RECHAZO ESCOLAR

Rechazo escolar

Análisis funcional y posibles estrategias de prevención

El rechazo escolar consiste en la resistencia o negativa del niño a asistir al colegio, generalmente acompañadas por excusas del malestar físico, manifestaciones de miedo, ansiedad ante la situación escolar y reacciones de pánico. Los textos especializados incluyen esta problemática como frecuente motivo de consulta en clínicas y centros de atención de problemas de conducta infantiles.

La asistencia irregular al colegio puede producir, a relativo corto plazo, problemas específicos, tales como el retraso en el rendimiento, desajustes y deterioro de las relaciones interpersonales con otros niños, aislamiento y, sobre todo, un aumento de actividades negativas hacia a la escuela y el aprendizaje. Todo ellos podría producir interferencias apreciables en cualquier intento educativo posterior durante la etapa escolar básica obligatoria.

La definición de rechazo escolar plantea diversos problemas, esto es, en virtud de la variedad de sus componentes y de las distintas fuentes de procedencia de la información sobre las conductas del niño. El sentimiento de temor, ansiedad y aprensión del niño, va acompañado de respuestas corporales conmitantes , tales como aumento de las palpitaciones, tensión muscular, malestar estomacal, nauseas, vómitos, etc.

Tanto las sensaciones de temor como las respuestas automáticas del organismo se traducen en respuestas de evitación observables, las cuales generalmente consisten en la negativa abierta del niño a ir al colegio, o en su resistencia física cuando es obligado a ir a la fuerza. Un niño que manifiesta este abiertamente rechazo escolar, debería, en teoría, informar que siente un miedo intenso ante la idea de ir a la escuela, sus padres debería haber observado su resistencia a asistir al colegio, y el maestro debería percatarse del malestar del niño durante sus actividades escolares. Por supuesto estas manifestaciones estarían acompañadas de un alto porcentaje de inasistencia a clase, sin embargo esta combinación de variables no siempre ha constituido el criterio para identificar el rechazo escolar.

Todos los estudios realizados sobre la prevalencia del rechazo escolar han utilizado solamente un criterio definitorio. De hecho el rechazo escolar puede definiré en formas muy variadas, según sea la intensidad de sus componentes y el tipo de informante en que se base el diagnostico.

Los índices de prevalencia se calcularon para el grupo total y para subgrupos según sexo, edad, nivel de instrucción y tipo y nivel socioeconómico de la escuela. Estos oscilaron entre el 15%(estimación de padres e inasistencias) y el 0.4% en el caso de niños con porcentajes altos de inasistencias unidos a las estimaciones de rechazo hechas por todas las fuentes de información. Además, se calcularon separadamente los índices de prevalencia del temor a asistir a la escuela, según cada uno de los informantes por separado, estuvieran o no asociados a inasistencia.

De acuerdo con el “Inventario de Temores”, los miedos relacionados con la asistencia a la escuela tienden a ser más intensos en los grupos de mayor edad, en las niñas, en los alumnos pertenecientes a instituciones educativas oficiales y en aquellos de clase socioeconómica baja. Es posible que exista mayor temor entre los niños mayores, debido quizá al aumento de las demandas académicas y a una percepción más precisa de sucesos amenazantes, producto de un mayor desarrollo cognisitivo.

Análisis funcional del rechazo escolar

El rechazo escolar es un problema frecuente que puede interferir en la formación educativa del niño y en su desempeño profesional futuro.

La característica fundamental del rechazo escolar consiste en la negativa intensa y persistente del niño ano asistir a la escuela. Sin embargo, esta problemática no constituye, de manera alguna, una entidad clínica y homogénea, por el contrario, los estudios realizados acerca de la misma parecen indicar claramente que suela asociarse con factores diversos, tanto de índole personal, como familiar y escolar.

El desarrollo y aplicación de técnicas de intervención con carácter preventivo exigen, desde luego, el estudio y análisis previo del problema que se quiere evitar.

Algunos de los factores que influyen en el rechazo escolar son:

Sexo: aun cuando algunos autores afirman que el rechazo escolar se da por igual en ambos sexos, la proporción de casos estudiada parece sugerir que, de haber alguna diferencia, es más frecuente en niños que en niñas.

Edad: aunque puede producirse en cualquier nivel escolar, diversos autores señalan una mayor frecuencia entre los 11 y 13 años de edad.

Nivel socioeconómico: si bien el nivel socioeconómico fue incorporado como variable de análisis en alguno de los estudios en ninguno de ellos se detectaron relaciones significativas con el rechazo.

Variables familiares: parece existir cierta relación entre el rechazo y el tamaño familiar y el lugar que el niño ocupa entre sus hermanos. El rechazo es más frecuente entre ambos extremos, es decir en los mayores o en los menores y especialmente en los hijos únicos.

Características personales del niño: repetida y consistentemente, al niño con

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