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Gramsci Y La Revolución Cultural De Los Gobiernos Socialistas En El Siglo XXI Y Su Penetración En La Iglesia Católica

frangelmorales27 de Septiembre de 2013

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Gramsci y la revolución cultural de los gobiernos socialistas en el siglo XXI

y su penetración en la Iglesia Católica

Félix Alejandro Rangel Morales frangelmorales@gmail.com

1. Breve biografía de Antonio Gramsci

2. La influencia de las ideas de Gramsci

3. La estrategia de Gramsci

4. La estrategia de Gramsci paso a paso en el mundo actual

Breve biografía de Antonio Gramsci

Antonio Gramsci (Cerdeña1891 - Roma1937) fue un político, pedagogo, filósofo y teórico marxista italiano. El 31 de octubre de 1926 Mussolini sufre en Bolonia un atentado sin consecuencias personales, que viene usado como pretexto para eliminar los últimos residuos de democracia: el 5 de noviembre el gobierno disuelve los partidos políticos de oposición y suprime la libertad de prensa. El 8 de noviembre, en violación de la inmunidad parlamentaria, Gramsci es arrestado en su casa y encerrado en la cárcel de Regina Coeli. Después de un periodo confinamiento en Ustica, el 7 de febrero de 1927 es encerrado en la cárcel milanesa San Vitore.

El proceso se inicia en Roma el 28 de mayo de 1928; el presidente del Tribunal Especial Fascista es el general Alessandro Saporiti y tiene por jurados cinco cónsules de la milicia fascista. Gramsci es acusado de actividad conspirativa, instigación a la guerra civil, apología de rato e incitación al odio de clase.

El ministerio público Michele Isgró, en conclusión de su requisitoria, declara que «por veinte años debemos impedir a este cerebro funcionar» y de hecho Gramsci, el 4 de junio, es condenado a veinte años, cuatro meses y cinco días de reclusión; el 19 de julio alcanza la cárcel de Turi, en provincia de Bari

Después de seis meses de encierro el 8 de febrero de 1929 obtiene finalmente lo necesario para escribir e inicia la escritura de sus Quaderni del carcere (Los cuadernos de la cárcel).

Desde 1931 Gramsci sufre una grave enfermedad, el morbo de Pott, además de principios de tuberculosis y de arteriosclerosis, y puede obtener una celda individual, busca de reaccionar a la detención estudiando y elaborando reflexiones propias políticas, filosóficas e históricas, sin embargo las condiciones de salud empeoran y en agosto Gramsci tiene una imprevista y grave hemorragia.

El 7 de marzo de 1933 tiene una segunda crisis grave, con alucinaciones y delirios: pero sólo hasta el 19 de noviembre Gramsci es transferido a la enfermería de la cárcel de Civitavecchia y luego el 7 de diciembre, en la clínica del doctor Cusumano en Formia, vigilado tanto en la recamara como al externo.

El 25 de octubre de 1934 viene acogida por Mussolini la petición de libertad condicional pero no es libre de sus movimientos, en tanto que se le impide ir a curarse a otro lugar, pues el gobierno temía una fuga; solo el 24 de agosto de 1935 puede ser transferido en la clínica “Quisisana” de Roma. Está en graves condiciones: además del morbo de Pott, a la tisis y a la arteriosclerosis, sufre de hipertensión y de gota.

El 21 de abril de 1937 Gramsci adquiere la plena libertad pero está ya gravísimo en el hospital: muere al alba del 27 de abril, con apenas cuarenta y seis años, de hemorragia cerebral. Incinerado, al día siguiente se efectúan los funerales, a los cuales participan sólo el hermano Carlos y la cuñada Tatiana: Las cenizas fueron inhumadas en el Cementerio de Verano y de aquí transferidas al cementerio acattolico de Roma.

En prisión Gramsci escribió 30 libretas de historia y análisis conocidos como Los cuadernos de la cárcel, que incluyen su recuento de la historia italiana y el nacionalismo, así como ideas sobre teoría marxista, teoría educativa y de crítica.

Los cuadernos de la cárcel, no fueron destinadas para ser publicadas, contienen reflexiones y apuntes elaborados durante su reclusión, iniciados el 8 de febrero de 1929, fueron definitivamente interrumpidas en agosto de 1935 a causa de la gravedad de su salud. Fueron enumerados, sin tener en cuenta su cronología, por su cuñada Tatiana Schucht que, junto con Piero Sraffa, logró sustraerlos de las inspecciones policíacas y entregarlas al banquero Raffaele Mattioli, secreto financiador de las redacciones de Gramsci, el cual las confió en Moscú a Palmiro Togliatti y a los otros dirigentes comunistas italianos.

Después del final de la guerra los Cuadernos, revisados por Felice Platone, fueron publicados por la casa editora Einaudi – unidas a sus Cartas de cárcel remitidas a los familiares – en seis volúmenes, ordenados por argumentos homogéneos, con los títulos:

• El materialismo Histórico y la filosofía de Benedetto Croce (1948)

• Los intelectuales y la organización de la cultura (1949)

• El Risorgimento (1949)

• Notas sobre Maquíavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno (1949)

• Literatura y vida nacional (1950)

• Pasado y Presente (1951)

En 1975 los Cuadernos fueron publicados con edición de Valentino Gerratana según el orden cronológico de su elaboración. Fueron recogidos en volumen también todos los artículos escritos por Gramsci en el Avanti!, en el Grido del popolo y en el Ordine nuovo.

La influencia de las ideas de Gramsci

Uno de los más interesantes problemas al que se enfrenta la Iglesia Católica en el siglo XXI es el de evaluar la influencia que ejerció las Ideas de Antonio Gramsci quien nunca escribió un libro, como afirmamos líneas arriba, pero su pensamiento fue recopilado por sus seguidores y difundido dentro de la filosofía marxista y socialista luego de su muerte. Gramsci le dio los medios de socavar a la Iglesia Católica con su filosofía, Pues esta es para él el gran obstáculo para llegar al poder; hoy por hoy es indiscutible que fueron los postulados teóricos de dicha filosofía los que dieron el impulso revolucionario al hecho histórico que echó las bases políticas, sociales y económicas de los socialistas modernos. Hasta tal punto es importante esta corriente de pensamiento que a ella debemos atribuir las luchas libertarias de los movimientos feministas, de los movimientos gays, su penetración en los pensadores católicos del siglo XX como la teología de la liberación, etc.; y aún hoy, en nuestros días, constituye el fundamento del debate por la conquista del poder por medio de la democracia en gran parte del orbe. Y es que la filosofía de Gramsci es una filosofía de la acción, que llevó a sus seguidores a realizar en la práctica lo que él les habían propuesto como teoría susceptible de ser aplicada a la realidad. Esto ha llevado a sus seguidores a tomar el poder por el camino que él les indico y que van socavando la milenaria católica europea llevándola a un profundo relativismo y se están proyectando a Latinoamérica con la misma finalidad de socavar la Iglesia de Cristo.

Evaluar el papel de las ideas de Gramsci en los fenómenos históricos ciertamente el tema es controvertible. Ha que podemos atribuir en gran medida al origen de sus ideas, a causas tales como el desorden financiero y social que vivía la Italia de su tiempo, el caos de la primera y segunda guerra mundial, la hostilidad de los parlamentos contra el poder central, los propósitos de reivindicación de la corriente comunista, el ascenso de la burguesía o la pobreza en la que vivía parte de la población Italiana, o el impedimento que encontraba de introducir de una manera efectiva sus ideas en la Europa católica. Sólo en forma esporádica se intenta ir más allá de los hechos y penetrar en las bases intelectuales que socavaron el orden establecido y condujeron primero al desafío y luego a la revolución.

Esto se explica si consideramos que las ideas de Gramsci pertenecen, “por así decirlo, al orden de los movimientos telúricos subterráneos: en un principio lento, imperceptible, intangible, invisible; que de repente salen a la superficie en forma violenta y provocan los sacudimientos sociales que abren una nueva época. Es en este momento en que las ideas, al chocar con la realidad, se transforman profundamente, sobre todo al ser adoptadas y puestas en vigor por hombres de acción, primero como tentativas de reforma y luego como actos abiertamente revolucionarios. Es, como decía José Ortega y Gasset, el momento en que las ideas se vuelven creencias, es decir artículos de fe. Dejan de pertenecer al dominio de la razón para penetrar en el del sentimiento y la emoción. La fuerza revolucionaria de una idea transformada en creencia es enorme aunque con frecuencia el pueblo, actor de las revoluciones, no conoce la idea original que hizo surgir las creencias que lo llevan a acciones heroicas o incluso a la muerte. No es necesario haber entendido un libro o incluso haberlo leído para recibir, por caminos que desconocemos, su influencia profunda. Frases de Voltaire, Rousseau o Diderot actuaron en 1789 como puntas de lanza de muchos de los revolucionarios que desconocían su origen.”

El 8 de febrero de 1929 en la cárcel de Turi da inicio a este proceso telúrico ocurrió en Italia. Las ideas se difundieron lentamente primero entre las capas cultas de la sociedad, y luego, desde 1750 el "espíritu filosófico" penetró también, y con mayor rapidez, en casi todos los niveles de la sociedad, de tal forma que en 1789 bastaron unos cuantos elementos coyunturales para provocar el sacudimiento político y social. Ciertamente esas ideas sólo pudieron fructificar en un medio propicio y con el apoyo de un gran sector de la opinión pública Italiana y del partido comunista Italiano. En esto estriba el éxito de las ideas de Gramsci, en que supieron canalizar el descontento y el deseo de cambio de los más disímiles sectores de la población,

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