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Lingüística Como Ciencia

JhonyMaya28 de Agosto de 2014

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Lingüística como Ciencia ¡

Ferdinand de Saussure, lingüista suizo del siglo XIX, que inspiró un enfoque científico de la lingüística.

La lingüística moderna tiene su comienzo en el siglo XIX con las actividades de los conocidos como neogramáticos que, gracias al descubrimiento del sánscrito, pudieron comparar las lenguas y reconstruir una supuesta lengua original, el idioma proto-indoeuropeo. Esto animó a los lingüistas tratar a crear una ciencia positiva en la que incluso se llegó a hablar de leyes fonéticas para el cambio lingüístico.

No será, sin embargo, hasta la publicación del Curso de lingüística general (1916), compuesto por apuntes que alumnos tomaron en el curso dictado por el suizo Ferdinand de Saussure, cuando se convierte la lingüística en una ciencia integrada a una disciplina más amplia, la semiología, que a su vez forma parte de la psicología social, y defina su objeto de estudio. La distinción entre lengua (el sistema) y habla (el uso) y la definición de signo lingüístico (significado y significante) han sido fundamentales para el desarrollo posterior de la nueva ciencia. Sin embargo, su perspectiva —conocida como estructuralista y que podemos calificar, por oposición a corrientes posteriores, como de corte empirista— será puesta en cuestión en el momento en que ya había dado la mayor parte de sus frutos y, por lo tanto, sus limitaciones quedaban más de relieve.

Enfoques más recientes

En el siglo XX el lingüista estadounidense Noam Chomsky creó la corriente conocida como generativismo. Con la idea de solventar las limitaciones explicativas de la perspectiva estructuralista, se produjo un desplazamiento del centro de atención que pasó de ser la lengua como sistema (la langue saussuriana) a la lengua como proceso de la mente del hablante, la capacidad innata (genética) para adquirir y usar una lengua, la competencia. Toda propuesta de modelo lingüístico debe, pues —según la escuela generativista—, adecuarse al problema global del estudio de la mente humana, lo que lleva a buscar siempre el realismo mental de lo que se propone; por eso al generativismo se le ha descrito como una escuela mentalista o racionalista. En esta perspectiva la lingüística es considerada como una parte de la psicología o más exactamente la ciencia cognitiva.

Tanto la escuela chomskiana como la saussureana se plantean como objetivo la descripción y explicación de la lengua como un sistema autónomo, aislado. Chocan así —ambas por igual— con una escuela que toma fuerza a finales del siglo XX y que es conocida como funcionalista. Por oposición a ella, las escuelas tradicionales chomskiana y saussuriana reciben conjuntamente el nombre de formalistas. Los autores funcionalistas —algunos de los cuales proceden de la antropología o la sociología— consideran que el lenguaje no puede ser estudiado de forma autónoma descartando el "uso" del lenguaje. La figura más relevante dentro de esta corriente tal vez sea el lingüista holandés Simon Dik, autor del libro Functional Grammar. Esta posición funcionalista acerca la lingüística al ámbito de lo social, dando importancia a la pragmática, al cambio y a la variación lingüística.

La escuela generativista y la funcionalista han configurado el panorama de la lingüística actual: de ellas y de sus mezclas arrancan prácticamente todas las corrientes de la lingüística contemporánea. Tanto el generativismo como el funcionalismo persiguen explicar la naturaleza del lenguaje, no sólo la descripción de las estructuras lingüísticas.

Niveles de estudio

Nos podemos aproximar al estudio de la lengua en sus diferentes niveles, por un lado, como sistema, atendiendo a las reglas que la configuran como código lingüístico, es decir, lo que tradicionalmente se conoce como gramática y, por otro lado, como instrumento para la interacción comunicativa, desde disciplinas como la pragmática y la lingüística textual.

Desde el punto de vista de la lengua como sistema, los niveles de indagación y formalización lingüísticas que convencionalmente se distinguen son:

• Nivel fonético-fonológico que comprende:

o Fonología: estudio de los fonemas de una lengua.

o Fonética: estudio de la realización alofónica individual de dichos fonemas. Los fonos son sonidos del habla, realizaciones diferenciadas de un mismo fonema.

o Aunque no son campos estrictamente lingüísticos, ya que intervienen factores culturales e históricos también se suele considerar dentro de este nivel el estudio la Grafémica, la Ortología y la Ortografía.

• Nivel morfosintáctico que comprende:

• Morfología: estudio de la mínima unidad con significado (el morfema), la palabra y los mecanismos de formación y creación de palabras.

• Sintaxis: estudio de la combinatoria sintagmática, en dos niveles: el suboracional, que corresponde al propio de los llamados sintagmas, y el oracional que estudia las relaciones específicas sintagmáticas de los signos lingüísticos que conforman, a su vez, el signo lingüístico gramatical superior del sistema de la lengua.

• Nivel léxico, que comprende:

o Lexicología: estudio de las palabras de una lengua, su organización y sus significados.

o Lexicografía: se ocupa de los principios teóricos en que se basa la composición de diccionarios.

• Nivel semántico, que, aún no siendo propiamente un nivel, puesto que afecta a todos, excepto al fonético-fonológico, (en realidad el fonológico si tiene contenido semántico, ver pares mínimos) comprende:

o Semántica: estudio del significado de los signos lingüísticos.

Desde el punto de vista del habla, como acción, se destaca:

• Texto: unidad superior de comunicación.

• Pragmática: estudia la enunciación y el enunciado, la deixis, las modalidades, los actos de habla, la presuposición, la estructura informativa del enunciado, el análisis del discurso, el diálogo y la lingüística textual.

Dependiendo del enfoque, el método y los componentes de análisis varían, siendo distintos, por poner un ejemplo, para la escuela generativista y para la escuela funcionalista; por tanto no todos estos componentes son estudiados por ambas corrientes, sino que una se centra en algunos de ellos, y la otra en otros. Del estudio teórico del lenguaje se encarga la Lingüística general o teoría de la lingüística, que se ocupa de métodos de investigación y de cuestiones comunes a las diversas lenguas.

El lenguaje científico. Conceptualización (Roméu: 33)

La educación para la ciencia no puede verse al margen del instrumento mediante el cual el hombre puede dar cuenta de los resultados de su actividad científica, es decir, el lenguaje, el que se define como medio esencial de cognición y comunicación que permite al individuo fijar conocimiento acerca de la realidad y transmitirlo a otras personas, con lo cual garantiza su socialización.

El uso que se hace del lenguaje en diferentes contextos y con distintas intenciones, exige la utilización de diferentes códigos y estructuras retóricas y contribuye a que cumpla distintas funciones y se manifieste en diferentes estilos comunicativos, todo lo cual explica la diversidad de textos que el hombre produce y emplea en la comunicación. Se asume aquí el concepto de texto elaborado por los teóricos de la lingüística textual, que lo definen como unidad básica de comunicación, como enunciado coherente que se realiza en el discurso.

•Características del texto científico:

De acuerdo con su código, los textos científicos son esencialmente escritos, aunque en su elaboración pueden utilizarse otros códigos como el oral, el icónico y el simbólico; según su forma retórica o elocutiva predomina en ellos la exposición y la argumentación; su función es la informativa o referencial y, desde el punto de vista estilístico, se hace en ellos un uso muy peculiar de los medios lingüísticos, lo que revela las características que los hacen diferentes a otros textos: su carácter monosémico, que contribuye a la exactitud, pues emplea una terminología propia y de los términos designan una sola cosa; su impersonalidad, que se revela en que no descubre la subjetividad o personalidad del autor; y su objetividad, al reflejar el conocimiento de la realidad, su esencia y las leyes que la rigen.

El aprendizaje de los términos científicos tiene lugar en el proceso de adquisición del conocimiento sobre la ciencia en las distintas asignaturas, y nunca al margen de él. Ello revela la naturaleza interdisciplinaria de la educación para la ciencia, así como de sus propios textos en los que se integran saberes de múltiples áreas del conocimiento humano en general.

Las peculiaridades generales del lenguaje de la ciencia como contribución de ésta a la lingüística, pueden resumirse en el esquema siguiente:

En resumen a través del artículo se demostró el impacto de la ciencia en la lingüística al corroborarse cómo la lingüística progresista halló su base filosófica del materialismo dialéctico e histórico, madre de todas las ciencias.Se constató que la ciencia del lenguaje no es un fenómeno estático, sino un proceso creador y mutable.

Se evidenció que el desarrollo de esta ciencia, como el de cualquier otra, está estrechamente relacionado con el desarrollo de su base filosófica, con las nuevas tareas teóricas y prácticas planteadas por la sociedad; así como por sus principios científicos generales, por los métodos de investigación que emplea dentro de la ciencia misma y su relación

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