EDUCACION A LA SANTIDAD HIPOCRITA COLOMBIANA

EDUCACION A LA SANTIDAD HIPOCRITA COLOMBIANA

DIEGO AEXANDER MATAMOROS VARELA

Grado 10-02

Licenciado

JUAN CARLOS CHINCHILLA R.

INSTITUCION EDUCATIVA TECNICA NACIONALIZADA DE SAMACA

SAMACA

2015

Palabra clave: Educación y Estado

 EDUCACION A LA SANTIDAD HIPOCRITA COLOMBIANA

“La educación reprime el pensamiento, transmite datos, conocimientos, saberes y resultados de procesos que otros pensaron, pero no enseña ni permite pensar…” Estanislao Zuleta

En la historia del ser humano, desde la formación de la sociedad y su evolución, la iglesia ha tenido  influencia de una manera fuerte en cada una de las etapas de cambio e ideologías.

Desde el siglo XVI la iglesia ha venido ejerciendo  una influencia en la educación de nosotros los jóvenes, y como consecuencia de ello se ha venido notando un atraso gracias al sistema educativo impuesto por un gobierno colombiano mediocre, conformista y fracasado, que con ayuda e influencia de algunos “Santos y Beatos” que de santidad no tienen nada se limitan a dar órdenes, exigir, formar y capacitar a  maestros para que una vez graduados estos se limiten a ser manejados como títeres por manos descaradas de un gobierno que dice ser justo, humanitario y que trabaja por la paz. Por fortuna nuestros maestros han sido personas que piensan con una verdadera inteligencia y en su mayoría, no se han dejado arrastrar por los cuentos baratos de algunos santos y Beatos.

Es triste el saber que en vez de generar la creatividad, la investigación y el libre pensamiento se esté enseñando en nuestras aulas de clase colombianas a tener miedo de pensar, de opinar, a seguir una estructura educativa mediocre y limitada que nos propone un gobierno, que según algunos piensa en e bienestar de todos nosotros los estudiantes y maestros.

La Iglesia ha tenido una gran influencia en la educación colombiana durante los últimos siete años, y es lamentable que en vez de construir una educación humana e igualitaria para todos se estén destruyendo las pocas cosas buenas que quedan en algunos colegios públicos.

Según nuestra “querida” constitución de Colombia reformada en 1991, los colombianos tenemos la libertad de culto es decir que tenemos la oportunidad de “Decir” en que creer. Lamentablemente el gobierno no ha entendido que significa esto.

Basta con ir a una semana cotidiana de clases para ver que el gobierno y la Iglesia promueven la educación religiosa como algo obligatorio para los estudiantes. Si retrocedemos unos ocho años, la materia que hoy conocemos como educación religiosa se llamaba simplemente “Religión”.

El gobierno con sus tontas leyes y  decretos estableció que la educación religiosa en los colegios debía impartir una doctrina no católica, sino una doctrina igualitaria que se enfocara en la construcción de una sociedad basada en valores y en donde todos los estudiantes de las diferentes religiones cristianas y no cristianas tuvieran la oportunidad de aprender un concepto diferente acerca de la religión. Desafortunadamente en los colegios se practica lo contrario, ya que el área de educación religiosa es calificativa dentro del sistema de evaluación, además de las izadas de bandera, y las celebraciones como el miércoles de ceniza que en ocasiones le ponen tintes de obligatoriedad.

La educación religiosa ya no es ese espacio en donde lo importante era formar a la persona humanamente siguiendo valores de humildad sencillez y donde cuyos sentimientos en un futuro aportaran a la construcción de una sociedad justa y humana. Desgraciadamente los colegios solo se limitan a seguir una serie de reglas y normas impuestas por el gobierno, y ni hablar de los temas tratados en el área, ya que totalmente ha desviado el verdadero enfoque que el área debería brindar, es de suma importancia resaltar que actualmente el área de educación religiosa es un espacio para hacer “nada” ya que el interés por parte de los estudiantes es nulo.

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