“COMUNIDAD” Autor: Zygmunt Bauman
Karenbg98Resumen16 de Abril de 2017
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Karen Lorena Bonilla González ID: 446901 NRC: 6875
“COMUNIDAD” Autor: Zygmunt Bauman
En el presente ensayo se hablara en resumen a cerca de cada capítulo del libro “comunidad” de Zygmunt Bauman y para finalizar a partir de los elementos proporcionados y un análisis personal del libro, se contestará a la pregunta “¿Por qué la comunidad es una potencia instituyente?”.
Bauman da inicio a su obra señalando que la palabra “comunidad” genera una buena sensación en las personas, genera un cálido sentimiento de apoyo, entendimiento, aceptación y seguridad. Pero esto se ve opacado en los actuales tiempos que son característicos por ser crueles y rivales, y que por tanto convierten a la comunidad en un paraíso perdido; de lo cual Bauman deduce que se puede diferenciar así entonces de la comunidad de nuestros sueños y las “comunidades realmente existentes” en las cuales se ve e impone un alto grado de dominio y/u obediencia que termina siendo pagada con la libertad de cada individuo.
La comunidad así entonces, implica la pérdida o ausencia de alguno de estos dos valores: la seguridad y la libertad debido a que como dice Bauman: “perder la comunidad significa perder la seguridad; ganar comunidad, si es que se gana, pronto significa perder libertad” (Bauman, 2000). Ante este dilema y el anhelo de que algún día estos dos valores puedan ser repartidos equitativamente en igualdad de oportunidades, Bauman plantea que no hay que dejar de intentarlo, intentar construir esa imaginada comunidad.
- LA AGONÍA DE TÁNTALO:
En este capítulo se hace referencia a la mitología griega y su historia a cerca del hijo de Zeus, Tántalo, quien tras abusar de su bienaventuranza, fue castigado por los dioses al sumergirlo en un rio del cual no podía beber el agua y encima de él tenía un racimo de uvas de las cuales no podía comer. Bauman hace referencia a este castigo para compararlo con los individuos que creen encontrar una comunidad perfecta, quien crea ello, será condenado por la crueldad y realismo de las comunidades realmente existentes.
De igual manera, se habla del concepto de comunidad citando a autores como Rosenberg, Redfield y Hobsbawn haciendo énfasis en la “unidad de comunidad” es decir, en su homogeneidad que tras el paso de la historia se vio afectada por la aparición de los medios de transporte y la informática ya que estos dos elementos rompieron con las relaciones inter e intrapersonales y con la protección que antes era característica en distintos entornos de los individuos. Bauman concluye que una sociedad no puede ser reconstruida en tanto que no poseería la misma fuerza que en un principio y por tanto, opaca la felicidad de cada individuo, felicidad que estaba marcada por la inocencia.
- REARRAIGAR LO DESARRAIGADO:
En este capítulo, citando al autor Rosanvallon, se habla acerca del conflicto interior de una comunidad y la consecuencia que trae como lo es la aparición de la individualidad. Se dice que el surgimiento de momentos históricos tales como la revolución industrial y el capitalismo, generaron que las personas abandonaran su libertad por cumplir con un trabajo que les prometía un salario que cubriera sus necesidades básicas.
Por otro lado, se plantea que la individualización puede pasar por dos procesos: ser protegida o ser discriminada, debido a que priva la libertad de las personas; por tanto, según Bauman se hace necesario que en la comunidad se establezcan normas que equilibren tanto la seguridad como la libertad de los individuos en pro de la satisfacción que esto les genera. Bauman cita a Freud para hacer referencia a las privaciones de las personas las cuales pueden terminar afectando de forma colectiva o individual.
- TIEMPOS DE DESVINCULACIÓN, O LA GRAN TRANSFORMACIÓN, VERSIÓN SEGUNDA:
En este capítulo se argumenta a cerca del poder que los empresarios y jefes tienen sobre los trabajadores y el cómo estos sujetos utilizan la imposición de normas y deberes como forma de poder y obtención de la obediencia de sus trabajadores.
Sin embargo, Bauman plantea que en la actualidad, dicha obediencia no es tan rígida como antes, las personas se alejaron de esto dejando en un papel secundario a los empresarios y dejando otras formas del cumplimiento de sus propias normas. El autor relaciona esto con un experimento conductista con ratas que ante unos estímulos atravesaban muros y repetían conductas, dichos muros eran estables y eran entendidos como las pautas y formas de vivir y que según el autor, comparándolo y relacionándolo con las conductas de la sociedad, dichos muros para cada individuo a partir del siglo XXI “no están establecidos de una vez por todas, sino que son eminentemente móviles”
- LA SECESIÓN DE LOS TRIUNFADORES:
En este capítulo se plantea una comparación entre los triunfadores actuales y la figura de “Don Juan” entendiendo que este sujeto pierde el interés por el amor y por tanto Bauman argumenta que a los triunfadores actuales les pasa exactamente lo mismo, perdieron el interés por triunfar en la sociedad; esto es causado a que se cree actualmente se está en la “élite de los triunfadores”, lo que hace que los “triunfadores actuales” pierdan su identidad y cultura influenciados por las tecnologías y su necesidad de estar movilizándose, lo que Bauman denomina “el mundo del planeta” ; todo esto lo que causa es la imposibilidad de construir comunidad y la ruptura de los lazos de comunicación.
- DOS FUENTES DE COMUNITARISMO:
Zygmunt Bauman pone en cuestión en este capítulo la existencia o no de comunidad y argumenta que si alguna vez esta ha existido, ha sido derrotada por las elites dominantes de la sociedad y por el aumento de la individualidad en la sociedad. Se hace referencia al “comunitarismo” entendiéndolo como la forma en que los individuos comparten entre sí sus beneficios pero con un cierto grado de dependencia.
Para finalizar, Bauman menciona la importancia de la construcción de identidad que aunque debe ser un proceso constante, se ve influenciado por la industria del entretenimiento la cual es capaz de generar, causar o incrementar cambios en las formas de pensar y vivir de los sujetos. Por último, menciona que de dichas construcciones de identidad se generan las “comunidades estéticas” las cuales se caracterizan por ser un conjunto de individuos que a pesar de no tener la territorialidad en común, los une las características y similitudes de sus identidades.
6. DERECHO AL RECONOCIMIENTO, DERECHO A LA REDISTRIBUCIÓN:
Bauman hace énfasis en este capítulo en dos aspectos en particular: el reconocimiento y los derechos. Plantea que a partir de que la sociedad moderna liquida abandona el modelo de justicia social y se replantea desde los “derechos humanos” se alcanza, o se pretende alcanzar formas de satisfacción aceptables para la sociedad. Pese a esto, desde una lógica en que los derechos humanos son para ser reconocidos y gozados individualmente, es necesario luchar por ellos de forma colectiva, lo que hace que se construyan distintas comunidades. A partir de aquella búsqueda de reconocimiento individual y colectivo, desde una perspectiva de justicia social, e incluyendo la “autorrealización” se podría dar fin al gran malestar social del sectarismo. Sectarismo que ha estado marcado y promovido por reivindicaciones de reconocimiento desde la distinción cultural que incitan a la diferencia y separación, contrario de las demandas de redistribución desde la igual que generan integración.
Por otra parte, en este capítulo se plantea que cuando un colectivo está en búsqueda de su “reconocimiento” es porque se sienten víctimas de algún tipo de comparación con otra organización colectiva. En la antigüedad, esto no se presentaba debido a que las distintas comunidades no luchaban por comparaciones envidiosas sino por el respeto a sus condiciones del pasado. Se dice que esto cambió debido a dos procesos: la divulgación de la felicidad como objetivo principal de la vida y deber de todos los individuos, por lo que a todo acto que impida dicha búsqueda se le considera injusto. Y el segundo aspecto, la “privación relativa” que como dice el autor “con el advenimiento de la modernidad, que prometía un continuo incremente de la felicidad, fue sin embargo la constancia de los niveles de vida y la ausencia de una mejora visible lo que podía considerarse un signo de privación.” (Bauman, 2008). Finalmente, entendiendo la injusticia social como parte de las percepciones de la sociedad “liquida” se concluye que esta modernidad ha sufrido un proceso de “individualización”, proceso que unido al fin de los grupos de referencia con los que se guía un colectivo han traído como consecuencia una sociedad moderna que se enfatiza en las diferencias y que por tanto, el derecho humano al reconocimiento no termina cumpliendo con el derecho a una vida digna.
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