Formación De La Inteligencia, La Voluntad Y La Afectividad
conigut9 de Octubre de 2012
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1.- ¿Cómo podemos desarrollar y mejorar nuestra afectividad?
• Independiente de qué tan desarrollado tengamos nuestro lado afectivo, ya que éste depende mucho de si somos hombre o mujer, es importante que esté maduro, y nos haga relacionarnos correcta y asertivamente con el resto de las personas, y con nosotros mismos (inter e intrapersonal). La afectividad influye mucho en nuestra manera de actuar, de relacionarnos, y en la mujer, influye de sobremanera en la toma de decisiones, ya que tenemos menos separados la razón y el ‘corazón’.
• Pero es posible que podamos mejorar y potenciar nuestro lado afectivo, siendo importantísimo llegar maduro afectivamente a la adultez. Como base para esto, es necesario el autoconocimiento, saber cuáles son nuestros puntos débiles, y cuáles son nuestras fortalezas, una señal de inmadurez afectiva es no dejarme ayudar por los demás.
• Es parte del punto de partida también, el estar en paz con nuestro pasado, aceptarnos, con todos nuestros defectos, aunque a veces sea más difícil de lo que parezca, ser agradecidos del afecto que recibimos, y ser consecuentes con esto, y darnos lo más posible a nuestros amigos, sin tampoco caer en el extremo de la dependencia.
• Imprescindible es la identidad que tenemos, la que nos formamos desde nuestros primeros años de vida, en donde son fundamentales nuestros padres, quienes son nuestras figuras en toda la infancia, y en un alto porcentaje nuestra identidad sexual se forma según la relación que tuvimos con nuestro padre del mismo sexo
• Ser capaces de sobreponernos a los dolores que nos toquen en la vida, tener la fortaleza suficiente, para salir adelante, y hacernos cada vez más fuertes.
• En cuanto a relaciones amorosas se trata, entregarse totalmente al otro, desinteresadamente, dándose uno mismo a la persona amada, sin egoísmos, ser fieles, y ayudarse en todos los obstáculos que se encuentren.
• En lo que a la amistad se trata, debemos tender a no ser cerrados en cuanto a quienes miramos como ‘’posibles amigos’’, mirar a todos por igual, no creernos inferiores ni superiores de quien tenemos a nuestro alrededor, demuestra que tan maduros somos.
• Tener cosas en común con nuestros amigos, y cosas que tampoco compartimos naturalmente, es parte de la aceptación que tenemos que tener con nuestros amigos, y querer alegremente esas deferencias; no tener ningún interés en la amistad más que en el amor con ellos.
• Desde la infancia y hasta grandes, no involucrarse en ambientes que puedan ser perjudiciales para nosotros, que podrían atentar contra nuestra madurez y firmeza emocional, y hacernos caer en negatividades y vicios.
• Finalmente para la afectividad, es totalmente necesario e importante que sepamos y aprendamos a comunicarnos adecuada y educadamente, expresarnos de buena forma, que agrade y que no suene agresiva hacia nuestro interlocutor, ser positivos en nuestra comunicación, y regular lo que vamos a decir, controlar lo que pensamos y queremos hablar, así como limitar los comentarios negativos hacia los demás, o hacia nosotros mismos.
2.- Mejorar el desarrollo de la Inteligencia
• Bien es sabido que la inteligencia es resultante de factores como los genéticos (los que no podemos cambiar), habilidades cognitivas y la predisposición personal a desarrollarla. Por ello es que debemos potenciarla mediante actividades que nos ayuden a ello, trabajar en la capacidad de analizar, relacionar, sintetizar, razonar, ser más creativos, tener la capacidad de tomar decisiones, aun así si es que nuestro fuerte no es el liderazgo.
3.- Nuestra voluntad
• Una de las falencias más grandes que tenemos, sobre todo en la infancia, es el no saber decir ‘no’, siempre tenemos que poner nuestra voluntad, y expresar lo que queremos o no, ya sea nuestro deseo racional o
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