Filosofía De La Educación

Filosofía de la Educación

Hemos entendido que por medio de la filosofía de la educación se pretende formar mejores seres humanos; resolviendo las interrogantes: ¿Qué tipo de hombre se desea formar?, ¿con qué valores?, ¿para qué formar a esos hombres?; y se ha establecido que la filosofía es la esencia de todo, material e inmaterial, visible o invisible; y, probablemente, lo más difícil es entender, buscar o encontrar esa esencia para poder responder esas interrogantes.

Sabemos que la práctica de la filosofía es antiquísima, que ha cambiado de concepto con el paso del tiempo, que se crearon ciencias a partir de ésta; que existen muchas filosofías con diferentes acepciones, según el rubro al que se refiere, y por tanto, la filosofía de la educación ha sufrido el mismo fenómeno.

La filosofía de la educación es una ciencia relativamente nueva y que se apoya de otras ciencias como la pedagogía, axiología, ética, entre otras. Se debe entender que al surgir ésta filosofía la concepción de formar seres humanos eran muy distintas a la de nuestros días. Creo que es de suma importancia visualizar con claridad la cosmovisión de nuestro entorno ¿Qué valores son necesarios?, ¿Qué capacidades requieren nuestros pupilos para su futuro?

Es preciso llevar a cabo la filosofía de la educación a nuestro tiempo, pero realmente a nuestro tiempo, ya que es claro que se ha estancado, como ya se menciono con anterioridad, las necesidades educativas de hace 20 años son muy distintas al día de hoy; por poner un ejemplo: hace 20 años el denominado “bullying” no era tan frecuente como lo es en esta década, supongo es por la falta de valores y ética que se puede observar, con facilidad, en la conducta de los estudiantes que lo llevan a cabo, y no conformes con el hecho lo hacen público en las redes sociales para avergonzar aún más a sus victimas, provocando, en muchos de los casos en ellas, suicidios por el ver pisoteada su dignidad o evitar estos terribles ataques, entonces hoy es necesario fomentar una cultura, conducta o convivencia más sana.

Podemos tomar como base las ideas anteriores acerca de la filosofía de la educación y quizá adaptarlas o evolucionarlas, que vayan acorde a las necesidades de cada población o lugar; no creo que la esencia educativa sea la misma en zonas rurales que en zonas urbanas, inclusive, creo que es conveniente que cada uno de nosotros deba crear su propia visión “ideal” de la filosofía de la educación, tal como Platón lo plantea en su “estado ideal” en su libro La República, pero claro, tomando siempre en cuenta, sobre todo, los valores y la ética, entendiendo que debe ser en una manera “estandarizada”, por así mencionarlo, ya que depende de las necesidades, como ya se ha hecho mención, de la población.

También, debe tomarse en cuenta que al hablar de educación no sólo se hace referencia al ámbito escolar. La educación se forma desde el seno familiar, depende mucho de la percepción que tienen los padres al educar a sus hijos, porque de ello depende su filosofía de la educación y, por consecuencia, los valores y ética que inculcarían a sus descendientes.

¿Será la misma educación que recibe un niño que se desenvuelve en un ambiente de delincuencia; a un niño que crece entre una familia completamente entregada a la religión, cualquiera que sea la que profese? No lo creo.

Bajo estas circunstancias la labor del pedagogo se torna difícil o casi imposible de cumplir, es preciso entender la esencia fundamental de tal fenómeno para crear una correcta filosofía educativa y, así, procurar no errar en dicho propósito; afianzar los valores necesarios y correctos para poder formar a esos mejores seres humanos, que sean productivos a la sociedad y sobre todo en si mismos. Trabajo concerniente tanto a docentes como a padres de familia, pero encomendada, comúnmente, solo

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