Operaciones del pensamientox
waribookInforme12 de Octubre de 2014
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I t.' operaciones del pensamientox
Louis E. Raths, Arthur lonas, Arnold M. Rothstein y Selmn lNassermawt
Cabe suponer que la mayoría de las personas estarán de acuerdo en que los procesos
del pensamiento constituyen un ¡mportante objetivo de la educación y que las escuelas
no tendrían que escatimar esfuerzos para proporcionar al educando amplias oportunidades para pensar. Pero ¿cómo se hacel ¿Qué procedimientos emplean los buenos maes-
trosl ¿Qué
clases de tareas
y actividades escolares destacan Ia significación de este
fenómenoi Muchas de las sugerencias consignadas a cont¡nuación no son nuevas para
los maestros;pero su enfoque puede ser ¡nstruct¡vo. Los subtítulos de esta parte sirven
de guía para que el maestro vaya orientando su propia enseñanza en el aula. Al terminar
la mañana y el día de clase, el maestro podría consultar esta lista y preguntarse si prac-
ticó -y en qué medida- algunas de sus sugerencias. No se pretende que ésta sea completa, ni que se incluyan algunas de las act¡vidades propuestas en todas y en cada una de
las jornadas escolares. Esta lista sugiere;
no obliga a incluir nada. Contiene, empero, mu-
chas ideas ampliamente ut¡lizadas para darle su importancia a todo lo que significa pen-
samtento.
Comparar
Cuando le pedimos a un alumno que haga comparaciones lo colocamos en situación de
tener que emplear el pensamiento. Cuenta entonces con la oportunidad de observar
diferencias y similitudes por la vía de los hechos o la contemplación. Examina dos o más
objetos, ideas o procesos
procurando observar cuáles son sus interre
lac
iones. Busca
puntos de coincidencia o de no coincidencia. Observa qué hay en uno y qué falta en
otro. Lo que los niños ven y nos dicen que han visto depende con frecuencia de los
propósitos que orientaban la labor que les asignaron. Al variar los propósitos, es probable que también varíen sustancialmente las comparac¡ones que haga el escolar.
o
y obletivo:
desde comparar entre sí dos números enteros, hasta la música moderna con el arte
La tarea asignada,
sea comPoror, puede variar muchísimo en diflcultad
moderno; desde comparar dos monedas hasta dos escuelas filosóficas.
Se puede pedir a
un alumno de la escuela secundaria que compare el Hemingway de las primeras novelas
* En Cól¡o etseñnr n peis:.r. Ttorfu y nplicnción, Leonardo Wadel y León Mirlas (trads.),
Buenos Aires, Paidós (Paidós studio, 56), 1999, pp. 27-46 ltítulo origrnal: TtachitLg tnd
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con el de las últimas, o que lo compare con Joyce. O bien solic¡tar a estudiantes de matemát¡ca que comparen dos teoremas;a los de ciencias exactas, dos experimentos científicos; a los de lenguas extranjeras, dos traducciones o dos estilos literarios. Cada asignatura
es pródiga en posibil¡dades de comparaciones, posibilidades que son tan ¡mportantes a
nivel del jardín de infantes o de primer grado como en la escuela secundaria.
dio la misma tarea a un grupo de alumnos, es interesante jcomporor los comporoc¡ones!, pues aprenden los unos de
los otros.Viendo cómo los demás reparan en
semeianzas o diferencias que ellos pasaron por alto, su sensibilidad suele agudizarse.
Si se le
Este proceso de comparar implica abstraer y retener mentalmente la abstracción,
mientras se concentra la atención en los objetos comparados. Practicado superficialmente
,l sólo por el hecho de hocerlo, suele ser casi tan aburrido como las lecciones habituales,
pero si en este análisis media una finalidad, real y genuina, si existe una motivación
verdadera en la búsqueda de lo semejante y lo deseme,ante, esta tarea resulta de interés
y excitante para el maestro y para los alumnos. Cabe destacar que la comparación de
los objetos, incluso los más triviales, encierra más motivaciones y enseñanzas básicas
que esas tareas que sólo enfatizan la memorización. El lector puede anotar en su lista la
siguiente pregunta: en estos últimos tiempos, ¿les pedí a mis alumnos que realizaran
comparac¡ones significativasl
Resumir
Si se solicitara al
lector que resum¡era lo anterio¡ sin duda convendría en que poro
eso se
necesito pensor. Resumir es establecer, de modo breve o condensado, la sustancia de lo
presentado, y replantear la esencia del asunto, de la idea o ideas centrales. Concis¡ón sin
omisión de ountos imoortantes.
Se empieza
por reflexionar retrospectivamente sobre las experiencias pasadas, lo
cual se puede hacer de múltiples maneras. Por ejemplo, enhebrando los recuerdos en
una secuenc¡a temporal: lo que vino primero, segundo, tercero, etcétera.
las ideas pr¡ncipales
O bien enumerar
y luego resumirlas por separado. O también resumir un debate
indicando qué personas sostenían determinados puntos de vista. No hay una sola manera
de resumir y cada alumno hace la misma tarea de manera distinta.
Cuando a los niños se les interroga acerca de un viaje realizado, cuando se les pregunta sobre un programa de televisión, cuando se les indica que hablen de un cuento o
de un libro, cuando se les solicita que expliquen cómo reaccionaron al escuchar un
concierto, todos cuentan entonces con buenas oportunidades para resumir.
Algunos educandos parecer tener grandes dificultades en esta tarea y necesitan ayuda, la que a veces se les puede brindar enseñándoles a bosquejar lo que iban a hacer o
decir. Subráyese que primero hay que exponer las ideas básicas, los conceptos impor-
tantes,y luego hablar de cada uno de ellos. La última fase podría resumir las ideas básicas
Drincipales.
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Frecuentemente es posible combinar las operaciones de resumir y comparar. Por
ejemplo, pidiendo a la clase que resuma cuanto se ha dicho sobre las semejanzas y
diferencias. Esta manera de ejercitar la sensibilidad ante lo que va junto, o es pert¡nente
o no pert¡nente, o de mayor o menor significación, contribuye al desarrollo de un sensato criterio d¡scrim¡nativo. Proceso lento, pero que implica la necesidad de que los
maestros se empeñen constantemente en agregar algo que permita el cabal crecimiento
y desarrollo del niño en esta espera.
Se han analizado hasta aquí dos clases distintas de trabajos. Suponiendo
que ambas
sean ¡mportantes en la lista de actividades para enseñar a pensar, ¿suele usted utilizarlas regularmentei
Observar
Observor
y
observoc¡ón encierran la idea de vigila¡ repara¡ notar, perc¡b¡r. Usualmente
prestamos estricta atención y vigilamos atentamente movidos por un propósito defini-
do;algo nos concierne y tenemos buenas razones para observar con cuidado. En ciertas
ocasiones nos concentramos en los detalles; en otTas, en lo sustancial o en los proce-
dimientos;y a veces, en los dos. A veces queremos una gran exact¡tud en la observación
y en otras nos basta que sea tan sólo aproximada.
Hay observación cuando pedimos al niño que compare diversos objetos o cuando
analizamos un suceso o hecho. Observamos un experimento, una expos¡c¡ón de arte, a
un escultor en su trabajo, a nuestra madre coc¡nando un pollo o a otro estudiante cuan-
do resuelve un problema. O podemos ir a la ventana, asomarnos a ella y contar lo que
vemos u observar animales que juegan, un acuario o un herbario;o bien exhibic¡ones y
demostraciones, o la técnica de un nadadoi de un remero, de un pinto¡ de un tejedor.
Hay innumerables oportunidades para observar el mundo en derredor nuestro.
¿Enseñamos a nuestros jóvenes a hacer uso correcto de sus ojos y oídosl... ¿Saben
emplear todos sus sent¡dos mientras pasan sus años en la escuelal...
¿Es
importante que
cuenten con oportunidades para verificar la exactitud e integridad de lo que ven, sienten,
oyen, huelen y gustanl... ¿No estaremos tal vez sobreestimando la enseñanza de los
textos?... Observar es descubrir cosas, es parte de un proceso de reaccionar s¡gnificativa-
mente ante el mundo. Al compartir nuestras observaciones con el prójimo, advert¡mos
los puntos ciegos en nosotros y en ellos. Aprendemos a ver y a reparar en lo que antes
no percibíamos. Desarrollamos un criterio discriminativo y es muy importante que con-
temos con oportunidades para evolucionar en este aspecto, pues todo ello conduce a la
maduración.
Asegurémonos,
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