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Inerpretacion De La Filosofia Moderna


Enviado por   •  22 de Noviembre de 2012  •  4.237 Palabras (17 Páginas)  •  1.773 Visitas

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3.- interpretación de la filosofía maderna y contemporánea

3.1.-distingue las ideas principales de la filosofía moderna considerando los planteamientos de descartes, Kant, Hegel, locke y hume.

A. Descripción de los planteamientos de descartes

El método: Descartes vivió en el siglo XVII, en el cual, debido al desarrollo del método experimental, se había desarrollado un punto de vista realista basado en:

 La desconfianza en el testimonio de los sentidos.

 La valoración de la certeza científica basada en la experimentación (observación - razón - experimentación).

 La valoración de la matemática universal como ciencia racional e independiente de la experiencia.

 La Fe en el método deductivo matemático.

Descartes en su planteamiento parte, en primer lugar, de la constatación de la inmensa cantidad de afirmaciones que se han hecho, siendo muchas de ellas falsas, lo que ocasiona un desconcierto; y, en segundo lugar del deseo de buscar una certeza para las afirmaciones filosóficas similar al conseguido en las ciencias. La razón (capacidad de distinguir lo verdadero de lo falso) es la única fuente de certeza, y es, al igual que el saber, única.

Para Descartes, el método es un elemento imprescindible para llegar a la verdad. Descartes sigue tres pasos en su método:

 De lo complejo a lo simple: Análisis del problema, síntesis de los datos, enumeraciones.

 Intuición de la evidencia: la evidencia es el criterio de certeza, lo que aparece a la razón como idea clara y distinta (aquella que se presenta a la razón sin posibilidad de duda o confusión).

De lo simple a lo complejo: Proceso deductivo a partir de la evidencia.

A la hora de aplicar el método, Descartes parte de una duda metódica acerca de sus conocimientos, infundida por el engaño de los sentidos, la dificultad para distinguir el sueño de la vigilia, y la posibilidad de ser engañados por un genio maligno. A partir de esto encuentra su evidencia, el hecho de dudar, y en general el hecho de pensar constituye una prueba de que hay algo indubitable: la existencia del Yo Pensante.

La duda metodica: En aplicación de la primera regla del método, en busca de una evidencia indubitable, Descartes pensaba que, en el contexto de la investigación, había que rehusarse a asentir a todo aquello de lo que pudiera dudarse racionalmente y estableció tres niveles principales de duda:

• En el primero, citando errores típicos de percepción de los que cualquiera ha sido víctima, Descartes cuestiona cierta clase de percepciones sensoriales, especialmente las que se refieren a objetos lejanos o las que se producen en condiciones desfavorables.

• En el segundo se señala la similitud entre la vigilia y el sueño, y la falta de criterios claros para discernir entre ellos; de este modo se plantea una duda general sobre las percepciones, aparentemente, empíricas, que acaso con igual derecho podrían imputarse al sueño.

• Por último, al final de la Meditación I, Descartes concibe que podría haber un ser superior, específicamente un genio maligno extremadamente poderoso y capaz de manipular nuestras creencias. Dicho "genio maligno" no es más que una metáfora que significa: ¿y si nuestra naturaleza es intelectualmente defectuosa?, de manera que incluso creyendo que estamos en la verdad podríamos equivocarnos, pues seríamos defectuosos intelectualmente. Siendo éste el más célebre de sus argumentos escépticos, no hay que olvidar cómo Descartes considera también allí mismo la hipótesis de un azar desfavorable o la de un orden causal adverso (el orden de las cosas), capaz de inducirnos a un error masivo que afectara también a ideas no tomadas de los sentidos o la imaginación (vg., las ideas racionales).15

El propósito de estos argumentos escépticos, y en particular los más extremos (los dos últimos niveles), no es provocar la sensación de que hay un peligro inminente para las personas en su vida cotidiana; es por ello que Descartes separa las reglas del método de la moral provisional. Antes bien, sólo al servicio del método hay que admitir estas posibilidades abstractas, cuya finalidad es exclusivamente servir a la investigación, en forma semejante a como lo hace un microscopio en el laboratorio. En realidad los argumentos escépticos radicales deben considerarse como vehículos que permiten plantear con claridad y en toda su generalidad el problema filosófico que para Descartes es central, ¿hay conocimiento genuino? y ¿cómo reconocerlo?.

El ser humano, alma y cuerpo: El problema de las relación entre la mente y el cuerpo que surge del planteamiento cartesiano fue objeto de discusión durante los siglos siguientes y dista aún hoy de estar resuelto. Para resolver este problema, Descartes propuso la existencia de un punto en el cerebro humano (la glándula pineal, que Descartes consideraba erróneamente que sólo se encontraba en los seres humanos) donde se establecería esta comunicación. Pero esta solución era totalmente inaceptable ya que suponía la afirmación de una sustancia que sería pensante y extensa a la vez lo que era contradictorio con la propia definición cartesiana de la sustancia.

Los filósofos racionalistas trataron de resolver el problema que presentaba el dualismo mente-cuerpo, manteniendo la noción de sustancia de Descartes: los fenómenos físicos y los fenómenos mentales son totalmente diferentes, pero ni los procesos psíquicos causan los físicos ni viceversa, aunque hay una correspondencia estricta entre unos y otros.

B. Descripción de los planteamientos de Kant

La critica de la razón pura y la critica de la razón practica: La conducta moral tiene que ver con la Razón porque está sometida a principios y vinculada con lo universal, y sólo la Razón es capaz de permitir este vínculo. La Razón tiene una doble vertiente: Teórica y Práctica; no se trata de dos razones sino de dos usos distintos de la misma razón. La Razón Teórica se ocupa de conocer cómo son las cosas; la Razón Práctica se ocupa de cómo debe ser la conducta humana; no le interesa el ser sino el deber ser. La Razón Teórica formula juicios (proposiciones con la forma "A es B") y la Razón Práctica imperativos o mandamientos (preceptos con la forma “debes hacer X"). Obras de ética: "Crítica de la Razón Práctica" y “Fundamentación de la Metafísica de las costumbres”.

La libertad y la inmortalidad

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