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Signos Ortográficos El punto

Sosa1312Documentos de Investigación30 de Enero de 2018

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Signos Ortográficos

El punto

El punto (.) señala el final de un enunciado -que no sea interrogativo ni exclamativo-, de un párrafo o de un texto.

La palabra que sigue inmediatamente al punto de cierre de un enunciado o de un párrafo se escribe siempre con inicial mayúscula.

Recibe distintos nombres según la unidad discursiva que delimite:

  1. Si se escribe al final de un enunciado y a continuación, en la misma línea, se inicia otro, se denomina punto y seguido.

Ejemplo:

  1. Aunque él conocía de sobra sus métodos de guerra, esa vez no pudo soportarlos. Se fue a vivir con cualquier pretexto profesional en los cuartos de internos del Hospital de Misericordia, y sólo aparecía en la casa para cambiarse de ropa al atardecer antes de las consultas a domicilio. (El amor en tiempos de cólera, 1985, p.37).
  2. Una tercera manera  de lograr la unión reside en la actividad creadora, sea la del artista o la del artesano. En cualquier tipo de tarea creadora, la persona que crea se une con su material, que representa el mundo exterior a él. (El arte de amar, 1983, p.27).
  3. En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. (Don Quijote de la Mancha, 1615 p.05).
  1. Si se escribe al final de un párrafo y el enunciado siguiente inicia un párrafo nuevo, se denomina punto y aparte.

Ejemplo:

  1. Se levantó del asiento, decidido a recuperar el ordenador de su difunta esposa. En el cajón superior derecho de la mesa guardaba la llave de un candado, y la cogió.

Se aseguró de cerrar con llave la puerta de su casa y bajó en ascensor hasta el sótano. (El psicoanalista, 2003, p.115)

  1. Si se escribe un punto al final de un texto o de una de sus divisiones principales (por ejemplo, un capítulo), se denomina punto final.

Ejemplo:

  1. La novela da giros rápidos e inesperados, va de las cimas a las simas y se detiene a cada paso para que el autor pueda constatar que la estructura de su obra se mantenga estable, de modo que, sin negarnos al placer literario de los sobresaltos, pueda ofrecernos finalmente una novela de decantada construcción y sólido estilo. (Clemencia, 2015, p.06).
  2. Analizar la naturaleza del amor es descubrir su ausencia general en el presente y criticar las condiciones sociales responsables de esta ausencia. Tener fe en la posibilidad del amor como fenómeno social y no excepcional e individual, es tener una fe racional basada en la comprensión de la naturaleza misma del hombre. (El arte de amar, 1983, p.128).
  3. Estos fueron los versos que se pudieron leer; los demás, por estar carcomida la letra, se entregaron a un académico para que por conjeturas los declarase. Tiénese noticia que lo ha hecho, a costa de muchas vigilias y mucho trabajo, y que tiene intención de sacallos a luz, con esperanza de la tercera salida de don Quijote. (Don Quijote de la Mancha, 1615 p.307).
  1. El punto se utiliza también después de las abreviaturas.

Ejemplo:

  1. Apreciable Dr. Starks:

Con relación a su reciente consulta a esta oficina, nos satisface informarle de que nuestros agentes han confirmado que sus suposiciones son correctas. Sin embargo, en este momento no podemos facilitarle más detalles sobre los individuos en cuestión.

Atte.

R.S. SKIN, presidente.

Investigaciones Privadas R.S. SKIN

Ricky leyó la carta tres veces antes de dejarla sobre la mesa. (El psicoanalista, 2003, p.235).

  1. El separador decimal es un símbolo usado para indicar la separación entre la parte entera y la parte fraccional de un número decimal.

Ejemplo:

  1. Quince días después de la conversación, Clemencia recibió un cheque con valor de 453.76 dólares, le suplicaba que lo cobrara y que pasase a verla inmediatamente. (Clemencia, 2015, p.54).
  1. Se utiliza el punto en las clasificaciones o enumeraciones en forma de lista, se escribe punto tras el número o la letra que encabeza cada uno de los elementos enumerados.

Ejemplo:

  1. Sun Tzu ha dicho:
  1. Por lo general, en la guerra lo mejor es tomar un estado intacto que destruirlo.
  2. Capturar el ejército contrario es mejor que destruirlo.
  3. Obtener cien victorias en cien batallas no es tener la máxima habilidad como estratega. (El arte de la guerra, 1998, p.36).

La coma

La coma es un signo gráfico que representa una pausa más breve que la del punto, y se utiliza con frecuencia en toda clase de textos.

  1. Delimita unidades discursivas inferiores al enunciado, como algunos tipos de oraciones.

Ejemplo:

  1. –Tú eres el analista, Ricky, tendrás que hacerlo. –Susurró Virgil, casi seductora. (El psicoanalista, 2003, p.69).
  1. La coma se usa para delimitar incisos. Deben utilizarse dos comas, una delante del comienzo del inciso y otra al final. En este caso, la coma sí indica pausa y el inciso se lee en un tono más grave que el del resto del enunciado.

Ejemplo:

  1. Cuando el hombre nace, tanto la raza humana como el individuo, se ve arrojado en una situación definida, tan definida como los instintos, hacia una situación indefinida, incierta abierta. (El arte de amar, 1983, p.18).
  1. Se escribe coma entre comas las interjecciones o locuciones interjectivas.

Ejemplo:

  1. - ¿Usted? Pero, hombre, ¡usted nacido en una casa tan opulenta como ésta! (Clemencia, 2015, p.43).
  1. Se usa coma ante apéndices y locuciones interjectivas

Ejemplo:

  1. Ha llorado, ¿mande? – Preguntaron Mariana e Isabel con cierto interés. (Clemencia, 2015, p.40).
  1. Se escribe una coma para aislar el vocativo del resto de la oración.

Ejemplo:

  1. Y diciendo esto, picó a su Rocinante, y en breve espacio se apartó de ellos. Siguióle el labrador con los ojos, y cuando vio que había traspuesto del bosque y que ya no parecía, volvióse a su criado Andrés, y díjole:

-Venid acá, hijo mío, que os quiero pagar lo que os debo, como aquel desfacedor de agravios me dejó mandado. (Don Quijote de la Mancha, 1615, p.21).

  1. La coma se usa para los marcadores discursivos o marcadores del discurso que son expresiones como esto es, así las cosas, sin embargo, por cierto y otras unidades lingüísticas especializadas en encadenar los diferentes fragmentos discursivos señalando explícitamente el tipo de relación semántica que existe entre ellos, guiando así la interpretación del discurso que se transmite.

Ejemplo:

  1. Viendo, pues, que, en efecto, no podía menearse, acordó de acogerse a su ordinario remedio, que era pensar en algún paso de sus libros; y trújole su locura a la memoria aquel de Valdovinos y del marqués de Mantua, cuando Carloto le dejó herido en la montaña: historia sabida de los niños, no ignorada de los mozos, celebrada y aun creída de los viejos, y, con todo esto, no más verdadera que los milagros de Mahoma. Esta, pues, le pareció a él que le venía de molde para el paso en que se hallaba; y así, con muestras de grande sentimiento, se comenzó a volcar por la tierra, y a decir con debilitado aliento lo mesmo que dicen decía el herido Caballero del Bosque: -¿Dónde estás, señora mía, que no te duele mi mal? O no lo sabes, señora, o eres falsa y desleal. (Don Quijote de la Mancha, 1615, p.23).
  1. Se escribe coma entre palabras o grupos de palabras que van formando una serie y no van unidas por las conjunciones y, o, ni. Es decir, para separar una serie de tres o más sintagmas coordinados entre sí, a ex­cepción del último miembro de la coordinación, que irá encabezado por la conjunción coordinante.

Ejemplo:

  1. Sun Tzu ha dicho:

Por lo que respecta al empleo de tropas, el terreno se puede clasificar en: dispersivo, fronterizo, clave, comunicado, convergente, hostil, difícil, cercado y mortal. (El arte de la guerra, 1998, p.119).

  1. Además del elemento de dar, el carácter activo del amor se vuelve evidente en el hecho de que implica ciertos elementos básicos, comunes a todas las formas de amor. Esos elementos son: cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento. (El arte de amar, 1983, p.34).
  1. Las oraciones subordinadas de tiempo, lugar y modo también pueden aparecer al principio de la secuencia. Como se trata de complementos largos y pesados, es necesario delimitarlos por medio de una coma.

Ejemplo:

  1. Lo primero que se le ocurrió fue que se trataba de Lewis, que volvía con una explicación, así que casi corrió hasta la puerta. Pero lo que vio, en cambio, lo sorprendió. (El psicoanalista, 2003, p.180).
  1. Las construcciones ilativas introducidas por así que, conque, luego, de modo / forma / manera que, de ahí que se escriben siempre precedidas de coma.

Ejemplo:

  1. Enrique llegó a ser el centro de la conversación, luego, a instancias de Clemencia, fue a tocar el piano. (Clemencia, 2015, p.43).
  1. Construcciones comparativas y consecutivas: No se escribe coma entre los dos miembros de las construcciones comparativas (más... que, menos... que, tan... como, tanto(s)... como, etc.) ni de las consecutivas (tal/tales... que, tan... que, tanto(s)/tanta(s)... que, de tal manera... que).

Ejemplo:

  1.  El corazón de Isabel palpitó apresuradamente de tal manera que el joven ya no insistió. (Clemencia, 2015, p.35).
  1. Se escribe coma detrás de adverbios, de grupos y locuciones adverbiales y preposicionales que afectan o modifican toda la oración.

Ejemplo:

  1. En efecto, la hermosísima morena apareció en la puerta. (Clemencia, 2015, p.36).

El punto y coma

  1. Se escribe punto y coma para separar proposiciones yuxtapuestas, especialmente cuando en estas se ha empleado la coma.

Ejemplo:

  1. No obstante el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás tiene más importancia que el amor: éxito, prestigio, dinero, poder; dedicamos casi toda nuestra energía a descubrir la forma de alcanzar esos objetivos y muy poca a aprender el arte del amor. (El arte de amar, 1983, p.17).
  2. Yo siento que el poder de esta nueva pasión es más fuerte; no es el amor dulce que me inspiraba mi prima, sino un amor irresistible. (Clemencia, 2015, p.45).
  3. Ahí tiene usted a Fernando; él no es músico, pero tiene un gran talento y una exquisita sensibilidad; su voto quizá no le parecerá a usted sospechoso, como el mío. (Clemencia, 2015, p.40).
  4. En el escritorio, junto a un tarro con varias cachimbas de lobo de mar, estaba el tablero de ajedrez con una partida inconclusa; a pesar de su prisa y de su ánimo sombrío, el doctor Urbino no resistió la tentación de estudiarla. (El amor en tiempos de cólera, 1985, p.13).
  1. Se suele colocar punto y coma, en vez de coma, delante de conjunciones o locuciones conjuntivas como pero, más, y, aunque, así como sin embargo, por tanto, por consiguiente, en fin, etc., cuando los períodos tienen cierta longitud y encabezan la proposición a la que afectan.

Ejemplo:

  1. Ho Yen Hsi: En territorio enemigo, se deben conocer perfectamente las montañas, los ríos, las tierras altas y bajas, las colinas estratégicas, los bosques y pastizales, las obras de riego, el volumen de sus suministros, la magnitud del ejército enemigo y la agudeza de sus armas; por consiguiente tendremos al oponente vigilando y lo podremos vencer con facilidad. (El arte de la guerra, 1998, p.79).
  2. Desde niño he atesorado en el alma un inmenso caudal de cariño tan ardiente como puro, he deseado con avidez amar; pero hubiera creído profanar mis sentimientos entregándome a las pasiones banales. (Clemencia, 2015, p.29).
  3. Valle se concentraba en una reserva que no era posible romper; per desfallecía al sentir aquella mirada magnética que tanta influencia tenía en su ánimo. (Clemencia, 2015, p.44).
  1. Los enlaces como esto es, es decir, o sea, en fin, por último, por consiguiente, sin embargo, no obstante, además, en tal caso, por lo tanto, en cambio, en primer lugar, y también, a veces, determinados adverbios o locuciones que desempeñan la función de modificadores oracionales, como generalmente, quizás, posiblemente, efectivamente, finalmente, en definitiva, por regla general, colocados al principio de una oración, se separan del resto mediante un punto y coma.

Ejemplo:

  1. Era como si todo su cuerpo se viese asaltado por un tic nervioso; por último, se dejó caer en su vieja butaca de piel. (El psicoanalista, 2003, p.85).
  2. La señora leyó la carta también y se desmayó; sin embargo las hermanas de Fernando llegaron y dieron informe a Clemencia. (Clemencia, 2015, p.85).
  3. Estas dudas aumentaban su confusión, porque tampoco estaba convencida de que el amor fuera en realidad lo que más falta le hacía para vivir; en definitiva; el factor principal contra el doctor era su parecido más que sospechoso con el hombre ideal. (El amor en tiempos de cólera, 1985, p.224).

Los dos puntos

  1. Se usan los dos puntos después de enunciar una enumeración.

Ejemplo:

  1. De acuerdo a las formas de mi oponente trazo dos planes para la victoria:
  • Cuando he logrado la victoria, no repito mi táctica.
  • Averigua los planes de tu oponente así sabrás cual es la estrategia eficaz y cual no. (El arte de la guerra, 1998, p.73).
  1. Se usan dos puntos en estilo directo, después de una cita textual.

Ejemplo:

  1. Li Ch’uan: “La guerra es como el fuego, aquellos que no deponen las armas, éstas las consumen.” (El arte de la guerra, 1998, p.29).
  2. Mei Yao Ch’en: “El pez que codicia la carnada, es pescado; las tropas que codician la carnada, son vencidas.” (El arte de la guerra, 1998, p.84).
  3. Él, como Caín, podía preguntar: “¿Soy yo el guardián de mi hermano?” La personas que ama, responde. (El arte de amar, 1983, p.28).
  1. Se escriben dos puntos para expresar una relación de causa y efecto.

Ejemplo:

  1. Ella me descubrió y lo entendió todo: me dirigió una última mirada, dio la vuelta y se marchó para siempre sin decir una palabra. (Clemencia, 2015, p.76).
  2. Se ha quedado sin trabajo: no podrá ir de vacaciones este verano. (Clemencia, 2015, p.35).
  3. La señora siempre está comentando de su vida en Jiquilpan (Michoacán), aunque ella nació en el Distrito Federal, su vida ahí fue muy notable. (Clementina, 2015, p.34).
  1. Se emplean los dos puntos tras las fórmulas de saludo en el encabezamiento de cartas y documentos.

Ejemplo:

  1. Estimado doctor Starks:

Tengo el agradecerle deber de informarle de que la sociedad psicoanalista a recibido una queja importante con respecto a su relación con una antigua paciente. Le adjunto una copia de la carta de denuncia. (El psicoanalista, 2003, p.82).

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