Castoriadis

.- Como bien lo dice Castoriadis en su texto de la Institución primera de la sociedad e instituciones segundas, la psique de todo sujeto interioriza una ley. Dicha ley repercutirá y se verá reflejada en los procesos grupales que el individuo desarrollará para anudarse y sujetarse a otro mediante el deseo. Dicho deseo para una sociedad, es otorgarse a sí misma una ley; de este punto empieza a estructurarse el proyecto de autonomía en el cual el sujeto se pondrá en juego para pensar y complejizar a partir de simbolizaciones y significaciones de las relaciones que se ejercen en grupo, conformando así la institución primera; la sociedad. Es en este proyecto donde distintas creencias y significaciones colectivas aunadas a representaciones y significaciones sociales e -como bien lo dice Castoriadis-, imaginarios van a fundar los principios básicos de subjetividad e intersubjetividad que imperan en los imagos de los sujetos, para de esta formar construir realidades y pensamientos en base a estas leyes primigenias, es por eso que, citando a Castoriadis: “otorgarse a sí misma su ley significa aceptar a fondo la idea de que ella misma (la sociedad) crea su institución, y que la crea sin poder invocar ningún fundamento extra social, ninguna norma, ningún parámetro de su parámetro” Es por eso que la institución marca sus pautas para las creación de relaciones y vínculos y a su vez se autoproclama, podría catalogarlo como un ciclo porque la institución nos hace sujetos y al mismo tiempo los sujetos hacen la institución.

2.- El imaginario social consiste en que regula el decir y orienta la acción de los miembros de dicha sociedad, en la que determina tanto las maneras de sentir y desear como las maneras de pensar, es por eso que la institución de la sociedad se auto constituye. Desde esta perspectiva, las normas, los valores y el lenguaje no son solo herramientas para hacerle frente a las cosas sino que, como dice Ana María Fernandez “son los instrumentos para hacer las cosas, en particular y con mayor énfasis, para hacer individuos: productores de la subjetividad y de un estado de vulnerabilidad activa”. La institución de la sociedad produce sujetos y ellos a su vez producen dicha sociedad. En tal sentido, las instituciones de la sociedad están compuestas por múltiples instituciones particulares, que Castoriadis llama Instituciones Segundas, que hacen que una sociedad, aún en crisis, sea esa misma sociedad. Como bien es sabido, el lenguaje es la primera institución en la que el hombre está inscrito, a partir del lenguaje la creación de significaciones toma sentido y las metáforas sociales aluden a un bienestar psíquico que le da descanso a la mente humana y hace que las pulsiones de vida o muerte tomen un sentido sublimatorio, ejerciendo plenamente la estructura neurótica del individuo.

3.- Cómo bien lo ha planteado Castoriadis en sus trabajos, la Institución tiene que ver con la reproducción y el fin último de esta es la supervivencia del hombre como ser sociable a través de las Instituciones, es por eso que la institución por excelencia es la sociedad y es la que tiene tal discurso instituido para la proliferación de sujetos y así, estos se inscriban e inserten en el orden simbólico predominante, es por eso que también el concepto de instituyente cobrará un peso muy fuerte ya que a través de esta ligazón puedo decir que lo instituyente propiamente es la creación, en el sentido fuerte de la palabra; la invención, de una forma histórico-subjetiva que permea en la cosmovisión imperante de dicha sociedad, en este sentido, pasa por lo simbólico. Bien lo dice en uno de sus textos, “Todo simbolismo se edifica sobre las ruinas de los edificios simbólicos precedentes, y utiliza los materiales de estos”. De estos materiales se constituyen las instituciones, las cuales no se pueden reducir a lo simbólico, pero sólo pueden existir en ellas.

Existe una

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