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Descartes Y Spinoza


Enviado por   •  12 de Junio de 2014  •  3.863 Palabras (16 Páginas)  •  369 Visitas

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Introducción al racionalismo

Es en el siglo XVII cuando nace el racionalismo, el cual pondrá la razón como elemento primordial. Descartes, Spinoza y Leibniz son los principales autores de este periodo siendo Descartes el precursor de esta corriente. En este trabajo expondré el pensamiento de estos autores sobre la libertad y la idea de Dios.

La razón ocupa en el racionalismo el principal elemento que hace posible el conocimiento. La experiencia pasa a ser un elemento innecesario en el proceso de producción del conocimiento, enfrentando directamente las teorías empiristas. En el racionalismo el conocimiento que nos llega por medio de los órganos sensitivos carece de valor debido a la posibilidad de caer en un engaño por parte de los mismos y además afirman que el conocimiento que proviene de estos solo es particular y contingente, al contrario que el conocimiento científico cuyos juicios son universales. En el racionalismo el conocimiento viene dado por unas ideas innatas las cuales surgen gracias a la experiencia. Debido a la creencia de que se puede obtener un conocimiento universalmente valido gracias a la ciencia, que pasara a utilizar un lenguaje lógico que pueda ser empleado para cualquier. Los racionalistas defienden que la realidad no está exenta de justificación a la cual podremos llegar mediante la razón.

DESCARTES: Libertad en Dios y en el hombre

Descartes recibió una educación basada en la filosofía escolástica la cual consideraba errónea y obsoleta. Esto le llevo a replantearse el origen del conocimiento, el cual puso en la razón. Descartes no se dedicó solamente al estudio de la filosofía sino que expandió sus estudios a ramas de la ciencia como la física y las matemáticas. Un ejemplo de como revolucionó la filosofía moderna es el pensamiento reflexivo.

El principal objetivo del proyecto filosófico de Descartes consiste en resolver, el problema epistemológico sobre el origen y fundamento del conocimiento con el fin de establecer una filosofía como ciencia estricta. Todo ello siguiendo el modelo deductivo de la matemática y procurando la unidad de todo el saber. Así, el ideal de Descartes se concreta en buscar y establecer unos principios absolutamente ciertos y seguros desde los cuales poder deducir con todo el rigor científico el cuerpo total de la filosofía.

Por ello Descartes considera que hay que iniciar todo un proceso de duda (provisional), es decir dudar de todos sus conocimientos, tanto de los que proceden de los sentidos como los propios de las matemáticas. Para ello hay que analizar las diferentes razones por las cuales ha considerado sus opiniones y creencias como verdaderas y busca los motivos por los que pueda dudarse de estas razones. Nos encontramos con 3 niveles de duda:

• Dudamos del conocimiento que nos llega a través de los sentidos ya que estos pueden engañarnos.

• Duda de la realidad ya que no podemos demostrar que sea “real” al igual que cuando soñamos pensamos que estamos en el mundo real.

• La teoría del genio maligno según la cual un ser todopoderoso nos mantiene en un mundo ficticio.

Llevando la duda hasta los extremos, se nos presenta una primera verdad “Cogito ergo sum” (pienso, luego existo) es decir no cabe ninguna duda de que existo cuando pienso, no puedo dudar de que soy un sujeto pensante. Ahora se trata de recobrar el mundo exterior, pero para lograrlo hay que disolver la hipótesis del genio maligno, con el fin de que ninguna mente superior y perversa nos pueda engañar una y otra vez, con esta hipótesis se cuestiona la legitimidad de las proposiciones que parecen tener la máxima evidencia, es decir, las que se presentan con “claridad y distinción”. Es decir, hay que contar con la presencia de Dios, él es nuestra garantía de que ningún ser maligno nos puede engañar. Para resolver este problema Descartes analiza la naturaleza de las ideas entendidas como esos elementos con los que conformamos nuestros pensamientos, es aquí cuando llega a la conclusión de que existen tres clases de ideas y que no son del mismo tipo:

• Ideas adventicias.

• Ideas facticias.

• Ideas innatas.

Así pues Dios es una Idea Innata, pero lo primero que hay que hacer es demostrar la existencia de Dios a partir de la idea de Dios, para ese Descartes utiliza tres argumentos:

• PRIMER AGUMENTO: Argumento de la causalidad de la idea de ser infinito.

En la causa debe haber por lo menos tanta realidad como en el efecto; la idea de un ser infinito debe haber sido puesta en mí y no por mí, que soy finito, sino por un ser infinito.

• SEGUNDO AGUMENTO: Argumento de dios como idea de mí ser.

Mi existencia no procede de mí mismo, pues me habría dado las perfecciones que en la idea de Dios considero y no poseo. Tampoco soy yo el que me conserva, tanto mi conservación como mi creación proceden de un ser que no soy yo, este ser ha de ser infinito. Así pues la idea de Dios es innata ha sido puesta por Dios en mí al crearme.

• TERCER AGUMENTO: Argumento ontológico

Todos los hombres tienen una idea de Dios, entienden por Dios un ser que es imposible pensar otro mayor que él, tal ser ha de existir no solo en nuestro pensamiento sino también en la realidad ya que en caso contrario sería posible pensar otro ser mayor que él. Si Dios es la suma de todas perfecciones es imposible pensar que no existe ya que la existencia real es una perfección luego Dios tiene esta perfección

Una vez demostrada la existencia de Dios y reconocida su naturaleza como la suma de todas las perfecciones, puede afirmarse su bondad y veracidad, y proceder a rechazar la hipótesis del genio maligno. Pues pretender engañar, nos razona, no es una muestra de perfección, sino todo lo contrario, de imperfección, y por consiguiente, este deseo de engañar no puede darse en Dios. Para Descartes Dios es el autor de todo lo que está en nosotros. Dios es su creador, por lo que es su garantía de verdad: las ideas innatas, las verdades eternas de las matemáticas o la lógica, etc. Son creaciones divinas y están en nosotros porque Él las ha puesto, y si se nos presentan con una total claridad y distinción, son verdaderas. Esta verdad se fundamente en Dios que no puede errar. Como ya sabemos dios

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