Resumen Los Nibelungos

El cantar de los Nibelungos

- Reino de los Burgundios

Kriemhild: niña noble y hermosa (soñaba que tenía un halcón al que mataron, sería un héroe)

Gunther (rey), Gernot y Geislher: nobles espadas hermanos de Kriemhild.

Ute y Dankrat: padres

- Países Bajos, a orillas del Rhin, Xanten

Siegfried: el buen espada valiente

Siegelind y Siegmund: padres

Cuando Sigfried tenía suficientes fuerzas ya pensaba en pretender a muchas bellas niñas, su padre entonces celebró un banquete en la corte, donde Siegfried ganó el rango de caballero y querían entregarle en vasallaje el país y las fortalezas, pero el no quiso mientras viviesen sus padres.

Se oía el rumor de que había una bella muchacha con los Burgundios, tan bella como se podía desear, y Siegfried se propuso conquistarla por las buenas o por la fuerza.

Prepararon los mejores vestidos y viajó con doce hombres al país del rey Gunther y fueron muy bien recibidos. En el país se le reconocía a Siegfried por haber vencido a los Nibelungos consiguiendo su tesoro y ejército y además por haber vencido a un dragón y que al bañarse con su sangre nadie podría lastimarlo.

Siegfried llegó al país con el fin de conquistar y someterlos a su espada. Este hecho causó el enojo del héroe de los Países Bajos, y les pidió a sus espadas Haguen de Tronje y a Ortewein un consejo, los cuales respondieron que no debían luchar pues sería muy desigual la batalla. Acordaron dividir sus bienes, lo que Siegfried aceptó al ablandársele el corazón. De este modo el rey vive con los señores durante un año completo si ver a la princesa Kriemhild.

Los sajones Lüdegast y Lüdeger dieron aviso que invadirían a los Burgundios, Siegfried les instó a que no se preocupasen ya que el los ayudaría. Cabalgaron al país de los sajones junto a los vasallos y hombres del rey y comenzaron su lucha, devastando al país con robos e incendios hasta ganar la victoria.

A la vuelta de la batalla el rey organizó un banquete en la corte, muchos jóvenes espadas querían ser vistos por las mujeres, hasta que llegó Kriemhild y fue vista por primera vez por Siegfried atrayéndose el uno al otro. Durante doce días los vieron juntos.

Otras nuevas llegaron al Rhin, se decía que había una reina bella y muy grande en fuerza quien competía con espadas temerarios. El rey Gunther decide ir en su búsqueda arriesgando su vida y cuerpo. Éste le pidió compañía a Siegfried el cual accedió con la condición de que al volver Kriemhil fuese su esposa.

(Duendes y enanos, que vivían en montañas huecas, contaban que llevaban gorras mágicas y quien la llevara estaría protegido de golpes y heridas y que además nadie podría verlo. Siegfried la había ganado con trabajos una vez, de un gnomo de nombre Alberich).

Durante siete semanas prepararon el viaje, los vestidos y armaduras. Fueron presentados con Brunhilde y Gunther le ofreció su deseo de tomarla como su mujer, a lo que ella respondió que solo correspondería si sostenían competencias y fuese él el vencedor.

En esto Siegfried había tomado su gorra que le hace invisible y ayudó al rey a competir contra la reina otorgándole la victoria sin que nadie lo viese. Con esto Brunhilde le permitió a Gunther mandar en su país. Pero luego la quiso llevar al de él a lo que ella se demostró negativa. Siegfried para ayudarle, viajó al país de los Nibelungos donde tuvo que luchar con un hombre monstruo, batallando fuertemente logró vencerlo y amarrarlo. Luego de esto, Alberich, el enano valiente, quiso pelear con el héroe sin embargo no lo hizo pues lo reconoció. Siegfried mando a buscar con el enano a mil Nibelungos. Y gracias a esto Siegrfried ayudó a Gunther a llevarse a Brunhilde a su país. Siegfried fue enviado antes a avisar a Worms que pronto llegaría el rey con su mujer y prepararon todo para su recibimiento.

Se juntaron ambas mujeres bellas, pero siempre consideraban a Kriemhil la más hermosa. Gunther cumple con la promesa a Siegfried y le entrega a su hermana como esposa, con consentimiento de ella. Siegfried hizo su mujer a Kriemhil, mientras que Gunther no lo logró, pues Brunhilde quería seguir siendo doncella, y se aprovecho de su fuerza y ató al rey para que éste no la tomara.

Gunther contó su vergüenza a Siegfried y éste le ofreció su ayuda, por lo que esa misma noche usando su gorra mágica luchó con Brunhilde sin que ella lo viera y poseyó a la princesa, y luego Gunther la hizo su mujer. Siegfried aprovechó de quitarle un anillo y un cinturón a la mujer, y se los regaló a la suya (de lo q se arrepentiría después). La celebración de las bodas duró quince días.

Siegfried decide volver a su país junto a su mujer. A ambos les dieron gran bienvenida. Siegmund su padre le entregó la corona a Siegfried, convirtiéndolo en señor y rey. Pasaron diez años y la princesa tuvo un hijo al que llamaron Gunther en honor a su tío. Y a la vez Gunther junto a Brunhilde tuvieron un hijo al que llamaron Siegfried. El país de los Nibelungos estaba al mando de Siegfried.

Brunhilde pensando que Siegfried, como vasallo del rey, debía ofrecer servicio a éste, pide a Gunther que los invitara a su país a lo que el rey accede. Siegfried y su mujer acuerdan viajar en doce días y dejan a su hijo ahí (el niño no verá más a sus padres).

Fueron recibidos y se realizaron muchos juegos caballerescos ante las doncellas. Cantaron una misa ante el rey y empezaron un magnífico juego de armas.

Brunhilde sentía envidia por Kriemhild porque Siegfried no pagaba tributo a su esposo. Entonces Brunhilde le dice a Kriemhild que por bello y bueno que fuese su esposo, siempre le precedía Gunther. Kriemhild para defenderse responde que era imposible que sus hermanos la hayan casado con un vasallo y con el fin de demostrarle que Siegfried era mas digno le cuenta que él fue quien la tomó por esposa primero, que Siegfried le ganó su doncellez y para demostrárselo le muestra el anillo y el cinturón.

Gunther y Siegfried niegan todo y acuerdan cada uno callar a sus esposas. Luego se enteran los vasallos del rey Gunther quienes aconsejan la muerte de Siegfried. Deciden entonces pedir a los sajones que les declarara la guerra, para conseguir que el héroe pelease y que así muriese.

Lüdegast y Lüdeger declaran la guerra y Siegfried decide enfrentarse. Mientras Kriemhild por miedo a que su esposo muriese, le pide a Haguen que lo cuidara, sin saber que este era uno de los que lo querían matar, y le cuenta que su punto débil esta en la espalda donde la vez que se baño con la sangre del dragón una hoja de tilo cayó en su espalda. Incluso cose en su vestido una marca para que Haguen lo protegiera.

Cuando los hombres van a enfrentarse, Haguen da la señal para que los oponentes se retiraran. Luego de esto deciden los caballeros ir de caza, Kriemhild le pide que no vaya a Siegfried pues había soñado su desgracia, pero éste va igual y se luce cazando todo tipo de animales. Caza también un oso silvestre al que lleva amarrado al campamento donde lo soltó asustándolos a todos hasta que lo mató. Mientras estaban en el campamento se dan cuenta que no tienen el vino y deciden ir a una fuente brotante fría para saciar su sed luego de comer. Suben a la montaña y planean una carrera Haguen con Siegfried (quien va con todos sus vestidos y armadura puestos). Corren como panteras salvajes pero ganó Siegfried. Haguen tenía escondido el arco y la espada, buscó la marca y cuando Siegfried bebe de la fuente le atravesó la crucecita de la que brotaba la sangre de su corazón, provocándole la muerte.

Los caballeros acordaron decir que uno bandidos habían matado al héroe. Haguen mandó a poner el cadáver en una cámara en el país de los Nibelungos donde lo vio Kriemhild, sin dudarlo ella se dio cuenta de quién lo había hecho, y envió por los vasallos de Siegfried y por Siegmund, para que vengaran su muerte.

Cuando se hizo el funeral, en la catedral se encontraban todos llorando la muerte, entonces Kriemhild desafió a que se acercaran al cuerpo de Siegfried, ya que un milagro decía que si se acercaba el asesino, empezaba a brotar sangre de las heridas del muerto. Justo así sucedió con Haguen, delatándolo como el autor del crimen. Cerca de cien misas se cantaron en ese día y tres días y tres noches fue velado. Kriemhild repartió bienes y propiedades de Siegfried a la gente buena que mostraba su amor con él. Cuando el Oficio Divino había terminado, lo llevaron a la tumba.

Siegmund con su dolor, decide volver a su reino y le sugiere a Kriemhild que se fuese también, sin embargo, ésta no quiso pues fue convencida por su madre Ute de que se quedara ya que ahí estaba su familia. Decide quedarse encargando su hijo a Siegmund. Brunhilde,

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