Como se da el Problema del ateismo

Morales Chagoya José Gaspar                                                                                                                                         Teología Natural                                                                                                                                                               05 de septiembre del 2017

Como ya se aludió en la clase anterior, el hombre puede conocer a Dios por la razón natural. Es decir, de manera espontánea; el hombre desde sus comienzos tiene cierta idea de Dios; de ese Ser realmente existente.

A este conocimiento se le denomina espontáneo, pues tiene a Dios como Causa de todas las cosas. Este conocimiento no es inmediato, dado que el conocimiento de Dios no es una cuestión exclusivamente intelectual, pues con él va unida la fe. Por lo tanto, no porque por medio del conocimiento espontáneo se pueda llegar a conocer a Dios no significa que la existencia de Dios sea una verdad de evidencia inmediata para el hombre. La realidad lo comprueba, el hecho de que hay ateos comprueba la inevidencia de Dios, si conocer a Dios fuera evidente no podría haber tantos mentecatos que dijeran en su corazón: no existe Dios.

Sin embargo, a lo largo de la historia, ha habido autores que han afirmado que la existencia de Dios es una verdad de evidencia inmediata. Dios existe y no es necesario demostrarlo, porque sería inmediatamente conocido. A esta cuestión sobre la evidencia inmediata de Dios la resuelve Santo Tomás con la distinción entre evidencia quoad se y evidencia quoad nos.

Los conocimientos evidentes quoad se, son los que no necesitan ser demostrados en sí mismos, pero si con respecto a nosotros. Dios es una proposición evidente quoad se.  Pero, no pudiendo el hombre acceder a la naturaleza divina, conocer lo que Dios es se da manera quoad nos, es decir, con respecto a nosotros no es evidente, sino que necesita ser demostrada por medio de cosas para que nosotros podamos tener nociones de Dios. Solamente en la visión beatífica podremos conocer con evidencia lo que Dios en sí mismo es. Por ello, la primera cuestión que la teología natural debe solventar es justamente la cuestión de la existencia de Dios. Teniendo por objeto a Dios como primera causa del ente finito.

Dicho lo anterior, nos conlleva hablar del ontologismo, doctrina de Vincenzo Gioberti (filósofo italiano) que pretende explicar el origen de las ideas mediante la intuición del ser absoluto. La más importante del ontologismo es el acceso al conocimiento de Dios, sin trabas o mediaciones que desvirtúen, según él, su realidad.

El ontologismo sustenta que Dios es la intuición a priori de nuestro conocimiento, y esta visión inmediata de Dios condiciona la posibilidad de cualquier otro conocimiento humano. Dios sería el ser primario no sólo de la realidad existente, sino del conocimiento.

Entre los más destacados ontologistas esta Malebranche, que se caracteriza por su metafísica teocéntrica. Es decir, la única causa verdadera es Dios, a esta teoría de le denomina ocasionalismo, argumentando que lo finito se ve en lo infinito, las criaturas no se ven primariamente en sí mismas, sino en Dios.

A lo que hay que decir, que nuestro conocimiento no es implícito del Ser divino. Lo que de modo inmediato se capta no es el ser siendo en sí, sino entes que son, que tienen ser.

Por el contrario, Dios se distingue absolutamente de cualquier ente. Dios es el mismo ser, por lo que habría que decir que está por encima del entendimiento. Dios es evidente o per se, porque su esencia es su ser, en sí mismo considerado y en absoluto; pero respecto a nosotros quoad nos, como no podemos concebir lo que es, no es evidente.

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