Deontologia

La deontología jurídica trata sobre la moral del abogado y la forma de actuar con su cliente, el profesional del derecho tiene que defender los intereses de su patrocinado siempre actuando con la verdad y siempre teniendo en cuenta su ética profesional.

El abogado que es honesto tiene como deber ético el guardar reserva de los asuntos vinculados con la vida privada de sus clientes. Ello, porque se debe proteger el bien jurídico correspondiente a la intimidad de la vida privada de las personas, protegidas por la normatividad jurídica.

La ética constituye el ámbito que inspira y cobija los más nobles sentimientos del ser humano. Sin ética el hombre estaría sin "hogar", a la intemperie, desamparado en un mundo en el que sólo imperaría la ley de la selva y la de los más bajos instintos.

Es un importante deber de las Facultades de Derecho y de los colegios de abogados preocuparse seriamente y con sentido de responsabilidad de recordarle a los que ejercen o han de ejercer la abogacía cuáles son sus deberes.

Se pretende al explicar los grandes principios de la deontología, ayudar a captar el espíritu y la inspiración general que ánima a la ética en el ser quehacer del abogado.

Parecía que el estudio de la deontología juega el aburrido papel de un aburrido discurso de moral y en la medida que recomienda conductas sin especificar castigos, se encuentra fuera de contexto.

Necesidad de una deontología jurídica

es importante fomentar y poner en práctica las normas deontológicas en cualquier ámbito social o del conocimiento en que nos desenvolvamos de manera especial entre estudiantes y profesionales del derecho a fin que las mismas dejen de ser letra muerta y se conviertan en una exigencia tal como lo demandan los tiempos y las sociedades actuales.

No sólo en el Derecho Romano encontramos este anhelo de justicia. Al trazar el bosquejo histórico de la deontología jurídica, observamos que una constante del derecho de todos los tiempos es su empeño y compromiso por la justicia. La concepción clásica de Aristóteles Santo Tomás la justicia sea objeto del derecho, el ideal de dar a cada uno lo suyo.

La justicia es un valor que no necesariamente, pero que frecuentemente se realiza a través del derecho.

La justicia sería una cualidad de las normas o de las acciones como el color es una cualidad de la flor, es decir, algo comprobable empíricamente.

El problema de la vocación profesional es áspero, difícil, ya que en él influyen y confluyen muchos factores. Por ello se enfocará sólo desde tres perspectivas, las más objetivas, esto es tomando en cuenta el conocimiento en sí de la profesión, la capacidad de ejercerla y el gusto por practicarla.

Ya se menciona la Deontología en algunos pueblos de la antigüedad, como una herramienta básica para poder llegar a lo justo, desde ordenar que la defensa sea por escrito, hasta seguir los pasos necesarios para determinar quién era culpable.

En Roma, por su parte, se exigían a vir bonus, dicendi peritus (hombre bueno y experto en hablar) que sin lugar a dudas, desempeñaban un muy buen trabajo en su sistema jurídico, no era del todo suficiente para llegar a lo correcto. Estaba por demás que el abogado pronunciara un juramento de decir la verdad y comprometerse a consagrarse lealmente a la defensa de su cliente.

El abogado tenía que ser libre en aspectos realmente grandes en ese tiempo, además de no ser esclavo, tampoco debe de depender ni dar cuentas al poder público ni a particulares.

Por su parte en España, al Juez se le exige, ante todo, que sea una buena persona, integra.

Era evidente que quienes no dominaran sus pasiones no podían ejercer un buen papel de Jueces. La deontología, tenía ya muy precisos los puntos necesarios que marcaban cuales serían los rubros en

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