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Variantes Del Español

velazjaco4 de Diciembre de 2012

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VARIANTES DEL ESPAÑOL

Las personas usan maneras de hablar el español propias de una zona o un grupo social específicos. El español se modifica dependiendo de las necesidades de los hablantes, se adecua el lenguaje a sus costumbres.

Cuando tales variantes se limitan a una zona geográfica, se conocen como DIALECTALES. Por ejemplo: el uso de “cana” en lugar de cárcel en ciertas zonas de Sudamérica.

En cambio, si se trata de variantes que responden a grupos sociales, se habla de variantes sociales. Por ejemplo: la utilización de “tambo” por cárcel entre ciertos grupos de personas en México.

Al hablar de variantes es importante recalcar los siguientes puntos:

-Que se pueden dar en los diferentes niveles de la lengua: los sonidos (como al desaparecer sonidos al pronunciar palabras: “pue” en lugar de pues, costa del Golfo de México); la gramática (como al reforzar el complemento directo: ¿Ya lo viste a Mario? por ¿Ya viste a Mario?, Argentina); el vocabulario (como el adjetivo “fome” usado para designar algo o alguien sin chiste, Chile).

-Ningún tipo de variante es incorrecta, sólo son maneras diferentes de emplear una misma lengua.

Norma lingüística Diferencias fonéticas Diferencias gramaticales Diferencias léxicas

Español de México Claridad fonética Uso del diminutivo: al ratito, ahoritita, etc. Mano, cuate, güey = amigo

Español de Argentina Yeísmo (pronunciación de la elle como ye; p. ej., diciendo gayina, por gallina) Imperativo acentuado: sentáte, contáme, etc. Che = amigo

Español de Chile Asimilación de s final Omisión de s en plurales: nosotro, vamo, etc. Recién = apenas

0editar Mexicanismos

Ejemplos de palabras usadas en México. Se han dividido en palabras del registro formal y coloquialismos (registro informal); de estos últimos la mayoría son ofensivos, otros simplemente sustituyen un nombre.

Registro formal e informal

• ¡Aguas! Interjección para advertir un peligro.

• Ahorita (también se usa el diminutivo ahoritita): Indica tanto una acción en un lapso de tiempo corto indefinido, como una acción en tiempo pasado.

• Alberca: Piscina

• ¿Bueno?: Es una manera de contestar las llamadas telefónicas.[8]

• Chicle: Goma de mascar

• Colonia: Parte de una ciudad. Similar a barrio. (Ejemplos: Pedro vive en la colonia Benito Juárez de esta ciudad.)

• Barrio: Barrio que posee una iglesia y toma el nombre de la advocación de esta

• Desarmador: Es equivalente a decir destornillador.

• Pena: Vergüenza (también usado en otros países de Hispanoamérica).

• Platicar: Conversar, charlar (verbo usado también en América Central).

• Refresco: Es equivalente a decir soda o gaseosa, se suele utilizar la palabra "chesco" como sinónimo o diminutivo coloquial.

• Tlapalería: Término utilizado en el centro del país para referirse a la tienda donde se venden pinturas, materiales eléctricos, herramientas, artículos para construcción, etc., similar a una ferretería.

Coloquialismos

• Chavo(a): Término coloquial utilizado en el centro del país para referirse a un niño o joven.

• Chavirul: Término utilizado en la región del pacífico a una persona joven, utilizado únicamente para referirse a una persona de género masculino. (Ejemplos: Chavirul, checa las llantas, No puedes entrar a la cantina porque eres un chavirul.)

• Chela: Vulgarismo coloquial de cerveza.[9]

• Chamaco(a), huerco(a), morro(a): Niño, niña, cada término utilizado en distintas partes del país.[10]

• Cruda: Vulgarismo coloquial para resaca, malestar después de un estado de ebriedad. (Ejemplo: Está tan crudo que tiene nauseas).

• Güey: (originalmente buey) Vulgarismo coloquial para nombrar a un amigo (también es usado we en forma de acortar la palabra).

• Órale: interjección para asombro, reafirmación o mandato (Ejemplos: Órale, recorriste la pista en 5 minutos., Tráeme/traime dos cervezas en la tienda de la esquina. ¡Órale!.)

• Onda: Cosa (Ejemplo: ¿Qué onda güey? '¿qué pasa? ¿cómo estás')

• Chido: Término coloquial de significado irregular, puede significar algo bueno o divertido.[11] Es especialmente usado por jóvenes y niños.

• Reborujar: Palabra generalmente para indicar confusión o algo enmarañado (Ejemplos: Esa ecuación está muy reborujada. Esta recamara es un reborujo.)

• Pedo: Asunto (Ejemplos: Está grueso ese pedo. Me metí en un gran pedo.)

• Cañón: Algo fuerte, usado solamente entre los jóvenes (Ejemplo: ¡Ir al dentista está cañón!.)

[editar Arcaísmos

La primera impresión que produce el español de México para hablantes de España es que se trata de un habla conservadora. En efecto, no son pocos los casos en que el habla de México ha conservado modos antiguos de decir, sin dejarse influir por las innovaciones realizadas en otras zonas de la comunidad lingüística hispana. El hecho de que algunas voces o expresiones ya desaparecidas en el habla de España se sigan oyendo en México es la razón por la cual se ha señalado el "arcaísmo" como característica del español mexicano. Son arcaísmos respecto a España (porque en México es expresión y palabra vigente) expresiones como: se me hace (me parece), ¿qué tanto? (¿cuánto?), muy noche, dizque, donde (usado como condicional en expresiones como: «Donde se lo digas, te mato»). Los arcaísmos resultan más evidentes en el vocabulario. Palabras ya olvidadas en España conservan vigencia en México: pararse (ponerse de pie), prieto, liviano, demorarse, dilatarse, esculcar, luego, fierro (hierro), flama (llama), recibirse (graduarse), nadien o naiden por nadie.

A su vez, en México se consideran arcaismos el uso de "vosotros" y algunas expresiones y palabras que aún están vigentes en España, pero que no se usan prácticamente en territorio mexicano, como lo son "fontanero", "bañador", "chaquetilla" o "chaval".

Entre los arcaísmos se encuentran antiguas formas de conjugar verbos, usadas por lo general en poblaciones donde no hay mucha comunicación con el exterior, a saber: truje por traje, naza por nazca (de nacer), vide por ví, traiba por traía. Incluso en la capital es común para mucha gente (la mayoría de los habitantes de los pueblos y barrios originarios y en general en el territorio del Distrito Federal) usar una conjugación antigua del verbo hacer, haiga en vez haya, y emplear la terminación en -stes, como en hablastes o hicistes. También la pronunciación de la H fricativa en palabras como hediondo que en el habla rural se pronuncia jediondo y el uso de adverbios arcaicos como ansina 'ansí, así'.

Estas formas arcaicas o anticuadas para la mayoría de los hispanohablantes, persisten sobre todo en las zonas relativamente aisladas de la mayoría de la sociedad, constituyendo islas lingüísticas, como se ha señalado previamente. Así en las zonas serranas del Estado de Chihuahua, Durango, y Sonora es donde se pueden apreciar estas formas vivas aún, entre otros lugares.

[editar] Regionalismos

Junto al conjunto de rasgos comunes a todas las variantes del español mexicano, existen diferencias de vocabulario, entonación y gramática características de cada región del país.

Por ejemplo, "bollo" en la Ciudad de México es un tipo de pan, pero en Yucatán son heces. En Chiapas, "mecos" son personas rubias, mientras que en la Ciudad de México hace referencia extremadamente vulgar al esperma, a los mecos; en Morelos, refiere a las cosas o personas sucias; a su vez ésta expresión en Chihuahua hace alusión a personas poco inteligentes: "¡Cómo eres meco!"; ¡Cómo eres tonto!; en Chiapas "totol" se refiere al guajolote (pavo, de origen náhuatl). En el centro del país, "lonche" se puede referir a un refrigerio durante tiempo de trabajo o de escuela o más específicamente a un almuerzo, de hecho existen las "loncherías" (del inglés Lunch). Otro sería "cura" se refiere a un clérigo, así como en la variante occidental "cura" es para referirse a algo curioso, raro o gracioso ¡Qué cura está el perro!.

[editar] Influencia del náhuatl

El español de México ha tenido como sustrato lingüístico diversas lenguas indígenas. Especialmente significativo ha sido el influjo del náhuatl, sobre todo en el léxico. Sin embargo, si bien en el vocabulario su influencia es innegable, apenas se deja sentir en el terreno gramatical. En el léxico, además de las palabras originarias de México con los que se ha enriquecido la lengua española, como tomate, hule, chocolate, coyote, petaca, etcétera; el español de México cuenta con muchos nahuatlismos que le confieren una personalidad léxica propia. Puede ocurrir que la voz náhuatl coexista con la voz española, como en los casos de cuate y amigo, guajolote y pavo, chamaco y niño, mecate y reata, etc. En otras ocasiones, la palabra indígena difiere ligeramente de la española, como en los casos de huarache, que es un tipo de sandalia; tlapalería, una variedad de ferretería, molcajete, un mortero de piedra, etc. En otras ocasiones, la palabra náhuatl ha desplazado casi

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