EL DRAMA DE LA SOCIEDAD

EL DRAMA DE LA SOCIEDAD

Berger inicia hablando en este capítulo sobre la concepción que se tiene de la libertad desde dos puntos diferentes. En el primero se refiere a Kant el cual habla que la libertad no puede ser tomada de manera completa por la razón, pero tampoco se hace accesible de manera empírica puesto que aunque podamos percibir la libertad como un acto efectuado no lo podemos explicar como tal

La libertad no es contradictoria a la causalidad, pero tampoco puede ser explicada mediante esta puesto que la libertad es un acto que se origina a sí mismo y la causalidad es una parte del esquema científico. Ya dijimos que la libertad y la causalidad no son contradictorias sino más bien son vistas desde marcos diferentes, para entenderlo de mejor manera podemos poner como ejemplo la utilidad y la estética. Para esto cojamos como herramienta un sillón, ya que nos es útil para desempeñar varias actividades como lo son reuniones, descansar, sentarse, apoyar, dormir y demás.

Al referirnos al sillón hacemos referencia a su utilidad, pero en ningún momento el concepto de útil nos remonta a lo bello, es decir que el hecho de que un sillón nos sea de utilidad no quiere decir que por esta razón nos sea bello, ya que el concepto de utilidad y belleza tiene el mismo aspecto que el de libertad y causalidad, en el momento que tratamos de distinguirlos y diferenciarnos se nos hace inmedible esta posición.

De igual manera lo podemos ver reflejado con Durkheim y Weber, ya que cada uno de ellos tiene una concepción diferente de la sociedad, Weber habla sobre la acción social como base del orden social, y que es ilustrada por la teoría del carisma, la cual se refiere a que un individuo puede no acoplarse a lo designado por un conceso común y decidir vivir aislado de la situación, hasta que puede llegar un punto en el que este individuo divergente exprese sus ideas que difieren con lo establecido en ese momento y pueda generar un cambio en ese aspecto social del cual se encuentra alejado.

En estos momento el individuo toma un papel carismático al ver como sus ideas pueden cambiar un aspecto ya definido, este cambio o revolución de pensamiento no se ve concebida todo el tiempo como un cambio constante sino que con el tiempo toma una forma rutinaria, es importante anotar que este cambio no seguirá por más de una generación, porque con el paso del tiempo nuevamente se van a ver reflejados el orden político y religioso que harán que tome forma este aspecto, para entender de una mejor manera esta situación podemos tomar como ejemplo lo realizado por los profetas. Los profetas son seres carismáticos que decidieron no continuar con el orden ya establecido porque tuvieron una transformación “divina” que los orientaba a guiar a su pueblo a una nueva vida y así alcanzar la salvación, pero estos profetas no perduraron más allá de su generación, luego del cambio que ellos generaron se instituyo la iglesia (católica-cristiana) que tiene como guías los papas, cardenales, obispos etc.

En el caso de Durkheim, él lo mira como que la sociedad genera hechos sociales que moldean al individuo con la solidaridad para lograr una conciencia social colectiva y así establecer un orden social. Cuando hablamos de un hecho social, por muy sólido que sea actualmente, en un comienzo no fue de esta manera, puesto que para la iniciación de un hecho primero hay que romper con ciertos parámetros ya impuestos en el orden social y al realizarse esta ruptura estamos interfiriendo con el orden ya establecido para ayudar a generar uno nuevo.

Gracia a lo anterior podemos poner en consideración la paradoja que nos da el texto que dice “La sociedad nos define, pero es definida a su vez por nosotros” necesitamos el reconocimiento de la sociedad para poder ser llamados seres humanos, para así crear o tener una propia imagen y así nuestra identidad, pero a su vez la sociedad necesita un reconocimiento de nosotros para poder crear una estructura de la sociedad y así existir en absoluto. En otras palabras se entiende que se necesita de la sociedad y el individuo para poder existir.

Por otra parte podemos resaltar la tesis de Stephen Potter la cual nos habla de la técnica del sabotaje o “ploy” que se refiere a cómo utilizar los medios de tal manera que el resto no sepa cómo vas a actuar y cómo reaccionar a este acto. Como ejemplo tenemos el huésped que no va a la iglesia y que se esfuerza concienzudamente por trastornar a sus anfitriones que vas a la iglesia el domingo en la mañana, mencionando sus propias referencias religiosas oscuramente son esotéricas que posiblemente no le permitiría acompañarlos. O lo podemos ver claramente cuando se refiere a la forma de escape de la tiranía de la sociedad creando para ello unos submundos que coexisten junto a la sociedad, ya que un individuo que decide tomar decisiones por fuera de lo establecido en la sociedad actual, no tratara de cambiarla sino de crear su

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