EL OJO “La poesía abre la noche al exceso del deseo”

EL OJO

“La poesía abre la noche al exceso del deseo”

BATAILLE

El personaje principal creció solo dándonos una identidad anónima y nos da a entender que desde que tiene memoria tenga cierta angustia por todo lo sexual, cuando tenía dieciséis años se encontró en la playa X a una joven de nombre Simona, pasando el tiempo se dio cuenta que compartía con el esa ansiedad por verse, él y Simona tenían la misma fijación por el sexo en el cual ambos coincidían que el nombre “culo” era el más hermoso.

En casa de Simona en el rincón de un corredor había un plato de leche para el gato, entonces Simona le dijo al personaje principal “los platos son para sentarse” y sin separar sus ojos de los de el se sentó sobre el plato sin que pudiera ver como empapaba sus nalgas ardientes en la leche fresca, se quedó delante de ella inmóvil, mientras ella fijaba su vista en su verga erecta, se recosté a sus pies y por primera vez vio su carne rosa y negra que se refrescaba en la leche blanca.

Así empezaron entre el y Simona relaciones tan cercanas y tan obligatorias que les era casi imposible pasar una semana si verse y sin embargo apenas hablaban de ello, el personaje principal recuerda que un día viajában a toda velocidad en auto y atropellaron a un ciclista que debió de ser muy joven y bella, su cuerpo había quedado casi decapitado entre las ruedas. Se detuvieron mucho tiempo, metros adelante para contemplar a la muerta, la impresión de horror y de desesperación que les provocaba.

El y Simona se mantuvieron largo tiempo sin acoplarse, aprovecharon toda clase de circunstancias para liberarse de actos poco comunes. En una ocasión se encontraron en lo alto de un acantilado le bajo el pantalón y Simona lo hizo extenderse sobre la tierra luego ella se alzó el vestido sentándose sobre su vientre dándole la espalda y empezó a orinar mientras él le metía un dedo por el culo ella le pidió que hiciera pipi al aire para que callera en su culo a lo cual él le respondió que si lo hacía sin remedio caería sobre sus ropas y su cara ¡Que importa! dijo Simona, hizo lo que le pidió y  apenas lo había hecho la lleno de nuevo pero esta vez con espeso y blanco, semen unos minutos después de esto escucharon unos pasos que rosaban la hierba Simona le pidió que no se moviera para exhibir su cuerpo a la mirada de aquel hombre o mujer que nos viera, cuando vio quien era, MARCELA la más pura y conmovedora de sus amigas, al verlos marcela callo sobre la tierra sollozando, lo cual aprovecharon para ponerse sobre su cuerpo, Simona le levanto la falda, le arranco el calzón y le mostro un nuevo culo, en la beso con rabia al tiempo que la masturbaba, Simona había caído en un charco de lodo y se embarraba el cuerpo con furor se masturbaba con la tierra y gozaba violentamente.

EL ARMARIO NORMADO

Simona contrajo la manía de quebrar huevos con el culo, cuando su madre los sorprendió masturbándoce en la sala de la casa de Simona se limitó a observar sin decirles nada, cuando se dieron cuenta que estaba ahí, Simona se limitó a decirle “has como si no hubiera nadie” y salieron tranquilamente como si su madre se hubiera reducido a retrato de familia.

Durante unas semanas el personaje principal y Simona dejaron de ver a Marcela la cual carecía totalmente de voluntad, cuando al fin la volvieron a ver la invitaron a merendar con algunos amigos pero en realidad solo tomaron champaña la cual   comenzó a tener efectos, Simona empezó a masturbarse frente a todos, Marcela miraba el espectáculo con fijeza, el arranco la ropa y cruzo el salón para alcanzar un armario en el cual se encerró, quería masturbarse en el armario y les suplicó que la dejáran tranquila, pronto la merienda se convirtió en una orgia, mientras marcela estaba sola y triste encerrada en el armario donde el personaje principal abuso de ella, lanzo un grito inhumano que le desagarro la garganta y esto solo funciono para que la exhibieran aún más.

EL OLOR DE MARCELA

Después de ser exhibidos de esa manera gracias al grito de Marcela, el personaje principal creyó que era necesario salirse de su casa ya que no quería observar las reacciones de su padre quien tenia creencias muy reflejadas a la religión y esto por logia le causaría bastantes problemas entonces recurría a Simona para conseguir alojamiento en su casa, esa noche no hicieron algún acto fuera de lo normal, Simona le llevaba comida todos los días pues vivía escondido en su casa, su madre no tenía la más mínima autoridad sobre ella y aceptaba la situación durante esos días Simona le propuso rescatar a Marcela de “El falso castillo del placer” y opinaba que apenas los viera se moriría de tanto placer y excitación que sentiría.

Al mismo tiempo el personaje principal sintió un líquido caliente que corría a través de sus piernas, al terminar se levantó y Simona reacciono con actos aún más referentes a que ambos tenían bastantes ganas y violentas de hacer el amor, pero no pensaban que fuera posible sin Marcela.

UNA MANCHA DE SOL

Tanto para Simona como para el personaje principal la única persona que les era importante era Marcela la cual sabían que estaba en una casa de salud “El falso castillo del placer” en el cuarto número ocho, ahí fue por primera vez que se vio a Simona angustiada por algo diferente a su propio placer, reconocieon bajo el camisón blanco el cuerpo delgado de Marcela la cual en el momento que los vio pareció devolverle la vida al rostro, Simona casi lloraba de alegría, Simona dejo caer su mano a lo largo del vientre y toco su pubis marcela la imito al mismo tiempo puso su pie sobre el borde de la ventana descubriendo una pierna, llevaba un ligero blanco y medias blancas, mientras que Simona llevaba medias negras y un ligero negro.

UN HILO DE SANGRE

Para el personaje principal la orina se asocia profundamente al salitre y a los rallos del sol y no sé por qué a una bacinica antigua de tierra porosa abandonada en un día lluvioso de otoño sobre el techo de zinc de una lavandería de provincia

Al regreso a casa que estaba a vente kilómetros de distancia a mitad del camino Simona lo detiene diciéndole que sentía escalofríos al continuar el camino salió proyectada de la bicicleta hacia un talud. La encontró inerte con la cabeza caída con un delgado hilo de sangre corriendo por sus labios, la tomo entre sus brazos y camino lo más rápido para llegar a casa antes de que amaneciera y todos vieran que estaban desnudos, al llegar se recostó a su lado entregándole a un sueño poco profundo y lleno de pesadillas

SIMONA

Simona empezó a divertirse obligando al personaje principal a tirar huevos en el  deposito del excusado,  huevos duros que se hundían y cascarones casi vacíos, permanecía largo tiempo sentada mirando los huevos bajo su culo entre las piernas abiertas, otro juego consistía en quebrar un huevo fresco y vaciarlo bajo ella a veces orinaba encima, otras veces lo obligaba a tragarse el huevo crudo.

Ambos personajes imaginaban a Marcela solo con el ligero y las medias con el culo en alto, las piernas abiertas y la cabeza hacia atrás la dejaban caer desde lo alto un chorro de crema blanca sobre su ano gris.

Un día justo a la hora del sol oblicua un huevo medio vacío fue sorbido por el agua y tras llenarse haciendo un ruido extraño fue a naufragar justo frente a ellos esto tuvo para Simona un significado tan extraordinario que gozo mucho tiempo con el recuerdo.

El le pregunto que significaba para ella la palabra orinar y le respondió burlar “los ojos con una navaja o algo rojo, el sol y ¿el huevo? Un ojo de buey debida color de su cabeza, además porque la clara del huevo es el blanco del ojo y la yema del huevo la pupila. La forma del ojo según ella es al también la forma del huevo, a veces decía, “quebrar un ojo o reventar un huevo manejado razonamientos insostenibles, para ella el olor a culo era el olor a la pólvora, un chorro de orina un balazo visto como una luz,  pasaron en total seis semanas hasta que Simona pudiera salir en bicicleta hasta el sanatorio para rescatar a Marcela, cuando afín estuvieron los tres juntos y el quiso abrazar a Marcela pero ella retrocedió haciéndole una  pregunta ¿podemos casarnos? ¿No es cierto?, aquí se está mal y se  sufre, apenas se daba cuenta de la presencia de Simona que a veces tomaba riendo por un lobo a causa de sus cabellos negros encontró la cabeza de Simona colocada sobre uno de sus muslos dócilmente como un perro, le pidió que la protegiese cuando regresara el Cardenal explicándole que el era la persona que la encerró en el armario “el cura de la guillotina”, extraña coincidencia  de piedad y repugnancia por los sacerdotes.

LOS OJOS ABIERTOS DE LA MUERTA          

Marcela se colgó después de un accidente fatal. Reconoció el gran armario normado y de inmediato comprendió al mirar al personaje principal que el hombre al que llamaba Cardenal era el, Simona y el salieron del cuarto y cuando regresaron la encontraron colgada, Marcela se había vuelto completamente una extraña y en ese momento Simona también. Ya no amaba a ninguna de las dos ni a Simona ni a Marcela

Que Simona se hay atrevido a orinar sobre el cadáver cosa que le complacía mucho la irritaban sobre todo sus ojos era extraordinario que no lo cerrara cuando Simona inundo su rostro

ANIMALES OBSCENOS

Para evitar la molestia de una investigación policiaca se fuimos de inmediato a España, Simona le dijo que Sir Edmond los encontraría en Madrid. Después del suicidio de Marcela, Simona había cambiado mucho miraba al vacío y todo la aburría solo tenía apego a la vida durante los orgasmos que eran más violentos que antes, en Madrid Simona se hizo aficionada a las corridas de toros en especial cuando sale el toril y busca hundir los cuernos en el cráneo o en el lomo de una yegua provocando que las vísceras caigan entre las patas con inmundos colores pálidos blanco, rosa y gris nacarado y muy especial se conmovía cuando la vejiga se reventaba y soltaba sobre la arena un charco de orín de yegua, durante la corrida permanecía ansiosa de ver al torero proyectado por el aire por una de esas monstruoso cornadas, en las corridas durante esos pases prodigiosos desencadenan un verdadero delirio en los ruedos las mujeres se masturban con el simple frotamiento de los muslos. Pidió a Sir Edmon los testículos del primer toro exigiéndole que estuvieran crudos. “Los quiero delante de mí en un plato”.

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