al más clásico estilo de Lectura Pasiva.

Ahora bien, si el objetivo de tu lectura es adquirir conocimiento, recurrir a la lectura pasiva será una gran pérdida de tiempo. Será necesario que ejercites tus habilidades de un estilo de lectura más dinámico, la Lectura Activa, gracias a la cual podrás recordar mucha más información que, bien asimilada, convertirás rápidamente en conocimiento. La estrategia de Lectura Activa tiene muchos beneficios:

El primero y más importante, hace que necesariamente te involucres con el material que lees, pues implica tres procesos mentales: revisión, lectura y repaso.

Cuando lees para obtener datos y retener información, tus habilidades de lectura activa actúan como catalizador para aplicar de modo sistemático tus habilidades de pensamiento crítico.

Un pensamiento crítico formula constantes preguntas acerca de lo que se está leyendo. Esto lleva al análisis de objetivos, propósitos y supuestos contenidos en el texto. ¿Cual es la intención y punto de vista del autor?

Aprenderás a retener mayor cantidad de información en menos tiempo, dominarás el arte de la lectura académica.

Estas habilidades permanecerán contigo por el resto de tu vida, haciéndote más fácil y efectivo el aprendizaje de cualquier tema que te propongas estudiar.

Una vez que te acostumbras a la Lectura Activa, será natural para tí aplicarla incluso en lecturas de entretenimiento haciendo de ésta una experiencia más enriquecedora.

En esencia, el proceso que se aplica para una Lectura Activa equivale a la realización de una entrevista. La diferencia estriba naturalmente en que estás conduciendo una entrevista a tí mismo, en tanto estas interactuando con el material escrito. A medida que leemos, registramos en nuestro cerebro palabras clave ( que nos responden a las preguntas autoformuladas: "qué", "cómo", "cuándo", "donde", "cuánto", etc ), así como marcadores de transición ( palabras y frases tales como "sin embargo", "de igual modo", "adicionalmente", etc ), mismos que nos sugieren el contenido y el sentido del tema.

Pasos para aplicar la Lectura Activa:

1. Subrayado y resaltado. El objetivo del subrayado es destacar las ideas esenciales de un texto. Posteriormente, al leer únicamente lo subrayado se puede recordar el contenido de dicho texto. Es de todos conocido que existen teorías psicológicas de la percepción humana que fundamentan esta técnica, ya que está demostrado que la memoria se fija y recuerda más y mejor aquellas cosas que se resaltan.

Su fundamento consiste en resaltar aquéllas series de palabras que tienen sentido y contenido semántico propio (significado propio) y que con una lectura posterior de lo subrayado esto tenga sentido y se entienda el texto y se vean reflejados sus datos más relevantes. Por ello no es necesario subrayar artículos, conjunciones (solo en caso de engarces) y si es conveniente subrayar sustantivos, verbos, adjetivos, fechas, nombres propios, etc.

Es evidente que es una técnica algo difícil de llegar a dominar y requiere mucha práctica. Para subrayar no se recomiendan más de dos colores y también se puede sustituir la raya " _ ", por recuadros " [ ] ", por corchetes " { } " o por resaltado de textos " texto importante " para señalar párrafos enteros o frases que consideremos de capital importancia (no utilices más de dos colores). Subraya y resalta si es necesario en tus libros (están para tu aprendizaje y no para adornar un librero) y en tus apuntes o fotocopias. Has esto solamente con tu material.

Ejemplo

A continuación te presentamos un ejemplo de subrayado de un tema a estudiar:

“Los componentes de la sangre:

La

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