ARQUEOLOGÍA E HISTORIA DE LAS IDEAS. FOUCAULT.
rominaore22 de Julio de 2014
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"arqueología". Se da una vez recorrido el dominio de las formaciones discursivas y de los enunciados; una vez esbozada su teoria general dirigida hacia los domínios posibles de aplicación. Foucault Parte de la escansión del discurso según grandes unidades que no eran las de las obras, de los autores, de los libras o de los temas. Desconfiaba de estas unidades porque tenia la sospecha de que no eran tan inmediatos y evidentes como parecian.
Ha puesto sobre el telar toda una serie de nociones (formaciones discursivas, positividad, ar chivo) , he definido un dominio (los enunciados el campo enunciativo, las prácticas discursivas) he tratado de hacer surgir la especificidad de un método que no fuese ni formalizador ni interpretativo, se pregunta ¿Qué puede, pues, ofrecer esa "arqueologia" que otras descripciones no fuesen capaces de dar? Ha hecho como si descubriese un dominio nuevo, y como si, para hacer su inventario, necesitara unas medidas y unos puntos de partida inéditos. Ese espacio que se conoce con el nombre de “'historia de las ideas".
Se define como un historiador de las ideas que ha querido renovar de arriba abajo su disciplina. Y dirá que no tendrá derecho a sentirse tranquilo mientras no se haya liberado de la "historia de las ideas", mientras no haya mostrado en lo que se distingue el análisis arqueológico de sus descripciones. No es fácil caracterizar una disciplina como Ia historia de las ideas: objeto incierto, frontera mal dibujadas, métodos tomados de acá y de allá. Pero se le pueden reconocer dos papeles. De una parte, cuenta la hístoría de los anexos y de los márgenes. No la historia de las ciencías sino la de esos conocimientos imperfectos, mal fundamentados, que jamás han podido alcanzar la forma de la cientificidad. Historia no de la literatura, sino de esa escritura cotidiana que no adquiere jamás el estatuto de la obra. La historia de las ideas se dirige a todo ese juego de representaciones que corren anónimamente entre los hombres. Análisis de las opiniones más que del saber, de los errores más que de la verdad.
Pero, por otra parte, la historia de las ideas se atribuye la tarea de atravesar las disciplinas existentes, de tratarlas y de reinterpretarlas. Entonces constituye un estilo de análisis. Trata de encontrar la experiencia inmediata que el discurso transcribe. Muestra cómo poco a poco se descomponen esas grandes figuras así constituidas: cómo los temas se desenlazan, prosiguen su vida aislada, caducan o se recomponen de acuerdo con un nuevo patrón. La historia de las ideas es entonces la disciplina de los comienzos y de los fines, la reconstitución de los desarrollos en la forma líneal de la historia. Muestra como unos problemas, unos temas pueden emigrar del campo filosófico en el que fueron formulados hacia unos discursos científicos o políticos; pone en relación obras con instituciones, hábitos o comportamientos sociales. Se convierte entonces en la disciplina de las interferencias. La historia de las ideas describe sin cesar eI paso de la nofilosofia a la filosofía, de la no-cientificidad a la ciencia. Génesís, continuidad, totalización: éstos son los grandes temas de la historia de las ideas.
Es natural que toda persona que se hace todavia de la historia, de sus métodos, de sus exigencias y de sus posibilidades no pueda concebir que se abandone una disciplina como la história de las ideas. Ahora bien, la descripción arqueológica es precisamente abandono de la historia de las ideas, rechazo sistemático de sus postulados y de sus procedimientos, tentativa para hacer una história distinta de lo que los hombres han dicho. Entre análisis arqueológico e historia de las ideas, son numerosos los puntos de desacuerdo, Trataré de establecer cuatro diferencias que me parecen capitales:
I. La arqueologia pretende definir no los pensamíentos, las representaciones,
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