INICIO Y DESARROLLO DE LA INTERACCION SOCIAL

“[La comunicación] Es un fenómeno social

porque el hombre aprovecha las estructuras

sociales para interrelacionarse con sus semejantes,

y porque no es un fenómeno natural, sino cultural”

- Alejandro Gallardo Cano -

LA COMUNICACIÓN INTRAPERSONAL:

INICIO Y DESARROLLO DE LA INTERACCIÓN SOCIAL.

En el curso Sociedad Y Comunicación, se ha descrito la estructura social, y las relaciones que en ella suceden, partiendo de la metodología científica que se ha de seguir para el estudio de lo social. Eso ha servido como mera introducción al estudio del área que comprende nuestra carrera: la comunicación. Es importante señalar el objeto de estudio científico en el que nos vamos a centrar, pues una perspectiva general de la sociedad y la comunicación no nos dirán mucho más allá de lo que salta a la vista y los sentidos.

En el presente trabajo pretendo ubicar el desarrollo de la comunicación desde el individuo y su relación con lo que le rodea. Siendo la familia y grupos sociales más cercanos los que le proporcionan los primeros mensajes que interpretará y posteriormente emitirá para comunicarse, dotándole así de información y cierto acervo cultural con el cual puede desenvolverse e interpretar o dejarse llevar por los medios de comunicación. Es importante saber que es el entorno del individuo y su forma de interpretar mensajes lo que le dota de un espíritu crítico ante lo que ve, lee o escucha.

El Desarrollo de la Comunicación, una Introducción.

En todo acto de convivencia humana se encuentra la comunicación. Para que el individuo obtenga protección, beneficios, placeres; debe emitir un mensaje y su contraparte una respuesta que puede llegar al instante o más tarde, pero si se llama comunicación, la respuesta llegará.

Conseguir lo primordial para un individuo requiere que este cumpla con su trabajo, que sea disciplinado, adquiera y transmita sus conocimientos. Al principio, la gente trabajaba para proveerse del alimento, del techo y el vestido. Resguardaba sus cosechas y ganados contra el clima y los depredadores, construía sus hogares con los elementos a su alcance y que la naturaleza le proveía. La necesidad era simple, básica, primordial y legitima. Tomaba para sí lo que era básico y necesario, sus necesidades estaban completas y satisfechas. Sin embargo había necesidades que uno solo no podía satisfacer; por falta de experiencia, destreza o simplemente de tiempo. Era fundamental recurrir a alguien más, obtener algo a cambio de otro bien que cumpliera con las necesidades de la contraparte.

Con lo anterior se hace referencia a una interacción social que es básica, pero sólo es un asomo a lo importante de la comunicación y en una época tardía, pues la vida humana entera ha dependido y depende de la comunicación; desde los primeros días de un individuo hasta los últimos. Y más aún: el pasado, presente y futuro de la sociedad dependerá de la comunicación.

La comunicación en su conjunto se ha desarrollado desde tiempo y espacio imprecisos, pero su estudio no tiene mucho de haberse iniciado; inició apenas en la tercera década del siglo veinte, siendo impulsado por interese políticos y económicos para conocer el impacto de las telecomunicaciones masivas en la sociedad.

Para conocer el proceso de la comunicación a fondo es necesario ubicar el estudio del mismo, pues dichos procesos de la vida cotidiana son estudiados por diferentes disciplinas y perspectivas teóricas, entre las que se encuentran: la Lingüística, la Semiótica o Semiología, la Antropología, la Etnografía, la Psicología, la Sociología y la Pedagogía.

La comunicación es un fenómeno complejo que se da en la sociedad y es susceptible de ser estudiado específicamente por una rama científica. Si logramos ubicar nuestro objeto de estudio, será posible distinguirlo de su apreciación filosófica, para no perderse entre las distintas disciplinas y fenómenos que ocurren en la sociedad.

Si se habla del desarrollo de la comunicación es necesario ubicar sus orígenes, cómo surge y en qué medida puede ser observado por métodos científicos, pero esto no se observa desde una perspectiva histórica, pues sería difícil encontrar el momento específico en el tiempo y espacio en el que comenzó a desarrollarse, por lo cual no se puede observar dicho fenómeno desde una perspectiva general como lo es la historia o la sociología, sino desde una particular y haciendo uso de otras disciplinas que complementan a las ciencias de la comunicación, como lo es la Semiótica, Psicología y Pedagogía.

El Individuo y los procesos cognoscitivos de comunicación.

Algunos autores comprenden al individuo y sociedad como una relación dialéctica “el hombre no es hombre, sino porque ha sabido reunirse con el hombre” pues para que exista la sociedad es necesario que existan los individuos que se relacionen entre sí, organizando vínculos y estructuras sociales. A su vez, el ser humano no es tal si no se relaciona con otros “no hay humano sino en el contacto con seres humanos” De tal forma, la sociedad es un entresijo de relaciones humanas que funcionan gracias a la capacidad del ser humano de comunicar sus necesidades.

El ser humano se relaciona con la naturaleza y con la sociedad en su conjunto a través de su comunidad inmediata, esto es, su familia nuclear o ampliada, su grupo o su colectividad social particular. Los primeros contactos que el individuo tiene con la sociedad se realizan a través de aquellas personas con las que mantienen una relación directa y cotidiana, todo ello mediado por procesos comunicativos de distinta intensidad.

La vida cotidiana es el espacio primero por el que las personas van interiorizando y significando la cultura, de la cual forman parte el conjunto de valores, normas, y costumbres que rigen las relaciones sociales, así como las visiones del mundo, y los conocimientos empíricos y teóricos acumulados.

De esta forma, el desarrollo de la comunicación en la sociedad se podrá observar no en las estructuras de organización e intercambio de mensajes en su conjunto, es decir: no podemos ubicarla en los primeros sonidos que emitió el ser humano para comunicar algo a sus semejantes, en los primeros atisbos de sociabilización, sino desde los procesos cognoscitivos (Semiosis) y biológicos (Sinapsis) del ser humano que lo llevan a interpretar y emitir mensajes. Estos procesos de abstracción y significación son parte de la comunicación intrapersonal, de la cual parte la comunicación y a la vez es su destino. Sigue con la comunicación interpersonal, intragrupal e intergrupal todos estos niveles de comunicación son parte del proceso de comunicación masiva como se explica en la siguiente figura :

Comunicación Intrapersonal.

Alejandro Gallardo Cano cita a Bamlund, para definir la comunicación intrapersonal “es la manipulación de señales que se produce dentro del individuo en ausencia de otras personas (aunque tal vez estén simbólicamente presentes en su imaginación). Es el intercambio o ‘transacción’ de significados entre una persona y su medio ambiente, es decir, no se descarta en este proceso de interacción del individuo consigo mismo, la presencia del entorno social.” Al interpretar los mensajes, el individuo no deja de participar de lo social, pues en la lengua que habla y que utiliza para interpretar los mensajes se encuentra un consenso social, aprendido por imitación de lo que escucha en su entorno inmediato.

En la comunicación intrapersonal se conocen dos corrientes de estudio enfocadas al estudio de la significación: la semiótica de Saussure que está más enfocada al estudio de la lengua y los procesos que permiten su desarrollo; y la lógica o semiología de Peirce.

En Saussure encontramos que la tarea de la Lingüística es la de delimitarse a sí misma, es decir: establecer su objeto de estudio. Así que comienza analizando al lenguaje como posible objeto, pero inmediatamente surge el problema de que el lenguaje es multiforme y heterogéneo. Por lo tanto hay que dividirlo en sus partes esenciales, esto es: el habla y la lengua.

El estudio de Saussure, enfocado al lenguaje y representado con un signo y un significante o imagen acústica se puede ejemplificar de la siguiente forma:

Si tomamos como ejemplo la palabra “lago”, para una persona puede ser distinto un objeto en la mente al que otra persona plasma en un papel. De la misma forma, una imaginación puede que sea muy distinta a otra. Es decir, que en la mente de cierta persona puede existir un lago; azul cristalino y lleno de luz, mientras que en otros es transparente, gris, opaco.

¿Cómo sucede esto? Si al instante mismo de escuchar una voz con las mismas palabras hablar de un lago, distintas personas lo representarían de diferente forma porque se basan en lo que conocen que es un lago, por ejemplo: uno ha visto lagos, y ha pasado momentos alegres en uno; mientras que otro, sólo ha visto un lago en una película de drama o terror. Se trata de una descripción que se va significando mentalmente, mediante imágenes que se quedan en la imaginación y con las cuales juega nuestra cabeza.

Y por qué llamar a un lago “lago”, podríamos llamarle “tangle”. Pero no se puede imaginar un “tangle” con figura de lago, porque el significado del significante en nuestra mente ya está establecido, según el conceso social y la experiencia.

Así, las distintas mentes conciben el mismo significante, pero con distinto significado, aunque dé por resultado el mismo signo. Es un

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