¿EXISTE EL ALMA?

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UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL CARMEN

PREPARATORIA DIURNA

CAMPUS II

Ensayo:

¿EXISTE EL ALMA?

Jaqueline Esther Cupil Ricardez

1 J

Secuencia 1

1 Semestre

Materia: Filosofía

18 de septiembre de 2015

Introducción

Uno de los grandes retos que se ha impuesto la ciencia moderna, es comprobar de manera científica cualquier tema que tenga una estrecha relación con la religión y la fe, lo cual siempre será gran causa de polémica. Las áreas de estudio pueden ser diversas, superfluas, inconclusas. Sin embargo, la búsqueda de la propia identidad, del “ser, del alma, es uno de los temas que más ha intrigado a la humanidad.

Podemos definir al alma como la esencia del hombre, aquello que forja su identidad; Es el principio por el cual los hombres y los animales pueden moverse por sí mismo, y en sí, es una entidad no material e invisible. Esta sustancia  espiritual, que en términos religiosos complementa la esencia del hombre, ha tenido distintos acercamientos por parte de la ciencia.

Se han planteado muchas interrogantes para tratar de comprender este fenómeno: ¿existe el alma?, ¿acaso los científicos pueden contribuir a la respuesta de la pregunta de si las experiencias religiosas son de carácter sagrado o tienen un origen nervioso? Y si es así, ¿podríamos responder a las preguntas de si dios existe y de algún modo, a través de nuestro cerebro, se comunica con nosotros? Tal vez es, mediante estas interrogantes, que se podría llegar a resolver la pregunta clave: los seres humanos… ¿somos “nada más que un paquete de neuronas” y el alma, un simple producto de la actividad del cerebro?

En este ensayo, se tratara de comprobar de manera irrefutable, mediante análisis, deducción e investigaciones de diversos autores, la existencia de lo que se conoce como “el alma”, en que parte de nuestro cuerpo se aloja y el punto de vista que tienen diferentes culturas acerca de esta.

La etimología del alma señala el principio por el cual los hombres y los animales pueden moverse por sí mismos. Sin embargo, con el tiempo, el alma pasó a asociarse con la religiosidad y el misticismo. Existen diversas definiciones que se le atribuyen a este concepto. Según los diccionarios:

“Sustancia espiritual e inmortal. Capaz de entender, querer y sentir, que informa al cuerpo humano y junto con él constituye la esencia del ser humano. Persona, habitante, individuo. Parte principal de una cosa.”

Mientras que la psicología cuenta con una definición propia:

“Si bien con diversos matices, siempre se ha entendido por alma el principio de la actividad vital, un algo de naturaleza metafísica que se halla más allá de los fenómenos y que obra como causa operante de la vida. Alma es, pues, el concepto y el término propio de la Psicología racional o especulativa, que ha sido dejado de lado por la Psicología experimental a causa de su ambigüedad. Hoy su uso ha quedado reservado a la Antropología filosófica o, si se prefiere, a la Metafísica.”

El magisterio católico también define de cierto modo al alma, en el cual se propone que el hombre únicamente cuenta con una, no tiene existencia material, es superior al cuerpo y su espiritualidad puede ser demostrada.

Una idea que hasta hace poco barajeaban los investigadores psicólogos y antropólogos era que los seres humanos son “dualistas” por nacimiento: desde niños por mera intuición, se supone que se tiene clara la separación de los conceptos del cuerpo y alma, sin embargo esto no es así, como lo han refutado otros estudios, incluyendo el hecho de que el alma no se concibe de la misma forma en otras culturas del mundo.

El alma en la religión

Si se busca entre las distintas religiones y doctrinas que hay en el mundo, se encontrara que cada una tiene su propio concepto del “el alma”. Las nociones religiosas son básicamente heredadas de la familia y ambiente social en el que se desarrolla un individuo, por lo que la intervención de estos conceptos es crucial en los primeros años de vida.

Cada cultura cuenta con sus propios creadores, sus propios dioses, su propia forma de ver el flujo continuo de la vida. Dentro de la tradición judía, al igual que el Corán musulmán, se menciona que Yahvé o Ala respectivamente son quienes insuflan el alma de los humanos. En la biblia cristiana se observan algunas referencias, pero no hay tampoco una definición concisa; se entiende simplemente como la “esencia” del espíritu de una persona, al cual es supuestamente inmortal y dejara el cuerpo que la contiene al morir.

En las culturas oriundas del continente asiático, se tienen conceptos distintos a la tradición judeocristiana. En la tradición hindú y el jainismo, la llamada jiva es considerada la ´esencia mortal´ de un ser viviente, una suerte de vehículo de la eternidad. Los budistas dicen que el alma existe, pero como una entidad separada, al mismo tiempo ligada a nuestro cuerpo. Por su parte, en la cultura polinesia, no existe algo similar al alma, acaso será el concepto de mana, la cual no es el alma de objetos, animales o humanos, sino que se refiere a las fuerzas de la naturaleza, como el trueno o las tormentas, concebidas como una expresión de un agente sobrenatural cuya magnitud es infinita.

El alma en la ciencia

En base a estas últimas definiciones, se ha comprobado que cada cultura tiene su propia ideología acerca de la vida, su transacción y el concepto del alma.

Por un lado, la ciencia de una manera diferente y un tanto razonable explica el origen del alma: la experiencia religiosa sería una proyección del cerebro para explicar un conjunto de actividades mentales. Todo esto comenzó con los primeros rituales funerarios, en los cuales los seres humanos empezaron a plantarse dudas acerca de su existencia. Surgieron las interrogantes: ¿A dónde vamos después de la muerte?, o ¿Por qué es posible nuestra existencia? Es aquí donde cada cultura desarrollo su propia definición y concepto acerca del alma, el arje y la transición d la vida.

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