Biotecnología y el ser humano

Carmen Gil de las Heras        Problemas Sociomorales        Universidad de Málaga

Problemas Sociomorales[pic 1][pic 2]

El ser humano, su biología tecnológica y la bioética

Carmen Gil de las Heras

Tutor: Prof. Dr. José Luis del Barco Collazos

Grado en Filosofía

Curso Académico 2019-2020

Fecha de presentación 22/06/2020

Índice

Resumen/abstract                                                                        1

Introducción                                                                                2

La unión entre lo natural y lo artificial: el hombre                                        3

El destino del hombre                                                                        4

El saber interesado; la teoría hizo la técnica                                                5

La parte oscura de la técnica y la tecnología                                                6

La función de la bioética                                                                8

Conclusión                                                                                10

Referencias bibliográficas                                                                12

Resumen: La técnica es la esencia del ser humano y su modo de vida. Sin ella no existiría un periodo tecnológico de la historia. Desde que llegó el hombre al mundo empezó a crear herramientas y transformarlo para hacerlo más habitable. Esta asombrosa capacidad humana de crear y hacer sin fin es fruto de la conexión que existe entre las manos y el cerebro (la inteligencia) del ser humano. No obstante, la técnica no debe ser nunca objeto de temor y miedo, sino que debe ser gobernada por el hombre, por su creador, para evitar que el hombre de lugar a su propia destrucción. Es hacia esta directriz por la que se encamina el presente estudio, cuya investigación se sustenta en un marco teórico. Este futuro reino de la tecnología podría tener consecuencias no intencionadas. La bioética será un área que podría analizar y servir de apoyo para esta índole tecnológica del ser humano. La investigación muestra que, aunque todavía quede un largo camino por delante y haya que pulir ciertos pensamientos y analizar si son considerados inhumanos, injustos o inmorales, la tecnología tiene grandes oportunidades para prosperar.

Palabras clave: ser humano, herramientas, técnica, biología tecnológica, bioética, fines y medios.

Abstract: The technique is essential to human being. Without it there would not be technological periodo of history. Since man came into the world, he began to créate tolos and transform it to make it more habitable. This enormous human aptitude for créate and making endless is fruit of the connection between the human hands and brain (your intelligence). However, the technique must never be the objetc of fear, but must be governed by man, by it is creator, to prevent man from causing his own destruction. This guideline aims to this study, whose research is base don a theoretical framework. This future kingdom of technological might can have unintended consequences. The bioethical will be an area that might can analyze and serve as support for this technological carácter of human being. The research shows that, although there is still a long way to go and certain thoughts have to be polished and analyzed without being considered inhuman, unfair or inmortal, technology has great opportunities to prosper.

Keywords: human being, tolos, technique, tecnological biology, bioethical, means and aims.

1. Introducción

Desde que el hombre llegó al mundo ha estado creando y transformándolo a partir de sus manos y su cerebro. El mundo, marcado por los avances y progresos del hombre, cada vez está siendo un lugar más habitable para el ser humano. Esto ya se refleja en la historia, y solo ha hecho falta que transcurra el tiempo para ver que hemos pasado de los caballos a un avión, de las cartas para comunicarnos con las personas a un dispositivo móvil, de la máquina de escribir a un ordenador, de las bibliotecas a internet.

        La técnica y la tecnología es la esencia del ser humano, por lo que se encuentran bien introducidas en las prácticas sociales. Gracias a ellas se ha dado un mejoramiento y un gran avance en el ámbito de la medicina, por ejemplo, donde podemos mencionar el descubrimiento de la penicilina u otros grandes tratamientos que han hecho posible salvar vidas.

        La relevancia de este trabajo consistirá en poner el foco de atención en esa biología tecnológica que desprenden los seres humanos y en la problemática que podrían darnos las ansias y la impaciencia por querer seguir transformando el mundo. También se tratará de dar cuenta de una conexión entre lo natural y lo artificial, unión que es originada por el hombre. Reflexionaremos sobre el destino del hombre, marcado por el hacer; el ser humano es puro hacer y crear a partir de sus manos. También le dedicaremos un breve apartado a la oscuridad que puede desprender la tecnología, ya que el ser humano puede originar su propia destrucción si pierde el control de lo que ha creado, hasta el punto de que esa creación acabe dominándolo a él. Y, por último, se hablará de una disciplina bastante importante y que se encuentra relacionada con esta índole tecnológica del ser humano, a saber, la bioética. Ésta responderá a cuestiones como, ¿puede la técnica hacer lo que quiera? ¿Es la protagonista y está por encima de todo? ¿Correría un grave peligro la dignidad de las personas? ¿Es inhumano pensar en el hipotético caso del cruce entre el hombre y un cerdo? ¿Debemos introducir la ética y la moral en estas acciones tecnológicas? ¿Sería primordial y necesario?

        En resumen, se atenderá a los pros y contras de la era tecnológica gobernada por el ser humano, relacionándola con la ética y la bioética, analizando cada una de las palabras, errores y problemas que podrían llevarnos, y dando posibles soluciones al respecto.

2. La unión entre lo natural y lo artificial: el hombre

El ser humano, desde que llegó al mundo, lo ha estado transformando y produciendo cambios. Nuestra evolución nos confirma que, aun cuando éramos primates, tuvimos la capacidad de crear el fuego con solo frotar dos palos. De crear lanzas con ramas de árboles. Si bien fueron alteraciones en la naturaleza sin graves consecuencias, no quita el hecho de que hoy en día, puede que no supiéramos qué es el fuego o cómo se puede hacer (a pesar de que ya no nos hace falta frotar esos dos palos). Además, tras estos pequeños cambios, el mundo natural quedó marcado por unas manos inquietas que producían, producen y producirán (del Barco Collazos, J. L. 2009). De estas manos surgieron más herramientas y utensilios que sumaron a los anteriores. Gracias al sol, la luna, el río, los montes y la habilidad del hombre, se crearon vasijas, hachas, tumbas, pirámides, etc. Hemos pasado de la fabricación de una rueda a la fabricación de un avión, de la invención de la imprenta, papel y tinta a la invención de un ordenador.

El ser humano es puro hacer, no le ha parado nada en la historia para que siga produciendo y haciendo, uniendo lo natural con lo artificial. Así, se afirmaría que el hombre se encuentra en un universo instrumental. Él es dinámico, laborioso, con una biología tecnológica y, por supuesto, cultural. Tiene la capacidad de crear instrumentos con otros instrumentos. Éste es el motivo por el que el ser humano es un ser tecnificado, porque lleva la técnica hacia lo impensable haciéndolo posible. Quién se podría haber imaginado hace unos años que ya no necesitaríamos comunicarnos a través de cartas y esperar semanas para saber de esa persona porque ahora, con solo un dispositivo móvil, te puedes comunicar en segundos. O que gracias a un avión podemos estar en la punta del país en un día. Esto lo demuestra la historia; una carrera sin término que va hacia lo desconocido e impensable. Y lo increíble de todo es que tan solo ha hecho falta tiempo para llegar a estos desarrollos y avances.

Así pues, la tecnología, la técnica, ha dado origen a visiones que creíamos imposibles. Visiones que solo podían ocurrir en la ciencia ficción, ahora se hacen realidad en el mundo en el que vivimos gracias al hombre y su tecnología. Y es que con ella parece que casi todo está a nuestro alcance (por no decir todo). Incluso nos podemos atrever a decir que salva hasta la muerte. Es decir, desde siempre se ha afirmado con toda rotundidad que los seres vivos no podemos salvarnos de la muerte, sino que forma parte de nosotros y nuestro cuerpo. La tecnología quiere hacer de esta afirmación una negación y hacer posible lo imposible. Quiere convertir a los humanos en ¿inmortales? Parece despeluznante, pero gracias a la clonación, por ejemplo, se puede llegar a ello. No resulta creíble hablar de una eterna juventud o una inmortalidad en la realidad cuando esto lo hemos escuchado de pequeños en la mitología o en cuentos. Sin embargo, por mucho que nos cueste creerlo, puede llegar a convertirse en realidad con esta técnica de clonación, e incluso llegar a ser un rasgo esencial para el desarrollo de la biomedicina, aunque, por supuesto, todavía esté en auge de experimentación y halla cuestiones filosóficas que atender. Ya lo decía Ulrich Eibach con sus palabras “el rasgo esencia de la última fase de la biomedicina es disponer al hombre en el mundo de tal forma que puede ser objeto de investigación y planificación: un diseño tecnológico más. Las recientes técnicas biomédicas, farmacológicas y psicológicas apuntan a una reorganización y reconstitución del hombre, de sus relaciones corporales anímicas y sociales. El fin oculto de la ciencia, orientada por un pensamiento utópico, parece ser la creación artificial de seres vivos y la victoria sobre la muerte”. Ulrich Eibach aquí nos muestra mucho más que palabras. Nos muestra una espeluznante realidad. Y es que ya en 1968 (hablamos del siglo XX) se estaba trabajando en Estados Unidos en el problema de cómo derrotar el envejecimiento. El famoso R. C. W. Ettinger hizo que muchos lectores se viesen enfrascados en su obra The Prospecto f Immortality hasta el punto de querer una plaza en el “dormitorio congelado” como cuenta en la obra, para despertarlos y devolverlos a la vida cuando su enfermedad tuviese cura.

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