El Trastrocar Las Cosas Confundido

El Trastrocar las cosas confundido

Los actos fallidos son aquellos en los que algún mecanismo físico experimenta un fallo evidente. Según Freud se rigen por dos principios, el primero es que tienen sentido y el segundo que al ser actos psíquicos tienen una intención. Son en realidad pequeños síntomas de problemas psíquicos que se manifiestan en personas mentalmente sanas.

Freud con sus innumerables ejemplos nos muestra en este capítulo como las personas normales tienen equivocaciones en los desempeños motores, en su trato cotidiano con los demás, pueden realizar acciones que contradicen su intención inconsciente y que aparentemente están desprovistas de sentido, como tomar una cosa por otra, dejar caer, voltear, hacer añicos objetos, dar una cosa por otra, movimientos torpes y “accidentes”.

Ha formado dos grupos de casos; a todos aquellos en el efecto fallido; o sea, el no cumplimiento de la intención, parece lo esencial, los dedigna como “trastrocar las cosas confundido”; y aquellos en que más bien la acción toda parece desacorde con el fin, los llamo “acciones sintomáticas y contingentes”.

Cuando visitaba pacientes a domicilio, solía acontecer que , ante la puerta a la cual debía golpear o llamar, extraía del bolsillo las llaves de su casa, la cual suponía que esta acción fallida sacar las llaves en lugar de llamar significaba un homenaje a la casa donde cometía ese desacierto, era equivalente al pensamiento “aquí estoy como en casa” y solo ocurría donde se había encariñado con el enfermo, es decir el paciente transfirió hacia el parte de su vida emocional sea de amor u odio y la manifestación de él es el cariño hacia sus pacientes.

El coger una cosa por otra puede estar relacionado con las emociones que se tengan en ese momento como por ejemplo: el doctor Hanns siempre lleva consigo las llaves de su oficina y las llaves de su vivienda la cual guardaba en lugares diferentes, a pesar de ello, ya frente a la puerta, que por la esaclera había aprontado la llave que o correspondía. Con un experimento estadístico llego a la conclusión de que cuando llegaba a cada una de las puertas estaba en un similar estado de ánimo. Extraía la llave de su casa ante la puerta de su oficina, y solo una vez sucedió lo inverso, y era que llegaba cansado.

El desacierto de tomar una cosa por otra para se así empleado como auto reproche es apropiadísimo. Aquí el desacierto actual quiere figurar el desacierto que uno cometió en otra parte o puede ponerse al servicio de una serie de oscuros propósitos.

Dejar caer o hacer añicos objetos pueden ser expresiones inconscientes de pensamientos o motivos oscuros. Por ejemplo, una empleada domestica hizo añicos unas copas finas. La explicación que da Freud, es que no se identifica con sus patrones, no los considera miembros esenciales. Otro ejemplo podría ser: un tintero que tengo de una base de mármol decorada de bronce y figuritas de terracota. Me pongo en la mesa a escribir, y con la mano que sostiene la pluma hago un movimiento torpe y arrojo al piso el tintero que estaba sobre la mesa. No es difícil hallar la explicación. Horas antes mi hermana había estado en el estudio para contemplar mis adquisiciones. Las hayo muy hermosas pero dijo que mi escritorio estaba

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