Historia de las ideas

HISTORIA DE LAS IDEAS POLÍTICAS I

Texto: Platón, La república. Libro IX, 571a – 592b

Objetivo: En el libro IX de la Republica de Platón, se realiza un análisis del origen del hombre tirano, teniendo en cuenta sus deseos y su forma de vivir, partiendo de esto, se busca responder la cuestión defendida por Trasimaco, la cual es, si este hombre tirano es el más feliz.

Tesis: En el libro IX de la Republica de Platón, se analiza el Surgimiento del tirano a partir del hombre democrático, a su vez se explica y describe como es este cambio, los deseos que predominan, en que difiere de su padre. Culminando en el hecho de que el hombre injusto es más infeliz que el justo

Argumentos:

• Platón realiza una comparación entre deseos necesarios, innecesarios y “los que surgen durante el sueño’’.  Los necesarios son los  beneficiosos para el cuerpo y no se pueden evitar. Los innecesarios son los perjudiciales para el cuerpo por tanto deben  ser reprimidos. Sin embargo,  los deseos que surgen en los sueños, hacen cualquier cosa sin medir sus consecuencias, el hombre se desinhibe de cualquier vergüenza o sensatez, debido a que la parte razonable del alma está durmiendo. Por consiguiente, para evitar la presencia de estos últimos deseos, se debe apaciguar la parte fogosa y apetitiva del alma antes de ir a dormir.
• El hombre se vuelve tirano al momento de estar presente en él,  el amor, la locura y la embriaguez ya que estas características guían a todos los demás deseos (sean buenos o malos) y esto conlleva a que el tirano se ciegue y actué siempre bajo estos presentándose en la naturaleza y forma de vida del hombre tirano.
•  El hombre democrático (Es criado bajo un padre ahorrativo, esto hace que desarrolle una pasión por el dinero y desprecie los deseos superfluos, desarrollando en él una contradicción respecto a estos deseos, esto conlleva a que este mismo satisfaga cualquier deseo que le pase por la cabeza.) debido a su modo de vida de descontrol, su hijo es guiado por este mismo camino dando origen al hombre tirano, este último se deja arrastrar por las malas compañías, a su vez explora y se inclina mas por los deseos terribles y salvajes que dan origen a la parte bestial del hombre, dando origen al tirano.
• Debido a que el tirano gasta demasiado tiempo y dinero en fiestas, banquetes, orgias, su renta –si este tiene- disminuye, el tirano desesperado por recuperar su vida, acude a préstamos, pero cuando estos últimos no son suficientes para satisfacer su vida de necesidades, se dirige a los ajenos. El tirano transformado por esta nueva vida, dominado por el amor, se sobrepone a sus padres buscando quedarse con sus bienes, -ya que perdió los propios- esto lo hace por medio de engaños y si estos no cooperan, ejerce la violencia hasta lograr lo cometido.
•    Luego de manipular a sus propios padres, el tirano empieza a manipular y a reprimir a su pueblo. Las personas que lo rodean no son sus amigos sino sus aduladores, personas interesadas con un objetivo claro y al momento de cumplirlo dejan de serlo.
• El tirano presenta características tales como ser envidioso, desleal, injusto, falto de amigos, impío, albergador, y sustentador de toda maldad y, por consecuencia de todo esto, infeliz. Este tirano es infeliz porque siempre se queda solo, las personas que lo rodean buscan siempre sacar provecho de él, no puede confiar nunca en nadie, siempre va a pensar que lo quieren traicionar.
• El hombre tirano es el más infeliz debido a que siempre está dominado por el miedo a la traición las personas a su alrededor y las privaciones que este debe padecer por que ocupar tal cargo, Platón lo asemeja con el hecho de que si el tirano acompañado de su familia, quedaran abandonados en un desierto a la intemperie y estos estuvieran en igualdad de condiciones de sus esclavos, estos últimos por venganza a todos los malos tratos por parte del tirano, pueden llegar a tomar represalias; haciendo que el tirano viva escondido con miedo de lo que los esclavos pueden llegar hacerle tanto a él como así familia, esto conlleva a la privación de su libertad temiendo siempre por la venganza de los esclavos, los cuales padecieron de todos los malos tratos del tirano.
• El filosófico, el ambicioso, el avaro son los géneros fundamentales del hombre, cada uno de estos mismos deriva una clase de placer propio. El hombre avaro prefiere el placer de las ganancias económicas, y no, el placer del saber, el conocimiento. De igual manera el ambicioso prefiere la riqueza sobre cualquier cosa. Por tanto el filósofo quien prefiere los placeres de la inteligencia, el conocimiento. Este último es el más capacitado para actuar de juez (es el que diferencia de manera adecuada lo que está bien y lo que no) ya que no se deja llevar por la ‘’adquisición y perduración de la riqueza’’ sino, por el placer de la inteligencia, buscando siempre la verdad.
• El ambicioso y el avaro no poseen placeres puros, están sombreados, es decir, para Platón ellos no se encuentran dentro del dolor o el placer sino, en el sosiego, este es un punto medio entre los dos, por ser un punto medio no conocen detalladamente el otro, llevándolo a sí mismo a tener desconocer los otros placeres.
• Para Platón el hambre y la sed es un vacío que puede ser abastecido con comida y bebida, de igual forma la ignorancia y la sensatez se presenta dentro de la categoría de vacío pero no se pueden abastecer del mismo modo, ya que estos últimos deben abastecidos con el conocimiento.
• Platón le pide al lector que imagine en el interior de un hombre la figura de un león^[1] (más grande que el hombre, enorme y feroz, bestia policroma y policefala) y otra de un hombre (más pequeña que el león), al momento en que el tirano da el control de su alma a la bestia, esta dejando al abandono matando de hambre al hombre que habita en el, y el león a su vez busca insaciablemente la riqueza, adulación, trabajo manual, entre otros, haciendo que al momento de tener el poder del alma busca los deseos superfluos y vanales; mientras que el hombre busca la armonía y justicia en su alma, otorgándole a la parte racional el mando.

BIBLIOGRAFÍA

Platón. La republica. Traducido por José Manuel Pabón y Manuel Fernández-Galiano. Madrid: Alianza, 2002.

...