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Pema Etapa 2 contaminación


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2014  •  552 Palabras (3 Páginas)  •  340 Visitas

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El machismo en México

País sentado en la banca. En las gradas. Contemplando lo que le sucede a sus mujeres día tras día, año tras año, década tras década. En las casas y en las calles. En las oficinas y en las fábricas. En Ciudad Juárez y en el Estado de México. En cada libro que escribe Lydia Cacho sobre el tema. Miles de mujeres subestimadas, acosadas, hostigadas, golpeadas, violadas, asesinadas. Decenas de depredadores y decenas de ciudadanas que los padecen. Mientras México mira. Mientras las cortes y los ministros y los jueces contemplan. Mientras el país entero come cacahuates y trata a sus mujeres como tales.

Porque es tan común. Porque es tan normal. Porque es tan “poco grave”. Pensar que las mujeres son algo –no alguien– que puede ser usado y humillado. Algo que puede ser acariciado a tientas en el Metro y golpeado en la casa. Algo que puede ser acosado en las oficinas de un jefe y no recibir sanción por ello. Algo que se lo buscó por usar la falda tan arriba y el escote tan abajo. Un objeto sin derechos esenciales que la ley no necesita proteger. Como en tiempos cavernícolas y tiempos prehispánicos y tiempos autoritarios y tiempos democráticos. Todos los tiempos son buenos para maltratar a una mujer en México. Todos los tiempos son buenos para evadir un castigo por hacerlo.

País sentado en la banca. En las gradas. Contemplando lo que le sucede a sus mujeres día tras día, año tras año, década tras década. En las casas y en las calles. En las oficinas y en las fábricas. En Ciudad Juárez y en el Estado de México. En cada libro que escribe Lydia Cacho sobre el tema. Miles de mujeres subestimadas, acosadas, hostigadas, golpeadas, violadas, asesinadas. Decenas de depredadores y decenas de ciudadanas que los padecen. Mientras México mira. Mientras las cortes y los ministros y los jueces contemplan. Mientras el país entero come cacahuates y trata a sus mujeres como tales.

Porque es tan común. Porque es tan normal. Porque es tan “poco grave”. Pensar que las mujeres son algo –no alguien– que puede ser usado y humillado. Algo que puede ser acariciado a tientas en el Metro y golpeado en la casa. Algo que puede ser acosado en las oficinas de un jefe y no recibir sanción por ello. Algo que se lo buscó por usar la falda tan arriba y el escote tan abajo. Un objeto sin derechos esenciales que la ley no necesita proteger. Como en tiempos cavernícolas y tiempos prehispánicos y tiempos autoritarios y tiempos democráticos. Todos los tiempos son buenos para maltratar a una mujer en México. Todos los tiempos son buenos para evadir un castigo por hacerlo.

País sentado en la banca. En las gradas. Contemplando lo que le sucede a sus mujeres día tras día, año tras año, década tras década. En las casas y en las calles. En las oficinas y en las fábricas. En Ciudad Juárez y en el Estado de México. En cada libro que escribe Lydia Cacho

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