Capítulo 1: En un mundo tan diverso, ¿Cómo vamos a estar de acuerdo todos?

Capítulo 1: En un mundo tan diverso, ¿Cómo vamos a estar de acuerdo todos?

Somos el resultado de lo que queremos ser, el libre albedrío con el que fuimos creados, nos permite distinguir entre lo bueno y lo malo. Puedo vivir a mi manera considerando aprender lo que me hace crecer como persona, aceptándolo como bueno, útil y provechoso para relaciones interpersonales que me permitan encajar en un círculo social.

En cierta medida nuestra naturaleza nos obliga a vivir en medio de una sociedad, pero es determinante el ambiente en el que hemos crecido, las tradiciones, los hábitos que se inculcan es lo que nos permite definir nuestro carácter, nuestra personalidad, pero no sin olvidar que siempre hay otras opciones que seguir, aunque a veces parezcan duras o inapropiadas y al intentarlo no resulten. Es decir, tener la oportunidad de expresar mi mente y mi corazón, teniendo en cuenta de no dañar a los demás. Esto es Libertad.

Capítulo 2: A veces pensamos mucho lo que nos conviene o no, tratando de aprovechar las situaciones importantes que nos ayuden a encontrarnos con lo que queremos, y al elegir que hacer con las cosas que nos pasan, logramos un cambio que de acuerdo a la decisión tomada nos lleva o no a la meta propuesta.

Las razones que me llevan a aceptar mi comportamiento, es lo que me motiva a examinar si es por costumbre hacia donde direcciono mi vida o es lo que me motiva a seguir siendo el motor de mi mundo, imponiéndome sin pedir permiso a nadie.

Considero que es mejor innovar que seguir los pasos de otros, pero sin dejar de ser racional; es decir arrojando lo inútil y conservando lo que me genere ganancia. En pocas palabras, vivir satisfecha con mi vida.

Capítulo 3: En la mayoría de casos, la cotidianidad nos lleva a conductas agradables en las que es permitido decidir por nosotros mismos, siendo equivalentes con las costumbres y las ordenes.

Desde el principio de los tiempos han existido claras normas que cumplir, que de algún modo nos han llevado a vivir de forma organizada y a desarrollar la sociedad que hoy conocemos. Pues nos inclinamos a instruirnos.

Capítulo 4: Nuestra vida comprende muchos momentos, de nosotros mismos depende que sean memorables o no, pues si se actúa con sabiduría y respeto, entonces hago las cosas con plena libertad porque actúo a la luz de la verdad y la verdad es sinónimo de libertad.

Somos responsables de elegir nuestro camino, es por eso que no es apropiado confundirnos con la banalidad ofrecida, puede a veces convertirse en basura, entonces no ganamos, sino que perdemos. Es considerable contemplar una buena y digna vida humana, ya que tenemos la capacidad de crear una cultura donde aprendemos a escuchar al otro, ofreciendo así un trato sensible.

Por eso hablar a alguien y escucharle es tratarle como a una persona, es amarnos a nosotros mismos y tener la facilidad de amar a otros, sintiéndonos a gusto con lo que hacemos.

Capítulo 5: No hay nada malo en desear una buena vida, pero cuando se intenta en cierta forma, pasar por encima de las demás personas, es entonces cuando se convierte en una dificultad, la vida se complica más de lo que se supone, pues se pretende poseer, manejar y controlar a nuestro antojo, es entonces cuando se le hace daño a los demás y de lo que se dé, así mismo se recibe también. No nos engañemos, hay cosas que el dinero no puede comprar, es mejor poner a salvo lo que en realidad importa un cariño sincero y espontáneo que nos impulse a ser iguales entre sí.

Entonces la ética nos encamina a ver lo que la vida a veces pretende prescindir, supliéndolo por cosas que pueden llevar al fracaso emocional porque nos preocupamos por agradar a los demás posicionando un complejo vivir, pero sin sentido humano, pues no todo da igual. El esfuerzo de tomar buenas decisiones nos ayuda a comprender que lo que doy es lo que recibo. Y que si busco la felicidad debo empezar por amarme para poder dar amor, es la razón por la que Dios nos ha creado, dándonos la riqueza de ser libres y de escoger el camino a seguir y que, según mis actos, estaría encaminada a la tan anhelada felicidad.

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