SNTE

¿SNTE fuera de control?

Hace medio año que la CNTE tiene la atención diaria de los medios, especialmente en la prensa de la capital. En los estados del país, sin embargo, se está fortaleciendo un movimiento que recibe pocos titulares: el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), ese sí verdaderamente numeroso, parece salirse del control del gobierno.

Con razón, todo mundo opina que a los funcionarios lo que menos les importa es la educación pública. Para enfrentar el problema, envían a sus hijos a escuelas privadas en el país o, si pueden, al extranjero. Ahí termina el problema para ellos.

Pero ahora harían bien en reconocer que se encuentran ante un potencial problema político que amenazaría su cómoda estabilidad burocrática. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) empieza a contaminarse por el radicalismo y el simplismo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Recordemos que, en una clara venganza política, el gobierno de Enrique Peña Nieto decidió deshacerse de Elba Esther Gordillo. El ajuste de cuentas resulta más claro aún cuando se compara el encarcelamiento con la complacencia oficial hacia el siempre fiel senador priísta Carlos Romero Deschamps, cuyos excesos son iguales o superiores a los de la maestra.

Como se estila en estos casos –así como Salinas encumbró a Elba Esther desplazando a Carlos Jongitud Barrios-, el gobierno logró los amarres necesarios para simular la elección de Juan Díaz de la Torre como nuevo dirigente del SNTE. Los elbistas pueden calificar de traidor a su excompañero, pero en el pasado ellos también llegaron por el mismo camino.

A diferencia de la Elba Esther, Juan Díaz no tiene ni el carisma ni la desvergüenza necesaria para construir el cacicazgo al que está acostumbrado el SNTE. Matizo: no los tiene o, sencillamente, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, no lo deja crecer y genera, así, muestras evidentes de descontrol.

Los maestros del SNTE, al igual que los de la CNTE, se están movilizando. No hace uno, ni dos, sino hace muchos días. ¿Cuándo se había visto en Yucatán una movilización del SNTE? Nunca. ¿En La Paz, Baja California? Pues la sección 3 del SNTE está en la calle. Todos, en contra de la reforma educativa.

La CNTE tiene presencia básicamente en Oaxaca, Guerrero y Michoacán. En Chiapas, ante la incapacidad del gobernador Manuel Velasco, está creciendo con la participación de estudiantes normalistas e incluso padres de familias que participan en un plantón en la capital, Tuxtla Gutiérrez.

El respeto del país es territorio del SNTE. De ahí que, por ejemplo, resulte sintomático que en Morelos, desgobernado por el perredista Graco Ramírez Abreu, la sección 19, la oficial, se movilice para bloquear la autopista México-Cuernavaca, como lo hizo el miércoles pasado.

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