Capítulo I - De qué va la ética

Capítulo I: “De qué va la ética”

        Ética para Amador es la obra ensayística más reconocida del escritor Fernando Savater, quien nació en San Sebastián, en 1947. Es considerado un filósofo y escritor español dedicado sobre todo a la reflexión sobre la ética. Asimismo se desempeñó como profesor de Filosofía en diversas universidades, y posteriormente de Ética en la Universidad del País Vasco. Actualmente es colaborador de periódicos y revistas. Es así que ocupando todos estos cargos, le han ayudado a convertirse en un referente imprescindible para toda una generación de España.  Fue galardonado con el Premio internacional de Poesía y Ensayo Octavio Paz (2012), Premio Mariano de Cavia de Periodismo (2012), entre otros. Otras obras de este escritor que guardan relación a nivel temático con Ética para Amador son Ética como amor propio y  El valor de elegir.^[a]

La referencia textual evidenciada en el capítulo “De que va la ética” es referente a La Ilíada, pues toma las acciones de Héctor a manera de ejemplo para contrastarlas con el reino animal, las termitas-soldado, para comparar y contrastar ambos roles. Asimismo, se presenta a Octavio Paz; poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano y Erich Fromm; psicoanalista, psicólogo social y filósofo humanista judío alemán, en las citas planteadas al final del capítulo. ^[b]

Ética para Amador es una carta abierta al hijo adolescente del autor, donde la razón constituye una valiosa invitación a la reflexión moral. En primer lugar, explica De qué va la ética, mostrando la necesidad de un razonamiento íntegro, la libertad en la forma de vida, donde no hay recetas e instrucciones y el único consejo es “haz lo que quieras”. ^[c]

El tema principal de este capítulo es la libertad, definida como la capacidad que nosotros tenemos para decidir a voluntad propia. Esto  es justificado cuando el autor hace la comparación entre las termitas-soldado y  Héctor, el valiente soldado de Troya, donde se menciona que la única  diferencia entre estos dos es que Héctor se enfrentó ante su enemigo porque él quiso, mientras que las hormigas-obreras lo hacían porque era su naturaleza: “… A diferencia de las termitas, decimos que Héctor es libre y por eso admiramos su valor”. Asimismo, este tema está presente en el momento en el que se menciona a las ciencias, las cuales según el autor son estudiadas por simple curiosidad o porque necesitamos de ellas para poder sobrevivir; entonces a partir de esto se observa que los humanos pueden escoger lo que mejor les parezca, teniendo en cuenta el punto límite.^[d]

Además, como subtema tenemos el saber elegir, el cual está relacionado directamente con la ética, es decir, la capacidad de poder distinguir lo bueno de lo malo. “Saber lo que nos conviene, es decir: distinguir entre lo bueno y lo malo, es un conocimiento que todos intentamos adquirir…”. La ética, a su vez, se relaciona con la libertad, puesto que depende de la ética para que alguien pueda elegir hacer lo correcto, y hacer lo correcto es saber vivir o arte de vivir, lo cual define como ética.^[e]

Del tema central se desprende la idea de que la libertad es la capacidad innata del ser humano de inventar y elegir su forma de vida. Pero, ser libres para intentar algo no significa que se logra indefectiblemente, pues hay muchas fuerzas que limitan nuestra libertad, ya que “No somos libres de elegir lo que nos pasa (…), sino libres para responder a lo que nos pasa…”, en otras palabras, pese a no poder controlar ciertas situaciones, el ser humano depende de su capacidad de acción ante dichas circunstancias, y ahí está nuestra libertad. La libertad es un regalo en nuestra vida, pues brinda fuerza y requiere del autoconocimiento.^[f]

Del subtema podemos extraer la idea de que el saber elegir está directamente relacionado con el arte de vivir, es decir que los conocimientos del hombre deben enfocarse en la distinción de lo bueno y lo malo como factor indispensable en el bienestar del ser humano. Sin embargo, es difícil desarrollar dicha capacidad diferenciadora debido a que hay cosas malas que pueden parecer buenas o viceversa. Por otro lado, el hombre tiene la libertad de tomar sus propias decisiones, ello se evidencia en una comparación entre animales y el ser humano, “…los hombres siempre podemos optar finalmente por algo que no esté en el programa…”, es decir el ser humano posee la capacidad  de decisión  a lo largo de su vida, la que debe aprovechar para su autorrealización y el bienestar del contexto que lo rodea.^[g]

El foco es la libertad, y es comprobado en la página veintidós, donde el autor escribe “y así llegamos a la palabra fundamental de todo este embrollo: libertad”. De esta manera el autor deja ver que todo lo que antes había mencionado apuntaba hacia esa palabra, y todo lo que después viene gira también en torno a esta.^[h]

La obra ensayística se titula Ética para Amador, e inicia con una dedicatoria del autor a su esposa, seguida de un epígrafe de Edgar Allan Poe “ Escucha, hijo mío, dijo el demonio poniendo su mano sobre mi cabeza…” Asimismo se visualiza un Aviso Antipedagógico, un Prólogo, los nueve capítulos, el Epílogo “Tendrás que pensártelo” y el Apéndice “Diez años después: ante el nuevo milenio”. En este comentario, lo que se va a analizar es el capítulo I: “De qué va la ética”, el cual consta de 20 párrafos con 406 líneas. De igual manera, Savater utiliza algunos fragmentos de la obra la Iliada de Homero, para ejemplificar uno de los temas que presenta este capítulo, así como también se aprecia una cita textual de la obra La otra voz de Octavio Paz y Ética y psicoanálisis de Erich Fromm.^[i]

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