ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL MAXIMATO: EL PARTIDO DEL HOMBRE FUERTE, 1929-1934


Enviado por   •  29 de Octubre de 2014  •  Ensayos  •  1.146 Palabras (5 Páginas)  •  403 Visitas

Página 1 de 5

EL MAXIMATO: EL PARTIDO DEL HOMBRE FUERTE, 1929-1934

RICARDO POZAS

________________________________________

A Eduardo Blanquel

Durante el periodo comprendido entre la salida de Calles de la presidencia y el ascenso de Cárdenas tuvieron lugar tres gobiernos, dos de ellos interinos y un tercero producto de una elección. Paralelamente se consolidó el primer instrumento político de cohesión vinculado al Estado: el Partido Nacional Revolucionario (PNR), y el general Calles se convirtió en el "Jefe Máximo" de los revolucionarios, cubriendo con su función en el ejercicio del poder una fase de tránsito entre el caudillo político-militar y el partido de masas.

El licenciado Emilio Portes Gil desempeñó el cargo de presidente interino del 14 de diciembre de 1928 hasta marzo de 1930.[ 1 ] Este personaje surgió como alternativa política conciliatoria al caos provocado por la muerte de Obregón. En los catorce meses de su gobierno se desarrolló la pugna entre los obregonistas y los callistas (de viejo y nuevo cuño), que derivó en la liquidación de los primeros.

En lo que toca al conflicto con la Iglesia Católica, surgido durante el gobierno de Calles, Portes Gil promovió el restablecimiento de las conversaciones con el delegado apostólico, monseñor Leopoldo Ruiz y Flores, arzobispo de Morelia y, con la abierta colaboración del embajador norteamericano Morrow, el 27 de junio de 1929 se reanudaron los servicios religiosos suspendidos desde julio de 1926. El acuerdo suscrito entre el clero y el Estado se asentaba en un punto central: el reconocimiento a la jerarquía eclesiástica para designar los sacerdotes que debían registrarse y el respeto a la organización interna de la Iglesia. El acuerdo oficial se suscribió el 21 de junio de 1929.[ 2 ]

La paz procurada por el gobierno era indispensable y funcional al verse en la posibilidad de ser rebasado por una coyuntura que concatenó la escisión del grupo gobernante cohesionado por Obregón, que procreó una asonada militar, la imposición al grupo dirigido por Calles de un candidato a la presidencia sin prestigio político-militar, la presencia de una oposición en la campaña presidencial, ampliamente legitimada en los sectores medios urbanos, encabezada por José Vasconcelos, el inicio del "gran crack" y su incidencia en las condiciones de vida del pueblo en general y el desmoronamiento de la CROM, principal instrumento de contención y control de bases sociales. En este contexto, el discurso ideológico antirreligioso, con una población de acendrada tradición católica, que tenía que echarse a cuestas la cruz de la crisis, resultaba políticamente inadecuado.

El vacío dejado por Obregón en el liderazgo político-militar replanteó al grupo gobernante el problema de la dirección política. La ausencia evidente de un caudillo superior a los existentes condujo a la necesidad de su convivencia para preservar la conducción del Estado. Sin embargo, esta situación no eliminó la ventaja, en la correlación política, que Calles tuvo como presidente en funciones, pero sí le hacía imposible su liderazgo únicamente a través de su poder personal. Este conjunto de condiciones políticas del momento impusieron la necesidad de implementar un aparato de cohesión de los caudillos, que al mismo tiempo se legitimara como instrumento de poder al convertirse en el único vehículo de acceso al Estado. La realización de este proyecto cambió las reglas del juego político al invalidar la búsqueda del poder a través del ejercicio de las armas, la clientela y el partido

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (7.2 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com