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ANALISIS CATULO


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2015  •  Apuntes  •  1.447 Palabras (6 Páginas)  •  600 Visitas

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Lírica: Catulo

Propedeusis para el análisis de los Carmina de Catulo

La diferencia entre la identificación de los topica y la identificación de una temática. Ambas perspectivas de análisis trabajan cuestiones literarias.

La primera perspectiva, el análisis de los topica, identifica una cuestión o un lugar común que se afianzó en la tradición literaria, o sea, los literatos dan cuenta de su pertenencia o reconocimiento a un canon literario de manera explícita trabajando en torno a cuestiones literarias construidas y re-construidas por sus predecesores; los topica literarios, si prestamos atención a Curtius (1955), responden, en primer lugar, a la retórica como “el arte del buen escribir” y, en segundo lugar, al modo en cómo el autor construye una imagen subjetiva pensando en su lector mediante el lenguaje (los sintagmas tomados en cuenta, su disposición, su relación de antagonismo o complementariedad entre sí y con el tópico, los tropos o figuras literarias considerados y con qué fin expresivo). En relación con esto sostiene:

“En el antiguo sistema didáctico de la retórica, la tópica hacía las veces de almacén de provisiones; en ella se podían encontrar las ideas más generales, a propósito para citarse en todos los discursos y en todos los escritos. Así por ejemplo, todo autor debía tratar de crear en el lector un estado de ánimo favorable; con este fin, se le recomendaba –y se le sigue recomendando hasta la revolución literaria del siglo XVIII- presentarse con términos de modestia…” (Curtius, 1955: 122/3)

Al enmarcarse en el ámbito de la retórica, el análisis de los topica requiere la observación de cuestiones relacionadas con el trabajo estético del lenguaje. Así, los tropos y las figuras son elementos de la crítica literaria observados para realizar la construcción del tópico presente en el texto.

Para reformular lo dicho anteriormente, podemos decir que en la literatura se denomina tópico a los temas que aparecen de modo recurrente en los distintos géneros literarios a lo largo de la historia de la literatura. Algunos tópicos de la lírica arrancan de su formulación en la poesía de Horacio. No es que fuera él el primero al que se le ocurrieron, pues él mismo se reconocía deudor de los líricos griegos y no dejaba de estar dentro de una tradición literaria latina en que ya se habían tocado esos temas; pero fue su expresión en las obras de Horacio la que, sobre todo, los dio a conocer a los escritores medievales y a los primeros renacentistas. Luego esos temas, conservando en la expresión una clara alusión a la formulación dada por Horacio, se generalizaron ya como “lugares comunes” de la poesía lírica.

El segundo enfoque, la temática, no considera el contenido exclusivamente sino que estudia su forma y, sobre todo, la función que ejerce: los valores estéticos o ideológicos del poema y de sus elementos. Hernández Guerrero y García Tejera (2005) dilucidan un poco más esta cuestión y precisa un poco más el panorama de este tipo de estudios:

“En el estudio temático, que posiblemente adolece de una terminología pobre y de falta de precisión interna, se aprovechan las ayudas metodológicas y técnicas de la Psicología o del Psicoanálisis, y se hace uso de análisis filosóficos y de las aportaciones que suponen los datos de la historia de las ideas o de la civilización” (Hernández Guerrero y García Tejera, 2005: 195)

En síntesis, los topica responden a un análisis más restringido, acotado a la tradición literaria, mientras que el análisis de los temas es más amplio, pues responde a cuestiones culturales, sociales, políticas y culturales (en los cuales podemos incluir los topica).

Ambos enfoques se complementan y podríamos decir que cronológicamente el trabajo sobre los tópicos antecede al trabajo sobre los temas porque el primero de ellos se ubica en los análisis literarios de la época del Humanismo particularmente, mientras que el segundo puede ubicarse en un ámbito más actual y, por esa misma razón, es más amplio pues genera una apertura a cuestiones que son propias de nuestra época y no forman parte de la tradición anterior, con una visión que pretende ser más “objetiva”.

Vale recordarles que cuando identificamos los topica en poemas de Catulo y Horacio estamos utilizando una perspectiva de análisis o “lente” que data del siglo XIV/ XV. A continuación, les brindamos otros tópicos literarios reconocidos por la tradición literaria:

  • Carpe diem. Carpe diem se traduce por “goza del día”, “aprovecha el día” y expresa la necesidad de aprovechar el día efímero y olvidar las angustias del mañana; es una invitación, una exhortación al disfrute ante lo pasajero de la vida humana. Carpe diem aparece en una oda de Horacio y da nombre al tópico. El poeta se dirige a una joven y la invita a “cosechar” el día presente. Horacio se hace eco de una postura vital que ya existía en la literatura y en la sabiduría popular sin fronteras de tiempo ni lugar.
  • Locus amoenus. El tópico conocido como locus amoenus que se traduce como “lugar ameno” o “lugar agradable”, consiste en la descripción idealizada de la naturaleza, con elementos que se repiten: prados verdes, árboles que proporcionan sombra, pájaros cantando, arroyos cristalinos; para crear un marco idílico para el amor. Este tópico deriva del poeta griego Teócrito y de Virgilio.
  • Tempus fugit. El tópico tempus fugit hace referencia a la fragilidad del tiempo, más concretamente, al paso irremediable del tiempo, que todo lo acaba y que lleva al hombre a la muerte. Encontramos este tópico en el siguiente verso de Virgilio: “Sed fugit interea, fugit inreparabile tempus” (Geórgicas III, 284) Suele aparecer frecuentemente en combinación con el tópico del carpe diem.
  • Beatus ille. Beatus ille, que se traduce por “feliz aquel”, ”dichoso aquel”, son las palabras iniciales de un poema de Horacio. Con este tópico se ensalza la vida sencilla y retirada de la vida pública (procul negotiis dice el poeta), por lo general en contacto con la naturaleza, como lugar apropiado para encontrar la paz y la armonía. Este ideal de vida feliz se pone también en relación con la ausencia de pasiones.
  • Aurea mediocritas. Este tópico está relacionado con la idea aristotélica del punto medio, el punto en el que no afectan ni las alegrías ni las penas excesivas, un punto de equilibrio entre los extremos. También está relacionado con el hedonismo epicureísta basado en conformarse con lo que se tiene y no dejarse llevar por las emociones excesivas. Como tema poético aparece por primera vez en la poesía de Horacio, donde la aurea mediocritas se expresa como una alabanza de la vida moderada, alejada de grandes ambiciones y pasiones. La traducción de mediocritas mejor que por “mediocridad”, que tiene un sentido negativo en español, es “medianía” entendida como el justo punto medio, el equilibrio.

Beatus ille y aurea mediocritas son tópicos de carácter moral que se refieren a cómo hay que vivir.

  • La edad de oro: Se relaciona con una gran variedad de ejes temáticos, ya que parte de la base de que se añora un mundo anterior que ha sido más justo y que ha implicado una vida menos dolorosa. Por esta razón, se podrá vincular siempre a lugares mitológicos y paradisíacos como la Arcadia, el Dorado, ínsulas extrañas o afortunadas, o bien a una utopía político-social que lleva consigo una visión profética. La edad de oro sintetiza su filosofía en una perfección ausente y añorada.
  • Pallida mors: Idea que se repite en todas las etapas de la literatura. Su interpretación es clara: por muy poderosos o diferentes que seamos, antes o después a todos nos aguarda un destino común del cual no podemos escapar.
  • Ciervo herido: Este tópico se entiende dentro del contexto de un ciervo que acude a una fuente a beber agua. Esta situación corresponde a una alegoría eminentemente religiosa, ya que el ciervo se suele identificar con la figura de Cristo o con el buscador incansable de «aquella fuente» portadora de un sentido espiritual. En sus orígenes virgilianos y en ciertas manifestaciones de la poesía clásica española, esta imagen del ciervo se complementaba con la mujer enamorada y lastimada que acudía tras la búsqueda de su amado, entendiendo a este último bajo la simbólica presencia cristiana.
  • Collige, virgo, rosas (Corta las rosas, doncella): La referencia original de estos versos corresponde al poeta francés Ausonio, quien en el siglo IV utilizó la metáfora de la rosa como algo bello y perecedero. Desde esta perspectiva, el poeta exhortaba a los jóvenes para que aprovecharan las ventajas de su edad antes de que el tiempo acabara con su lozanía.

Bibliografía:

HERNÁNDEZ GUERRERO, José Antonio y GARCÍA TEJERA, María del Carmen. Teoría, Historia y Práctica del Comentario Literario. Barcelona, Ed. Ariel, 2005.

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