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Como Cambio Jonh Lennon Al Mundo


Enviado por   •  24 de Marzo de 2014  •  2.281 Palabras (10 Páginas)  •  233 Visitas

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Introducción:

En la primavera de 1968, el mundo parecía no tener descanso. Por un lado, surgían un sinnúmero de manifestaciones en contra de la guerra de Vietnam; por otro, la URSS y los ee. Uu. se encontraban al borde de la tercera guerra mundial, acababa de ocurrir el asesinato de Martin Luther King y, en las principales ciudades del mundo, estudiantes eran sometidos por rebelarse en contra del gobierno.

En fin, el mundo estaba hecho una revolución y The Beatles vieron la oportunidad perfecta para afinar sus guitarras y hablar sobre esos temas.

En la siguiente investigación nos enfocaremos a uno solo de los Beatles John Lennon y las cosas que hiso para que el mundo dijera que cambio la historia.

John Lennon: El mundo será uno.

Imagine es la imagen permanente de un hombre que marcó este siglo (al igual que Martín Luther King, Ernesto Che Guevara, Gandhi). Cada uno en su propio papel existencial fue un rebelde. Amaron, soñaron y lucharon por lo que consideraban lo más elevado: su pueblo, su historia personal y su derecho a imponerse contra toda la adversidad.

John Lennon mismo se confiesa. “Siempre fui un gran rebelde”. Pero no fue su objetivo disociarse de la sociedad, sino contribuir a sus transformación desde dentro de ella misma. Fue “rebelde”… Pero un hombre común. A la vez que músico, también “poeta”, “fanfarrón” y “loco”. Se reconocía como tal.

¿Qué le llevó a ser tan extraordinario? ¿Qué le llevó a ser el hombre de la década de los setenta?

Su salto sorprendente desde una taberna de baile de Liverpool al centro de un mundo agitado por la Guerra de Vietnam, por la crueldad y el sacrificio de un pueblo remoto y la pérdida inútil de tanta vida joven en esa controversia; un mundo atiborrado de convencionalismos hipócritas desvitalizando su derecho a ser mejor, menos aburrido y con mayores garantías de supervivencia; un mundo excesivamente ideologizado, enredado en la telaraña de la Guerra Fría, del espionaje, de misiles nucleares amenazando con la mutua destrucción, un mundo que clamaba por la descolonización y el cese al intervencionismo militar en las naciones débiles, un mundo conmovido por la imaginación del terrorismo.

¿Qué esperaban los jóvenes de entonces? Una voz universal, un mensaje desenfadado, una sugerencia, no una orden, un signo de ruptura con el convencionalismo extremo, una aventura prolongada y hermosa, un sueño, un sonido, una nueva canción, una nueva luz. Y eso significaron Elvis Presley, Janis Joplin, The Beatles, Bob Dylan, Allen Ginsberg, Joan Báez y otros.

Pero The Beatles fueron la flor del trébol que mantuvo incólume, flotando en esa inundación de nuevas manifestaciones (algo extraño, porque su vida fue relativamente efímera como grupo). Luego vendrían grandes bandas y solistas como Led Zeppelin, Yes, The Temptations, Deep Purple, Uriah Heep, Grand Funk, Rolling Stones, Genesis, Super Tramp, Ten Years After, Bee Gees, Crosby Steel y Nash, Frank Zappa, Jethro Tull, The Jackson Five, Elton John, David Bowie, Alice Cooper, Eric Clapton, Isaac Hayes, etc…

Pero The Beatles fueron los primeros, abrieron el camino. Ellos crearon el espíritu y las condiciones para ir a lo de Woodstock y Bangladesh.

Estuvieron juntos hasta que ya no fue posible, vivieron su gran etapa personal y como banda, pero llegó el momento de romper ese sueño, ya no funcionaba para ellos… y menos después de la muerte de su empresario Brian Epstein. De allí esa inextinguible esperanza de sus fanáticos por volver a verlos unidos. Esa nostalgia. Los Beatles sintieron tempranamente que sus admiradores tendían a apoderarse de sus vidas y huyeron de esa histeria avasallante. Y supieron dar la lección… nunca demostraron nostalgia por el pasado como la banda que rompió la música y el mundo en dos. Aceptaron que no fue a propósito, que fue una simple circunstancia o que, en todo caso, si hubiese habido algún propósito consciente estaba quizás en la mente de ese genio que distinguió a Brian que él era quizá el gran rebelde y que encontró en John Lennon a su mejor aliado.

Como banda sí hubo planes, proyectos, pero terminaron, como toda cosa que empieza, conocieron un final. De ahí el mensaje que nos transmite el Beatle mayor:

“Todos los planes y proyectos son sólo sueños / lo único que realmente deberían hacer / es hacer el amor / No espero que tú comprendas ahora / que el reino de los cielos está en tus manos / No espero que tú despiertes de tu sueño / demasiado tarde para llorar”.

Este “rebelde” saltó de Liverpool al paraíso. Sacó provecho del caos, del histerismo, de la confusión política, moral y religiosa de su tiempo. Hizo provecho consciente de los frutos que obtuvo por su profesión de músico. Un extraordinario músico, un músico espontáneo, con capacidad de liderazgo y potencialidad para crear exactamente lo que la gente necesitaba… lo que él mismo necesitaba. Y en eso fue un empresario de la poesía crecida a través de la música, fundamentalmente del piano y de su condición vocal, porque, a decir verdad, las letras, como composición poética, no serían tan “geniales” sin esa música que las acompaña.

Después de separarse, cada uno tomó su propia ruta aunque el camino fuera en apariencia el mismo. les gustaba el dinero y la publicidad, se vestían finamente aunque con diseños originales, entraban en lujosas limosinas, pero su valor nos demuestra que no confundieron la rebeldía con el fatum (destino) de sumirse en la trampa de tragarse los mitos sin masticarlos, como advierte agudamente Álvaro Mutis.

Saltó a su Paraíso de Titternhurst, en Ascott, Inglaterra. Allí hizo el amor por primera vez con la mujer de su vida: Yoko Ono, la fea más hermosa. Allí se deslumbró de tanta riqueza Julian, su primer hijo (habido con Cinthya, su esposa), quien iba de una calle de casas apretadas en un suburbio de Londres, a pararse en el centro del paraíso de su padre, hasta entonces desconocido por él, un hombre que por estar dedicado a dar al mundo motivos para afirmarse en el siglo no pudo estar pendiente de su hijo… Ambas cosas a la vez no fue posible realizarlas. Más tarde, en carta a Cinthya, le dice:

“Me apena y lamento haberme perdido el hecho de que Julian ha estado creciendo. Ahora es un hombre y lo extraño terriblemente. He sido un sinvergüenza, porque no le presté atención y lo eché de la habitación cuando hacía ruido”.

Sin embargo, Cinthya no desconoce el pasado infantil y adolescente de Lennon. Su padre estuvo en la guerra de 1940, y luego se desaparece.

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