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Filosofia

chikisluna26 de Octubre de 2012

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De lo dicho extraemos ante todo sólo esto:

Hay que tener mucho cuidado si nos arriesgamos a iniciar una conversación bajo el título de “¿Qué es eso de filosofía?”.

Lo primero es que intentemos colocar la pregunta sobre un camino claramente orientado, de modo que no andemos dando vueltas entre representaciones arbitrarias ni casuales respecto de la filosofía. Pero, ¿cómo hemos de encontrar un camino en el que podamos determinar nuestra pregunta de modo tal que merezca nuestra confianza?

El camino que ahora yo quisiera indicar está inmediatamente ante nosotros. Y sólo porque es el más próximo de todos, sólo por eso nos resulta difícil hallarlo. Pero aun habiéndolo encontrado, todavía seguimos siempre moviéndonos torpemente en él. Preguntamos: ¿Qué es eso de filosofía? Con bastante frecuencia hemos pronunciado ya la palabra “filosofía”. Pero si ahora no empleamos la palabra “filosofía” como un título gastado por el uso, si en lugar de ello oímos la palabra “filosofía” a partir de su origen (Ursprung), entonces suena: aÛfosolif. La palabra “filosofía” habla ahora en griego [iv].

La palabra griega es, en tanto palabra griega, un camino. Éste está, por un lado, ante nosotros, porque la palabra hace mucho que nos ha sido dicha de antemano. Por otro lado, está ya detrás de nosotros, pues ya hemos oído y dicho esta palabra. Según esto, la palabra griega aÛfosolif es un camino sobre el cual estamos en camino (unterwegs). Sin embargo, conocemos este camino sólo de manera totalmente confusa, si bien poseemos y podemos difundir muchos conocimientos historizantes (historische) [v] sobre la filosofía griega.

La palabra aÛfosolif nos dice que la filosofía es algo que primeramente determina la existencia de la helenidad (Griechenturn). No sólo eso -la filosofía determina también el rasgo fundamental más íntimo de nuestra historia (Geschichte) europeo-occidental. La expresión “filosofía europeo-occidental”, que oímos frecuentemente, es en verdad una tautología. ¿Por qué? Porque la “filosofía” es griega en su esencia-, griega quiere decir aquí: la filosofía es en el origen de su esencia de índole tal, que ante todo fué la helenidad, y sólo ésta, lo que la filosofía reclamó para desenvolverse a sí misma.

Sólo que la esencia originariamente griega de la filosofía resulta guiada y dominada, en la época de su señorío europeo-moderno, por representaciones cristianas. El dominio de estas representaciones es mediado por la Edad Media. No obstante, no puede decirse que de tal modo la filosofía se vuelva cristiana, es decir, que se convierta en cosa de la fe en la revelación y la autoridad de la Iglesia. La frase: la filosofía es griega en su esencia, no dice sino que: Occidente y Europa, y sólo ellos, son, en su marcha histórica (Geschichtsgang) más íntima, originariamente “filosóficos”. Esto lo atestigua el origen y el dominio de las ciencias. Porque provienen de la más íntima marcha histórica europeo-occidental, es decir, de la filosófica, por ello están hoy en condiciones de dar su específico sello a la historia del hombre sobre toda la tierra.

Reflexionemos por un momento acerca de lo que significa que se caracterice como “época atómica” una era de la historia humana. La energía atómica, descubierta y liberada por las ciencias, nos la representamos como aquel poder que ha de determinar la marcha histórica. Seguramente nunca hubiese habido ciencias si la filosofía no las hubiera precedido y se les hubiese adelantado. La filosofía, empero, es: ² aÛfosolif. Esta palabra griega enlaza nuestra conversación con una tradición (Überlieferung) [vi] histórica. Porque esta tradición es y será única, por ello es también unívoca. La tradición nombrada por el nombre griego aÛfosolif, la que nos nombra la palabra histórica (geschichtlich) aÛfosolif, nos franquea la dirección de un camino sobre el que preguntamos: ¿Qué es eso de filosofía? La tradición no nos entrega a una coerción de lo pasado (Vergangene) [vii] e irrevocable. Transmitir (überliefern), délivrer [viii], es un liberar, es decir, hacia la libertad de la conversación con lo sido (Gewesene). El nombre de “filosofía”, si verdaderamente oímos la palabra y meditamos lo oído, nos llama hacia la historia de la procedencia (Herkunft) griega de la filosofía. La palabra aÛfosolif está, por así decir, en la partida de nacimiento de nuestra propia historia, podemos aun decir: en la partida de nacimiento de la época actual de la historia universal que se llama época atómica. Por ello sólo podemos preguntar la pregunta: ¿Qué es eso de filosofía?, si accedemos (einlassen) a una conversación con el pensar de la helenidad.

Pero no sólo aquello que está en cuestión, la filosofía, es griega según su procedencia, sino también el modo cómo preguntamos; el modo en el que todavía hoy preguntamos, es griego.

Preguntamos: ¿Qué es... ? (was ist das... ?) . Esto suena en griego: Ût nits¤. Pero la pregunta por lo que algo es, sigue siendo multívoca. Podemos preguntar: ¿qué es eso allá a lo lejos? Recibimos la respuesta: un árbol. La respuesta consiste en que damos su nombre a una cosa que no (re) conocemos bien.

Sin embargo, podemos seguir preguntando: ¿Qué es eso que llamamos “árbol”? Con la pregunta formulada ahora llegamos ya a la proximidad del Ût nits¤ griego. Es aquella forma del preguntar que desarrollaron Sócrates, Platón y Aristóteles. Preguntan, por ej.: ¿Qué es lo bello? ¿Qué es el conocimiento? ¿Qué es la naturaleza? ¿Qué es el movimiento?

Pero ahora debemos observar que en las preguntas recién mencionadas no sólo se busca una delimitación más exacta de lo que es naturaleza, movimiento, belleza, sino que: también al mismo tiempo se da una interpretación de lo que significa el “qué• (“Was”), en qué sentido ha de entenderse el Ût. Lo que el qué (Was) significa se lo llama el quid est, Ût quid: la quidditas, la Washeit [ix]. Sin embargo, la quidditas se la determina de distinta manera en las distintas épocas de la filosofía. Así, por ej., la filosofía de Platón es una peculiar interpretación de lo que significa el Ût. Significa, a saber, la a¡dÞ. Que cuando preguntamos por el Ût, por el quid, signifiquemos con ello la “idea”, no es de ningún modo cosa que se comprenda de suyo. Aristóteles da del Ût una interpretación distinta de la de Platón. Otra interpretación del Ût la da Kant, otra Hegel. Aquello que en el hilo conductor del Ût, del quid, del “qué” se pregunta en cada caso, ha de determinarse cada vez de nuevo. De todos modos, vale lo siguiente: cuando en relación con la filosofía preguntamos: ¿Qué es eso?, entonces preguntamos una pregunta originariamente griega.

Fijémonos bien: tanto el tema de nuestra pregunta: “la filosofía”, así como el modo en que preguntamos: “¿qué es...?” - ambas cosas según su procedencia siguen siendo griegas. Nosotros mismos pertenecemos a esta procedencia, aun cuando ni siquiera una vez nombramos la palabra “filosofía”. En cuanto no sólo pronunciamos la pregunta: ¿Qué es eso de filosofía? en el aspecto material de sus palabras, sino meditamos sobre su sentido se nos llama expresamente a volver (zurückgerufen) hacia esta procedencia, se nos re-clama (re-klamiert) para ella y por ella. [La pregunta: ¿Qué es filosofía? no es una pregunta que busque una especie de conocimiento en sí mismo (filosofía de la filosofía). Tampoco es una pregunta historizante (historische) que se interese por determinar cómo comenzó y se desarrolló lo que se llama "filosofía". La pregunta es una pregunta histórica (geschichtliche), es decir, destinal (geschick-liche) [x]. Más aun: no es “una”, es la pregunta histórica (geschichtliche) de nuestro Dasein [xi]europeo-occidental] [xii].

Cuando nos adentrarnos en el sentido total y originario de la pregunta: ¿Qué es eso de filosofía?, entonces nuestro preguntar, merced a su procedencia histórica (geschichtliche), ha encontrado una dirección hacia un futuro histórico (geschichtliche). Hemos encontrado un camino. La pregunta misma es un camino. Éste conduce desde el Dasein de la helenidad hasta nosotros, si es que no va aun más allá de nosotros. Estamos -si perseveramos en la pregunta- en camino (unterwegs) sobre un camino (Weg) claramente orientado. No obstante, por ello no tenemos aún la garantía de que estemos inmediatamente en condiciones de andar por este camino del modo debido. Ni siquiera podemos determinar de inmediato en qué punto del camino nos hallamos hoy. Desde hace mucho tiempo se suele caracterizar como pregunta por la esencia la pregunta acerca de qué sea algo. La pregunta por la esencia se despierta cada vez que se ha oscurecido y enredado aquello por cuya esencia se pregunta, cuando al mismo tiempo se ha vuelto vacilante, o aun se ha quebrantado, la relación del hombre con lo preguntado.

La pregunta de nuestra conversación concierne a la esencia de la filosofía. Si esta pregunta proviene de una necesidad y no debe quedar meramente como pregunta aparente de una charla (Konversation), entonces la filosofía en tanto filosofía debe habérsenos vuelto cuestionable (fragwürdig). ¿Es esto cierto? Y si lo es, ¿hasta qué punto se nos ha vuelto cuestionable la filosofía? Evidentemente esto lo podemos declarar sólo si ya hemos echado una mirada dentro de la filosofía. Para ello es necesario que previamente sepamos qué es eso de filosofía. Así, de extraña manera, se nos da vueltas dentro de un círculo. La filosofía misma parece ser este círculo. Suponiendo que no nos pudiéramos librar inmediatamente de la órbita de este círculo, sin embargo nos es permitido ciertamente dirigir la mirada hacia el

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