Los 12 mexicanos más pobres

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UNIVERSIDAD  PRIVADA  DEL  SUR  DE  MÉXICO

LICENCIATURA  EN    ADMINISTRACIÓN  DE   EMPRESAS

• DOCENTE:

LIC. EDUARDO CUEVAS GARCÍA

• MATERIA:

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

• TRABAJO:

 “LOS DOCE MEXICANOS MÁS POBRES”

• ALUMNA:

MARIELI SÁNCHEZ GÓMEZ

1er CUATRIMESTRE

TUXTLA   GUTIÉRREZ, CHIAPAS   A    09   DE DICIEMBRE   DEL  2018

ÍNDICE

Contenido

INTRODUCCIÓN        2

GOLPE A GOLPE        3

Tabasco: Juan Manuel Días Salazar        3

AGUA HERVIDA        5

Oaxaca: Lourdes Angelina Méndez Ramírez        5

LA BASTONERA DE TIERRA CALIENTE        7

Michoacán: Marisol Rivera Huitrón        7

LAS HAMACAS DE TAHDZIÚ        9

Yucatán: Claudia Catzín Ake        9

SUEÑO AMERICANO        11

Los Ángeles California: Ramiro Rivas Cova        11

GRACIAS CALIFORNIA        13

Puebla: Esperanza Bolaños Méndez        13

NI MODO, ASÍ NACIÓ        15

Veracruz: Rosendo Mayahua Flores        15

ESPIRAL SIN FIN        17

Ciudad de México: Agustina Joaquín Toribio        17

EL SEÑOR DE LOS 29 HIJOS        19

Chiapas: Antonio López Velasco        19

LA TIERRA PROMETIDA        21

Campeche: Isidra Pérez Martínez        21

EL SOLDADO QUE NO PUDO VOLAR        23

Hidalgo: Crisanto Hernández De La Cruz        23

LA DEUDA DE LOS 9,000 DÓLARES        25

Guerrero: Juan Pablo Anacleto        25

GLOSARIO        27

CONCLUSIÓN        30

INTRODUCCIÓN

El libro trata de un compilado de doce historias, opuestas a Forbes; de mexicanos que viven en el lado más fuerte de la desigualdad y la pobreza en el país. Personas que luchan por salir del circulo de la pobreza, sus sueños y dificultades diarias, lo que comen en el día a día, muchos viven sin luz, sin agua, sin electricidad y muchos ni siquiera tienen acta de nacimiento.

“Ser pobre implica mucho más que la falta de ingresos; implica no tener ningún control ni poder tomar ninguna decisión sobre tu propia vida. Y ese desempoderamiento se hereda a través de generaciones”. Este libro ha servido para abrir un debate sobre la desigualdad en México. Donde el 1% más rico de la población concentra el 43% de los recursos. Muestra quiénes son los más pobres del país, los olvidados de los olvidados. Ésta es la otra cara de la lista de millonarios, apuesta por generar un contraste entre la miseria y la riqueza, enfrentándonos a la enorme desigualdad en que estamos insertos como país.

¿Se imaginan tomar agua hervida para curar el dolor de estómago, o dormir como única opción para espantar el hambre acumulado, trabajar doce o más horas al día para conseguir menos de un dólar por jornada? Por si fuera poco, aguantar el dolor de fiebres y enfermedades tratables porque no hay ningún servicio médico, sólo resta esperar, tirarte al suelo o en las cobijas mugrientas que llamas cama y esperar a que el dolor se quite. Imagina no estudiar o caminar de dos a cinco horas para llegar a un plantel educativo lleno de carencias. Imagina no tener expectativas, no tener la certeza de un futuro. Salir, emigrar porque no hay de otra y darse de bruces contra el sueño americano que se transmutó en una pesadilla. Los días pasan y no hay diferencia porque el hambre nunca cesa, la pobreza no termina y te devora poco a poco. ¿Lo imaginaste? Lejos de los vuelos imaginativos y los recursos literarios, la lectura nos presenta una realidad lacerante, continua y dolorosa a la que no podemos permanecer indiferentes.

Éstas doce personas representan las condiciones y la situación en la que viven muchas personas. En México hay 11,5 millones en situaciones de pobreza extrema; así, cada uno de los protagonistas representa más o menos un millón de mexicanos. Las cifras por sí mismas son aplastantes: 55 millones de pobres –según las mediciones oficiales mexicanas-, y más de 11 millones en la miseria.

De los multimillonarios de México se conocen hasta los detalles más íntimos de sus vidas, pero de la vida de los pobres mexicanos, que son más de la mitad de la población del país, se sabe muy poco. ¿Si conocemos las costumbres y la vida de los mexicanos más ricos, por qué no asomarnos a ver cómo vive la gente más pobre?

Estas historias, reflejan a un México descuidado, desinteresado, un México que no voltea a ver quiénes tiene que caminar para ir a la escuela, quienes viven sin agua y luz. A quienes los programas sociales como “La Cruzada Contra El Hambre” Y “Prospera” le pasan a un lado. Tantos mexicanos que viven en comunidades que no generan fuentes de empleo, donde la tierra ya no es fértil, en los municipios más pobres, de los estados más pobres.

GOLPE A GOLPE

Tabasco: Juan Manuel Días Salazar

Juan Manuel Díaz Salazar, de 34 años y 1.60 metros de estatura era el sexto de siete hermanos (4 hombres y 3 mujeres). Vive en Huimanguillo, (el municipio más pobre de Tabasco) con su pareja, Janette, y sus dos hijos, los cuales son: Daniel, un bebé de seis meses, y el mayor, Jesús Manuel, a quien llamó así en honor a su hermano.

A Janette le gustaba ir a la iglesia y contarle a su madre cómo creía que Dios les ayudaba a comer lo poco que comían y cómo los protegía a pesar de las dificultades. Un día la madre agarró la biblia y la hizo pedazos frente a ella. Era muy habitual que zarandeara a su única hija, la golpeara, la arrastrara y la empujara contra el refrigerador. Janette, una mujer esquelética de rasgos muy marcados, luce todavía cicatrices en las orejas y dice que debajo de su melena de pelo fino tiene una marca que le cruza el cráneo desde el frontal hasta la parte posterior. Más allá de las marcas que pueblan su menudo cuerpo, le duelen las otras que no se cierran nunca. Un día le preguntó a su madre porqué la maltrataba, la única respuesta que recibía era que se parecía a una tía suya con la que su madre se llevaba mal. Janette nunca conoció a su padre. Vivía con su padrastro, pero él nunca se interpuso entre los golpes, fueron los vecinos quienes se cansaron de ver como la golpeaban. Hasta que un día demandaron a la madre y terminó en la cárcel.

Durante el tiempo que la madre estuvo en la cárcel, Janette fue internada en las instalaciones del DIF, pero cuando su madre salió, las autoridades le aseguraron que su madre había cambiado. Su mamá la inculpó por lo que le había pasado, ella le respondió: yo no hice nada, fue la gente que se cansó de que me pegaras. Después de dos meses de calma, “volvió a perder los nervios”, y continuó maltratándola. Era diciembre, tenía solo 12 años cuando Janette se escapó de su casa, se dirigió a la cantina y le dijo a la cantinera: “Dile a mi mamá que la quiero mucho, pero por lo que me está haciendo me voy de la casa. Si me quiere buscar no me va encontrar”.

Janette fue en busca de un conocido de la familia que de vez en cuando pasaba por la casa para comer un taco y le dijo que se tenía que juntar con él porque no tenía a donde ir. Él era primo de Juan Manuel, y la llevó a un pequeño rancho. Ella dejó de ser una niña al lado de ese hombre, con el que mantuvo una relación de siete años. Tuvieron una niña, “güera, muy bonita”. Después de deambular por Oaxaca, llegaron al terreno de los Díaz Salazar en Estación Chontalpa.

Ahí se conocieron Juan Manuel y Janette. El primo de Juan Manuel a veces llegaba tarde o no llegaba, a veces llevaba algo de comer y a veces no y muchas veces llegaba ebrio. Juan Manuel vio una de esas noches cómo su primo golpeaba a Janette y la azotaba en el suelo, sin sentimiento. Su primo le había dado la venia para cuidar a su mujer, incluso de vez en cuando le ofrecía dinero para que diera un paseo con ella por el pueblo. Después de un tiempo, la pareja de Janette se fue del pueblo y se llevó a la niña. Al poco tiempo Juan Manuel y Janette se fueron a vivir juntos.

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