LA EDUCACION INICIAL
22 de Octubre de 2013
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Los padres son quienes gozan de la relación de intimidad única que exclusivamente se da en el seno de una familia y que permite todo tipo de interrelaciones personales: de afecto, ayuda, orientación, soporte, etc., que influyen y modifican los comportamientos de todos sus miembros. Suele decirse que en una familia todos educan y son educados.
Son, asimismo, los padres quienes están en mejores condiciones, a causa de su cariño desinteresado, de conseguir el crecimiento en autonomía de sus hijos y, por tanto, la madurez: un crecimiento en libertad y responsabilidad que solamente es posible, de manera armónica, cuando la familia soporta las decisiones personales, con su mezcla de aciertos y errores.
Es por ello, que la educación para la salud en la escuela viene condicionado por un compromiso de la comunidad escolar que propugne los valores básicos para la vida y la convivencia: la libertad, la igualdad, la justicia y la solidaridad, la tolerancia y el respeto, la paz, la responsabilidad y la salud, entre otros principios necesarios para dar una respuesta educativa a los problemas de nuestra sociedad, tales como la degradación ambiental, la agresividad y la violencia, el consumismo, la discriminación y actitudes antisociales o los estilos de vida poco saludables.
NIÑOS Y NIÑAS DE 4 A 6 AÑOS
Esta etapa en la cual el niño empieza a asimilar y actuar valores universales que son fundamentales para una convivencia armónica entre los seres humanos, no solo entre los géneros: el respeto, la tolerancia y el amor.
A partir de los 4 años, los niños y niñas comienzan a tomar conciencia de los sentimientos de otras personas y cómo sus acciones influyen en los demás. Es importante que en esta etapa los apoyemos para que se sientan seguros de sí mismos, desarrollen su creatividad y sean capaces de establecer relaciones saludables con las demás personas.
A partir de esta edad los niños y niñas son capaces de empatizar con los sentimientos de otras personas, pudiendo realizar acciones para defender, ayudar y colaborar con otros. Asimismo, son capaces de regular sus formas de expresión en algunos contextos y situaciones.
Higiene Personal Y Escolar
Salud Bucal
A los 6 años comienzan a aparecer en la boca los primeros dientes definitivos, que son los primeros molares. Usualmente el primer diente aparece a los cinco o seis meses y son los incisivos centrales inferiores; el resto de los dientes aparecerá de manera rápida durante los próximos seis meses.
A esta edad, el cepillado debe ser aún más eficiente para mantener sanas las piezas dentarias que van saliendo. Un niño/a a los 6 años ya se puede cepillar sólo/a, pero aún debe ser supervisado por un adulto, hasta que sepa escribir bien (ese el la mejor manera de saber que ya ha desarrollado su motricidad fina). Una vez terminado el cepillado, debe escupir el exceso de pasta y no enjuagarse, en especial en el cepillado antes de dormir, así quedará pasta dental en su boca, lo que asegura presencia y acción del flúor por un tiempo adecuado.
El Baño Diario
Es un buen momento para enseñarle a bañarse solo. Es muy probable que al principio necesite ayuda, recomendaciones y supervisión, pero una vez que se hayan establecido las normas básicas, en muy poco tiempo sabrá hacerlo. Es bueno establecer esas normas con anterioridad y repasarlas durante algunos días antes de dejar que se bañen solos. Hasta que las hayan aprendido completamente debemos seguir siempre el mismo orden. No lo dejes completamente solo, de a ratos ve a verificar si se ha lavado todas las partes del cuerpo y seguramente va a necesitar tu ayuda para algunas cosas, como por ejemplo lavarse la cabeza.
Ser capaz de bañarse solo le dará más autonomía y mayor seguridad en sí mismo. Al principio déjalo que pase un ratito más largo de lo normal en el agua, pero sin exagerar, porque este suele ser un momento divertido y relajante.
Control de Esfínteres
Si bien los niños/as suelen lograr el control de esfínteres entre los 2 y 3 años, existe la posibilidad de que algunos niños/as vuelvan a tener problemas en edades posteriores, ya sea por una dificultad física o psicológica. Es importante pensar en las posibles causas de esta conducta y consultar a un especialista. De todas formas, a continuación podrás encontrar algunas sugerencias a considerar, pues sin duda esta es una situación difícil para ti y para tu niño/a.
Hábitos Alimenticios
La ingesta de alimentos en los niños y niños de 4 a 6 años debe ser:
Desayuno
* Elija un "liquido" y un "sólido":
* Leche medio vaso, zumo medio vaso
* Una rebanada de pan blanco o integral
* 3-5 cucharadas de cereales en copos o galletas
Si no quiere tomárselo todo en casa, puede llevarse una parte al colegio y tomárselo mas tarde. Comer con los amigos les suele gustar mucho.
Almuerzo y Cena
Se eligen 2 de los propuestos para cada una de las comidas.
* Leche medio vaso
* Carne o pescado una pieza (filete o equivalente)
* Queso , 1 huevo (dos o tres en la semana)
* Lentejas, garbanzos o judías un cuarto de taza
* Verduras un cuarto de taza
* Pan una rebanada.
* Pasta o arroz un cuarto de taza.
Merienda
* Leche medio vaso
* Zumo, fruta medio vaso
* Pan media rebanada
* Cereales 3-4 cucharadas.
Además del consumo de alimentos variados y balanceados, se debe enseñar a:
* Lavarse las manos siempre antes de comer.
* No hay que levantarse de la mesa.
* Durante la comida tiene que estar bien sentado y al acabar debe pedir permiso para levantarse.
* Comer con los cubiertos y utilizar la servilleta (a esta edad ya pueden dejar de usar babero. Son mayores y deben procurar no mancharse).
* Pedir más si quieren repetir, pero nunca servirse la comida ellos mismos.
La Sexualidad
Entre los 4 y los 6 años la curiosidad del niño es enorme y todo le interesa, lo toca y observa. ¿Por qué no va a investigar su cuerpo y el de los demás como lo hace con todo? Es entonces cuando se da cuenta que los niños son distintos a las niñas y no pierde oportunidad en comprobarlo. Empiezan las preguntas sobre este tema; preguntas que se repiten hasta la saciedad, junto con los famosos “¿por qué?” que debemos contestar tantas veces sea necesario.
La misma curiosidad que les hace tocarse los genitales les lleva, en algunas ocasiones, a juegos de carácter sexual. Este comportamiento indica curiosidad por su propio cuerpo y por los de las demás personas y, esta curiosidad es lógica y natural. Por ello es aconsejable no regañarlos y evitar emitir mensajes de culpa.
En esta etapa la curiosidad está orientada hacia todo y, por supuesto, hacia el propio cuerpo y hacia el entorno. Son los años en que niños y niñas quieren saber por qué son diferentes unos de otras, cómo nacen los bebés, cómo son los adultos y, también, es la época en que comienzan las preguntas acerca de la vida sexual de los padres. Todas estas dudas son perfectamente naturales: surgen del desarrollo físico, intelectual y emocional, y habrán de responderse de la manera más sencilla y veraz, sin mentiras, sin pena, pues hay que entender que para ellos tales preguntas no tienen ninguna carga: son resultado de la curiosidad natural, de una curiosidad como la que sienten hacia cualquier otro asunto. Resolver las dudas infantiles acerca de la sexualidad, con la sencillez propia para estos años, permite que niños y niñas adopten frente a estos temas una actitud de sana naturalidad.
Para responder correctamente a las inquietudes de niños y niñas en materia sexual es decisiva la disposición que se adopta, pues según sea la actitud que el adulto tenga hacia la sexualidad y hacia sí mismo ofrecerá un ejemplo con el que los menores manejarán su propia sexualidad. Que los padres se muestren con naturalidad, empatía, cercanía, confianza y atención hacia lo que sus hijos plantean, permitirá promover una educación sexual positiva. Son los años en que, por virtud del desarrollo físico y emocional, como ya se ha dicho, niños y niñas tienden a tocar sus genitales: se están conociendo. Es muy importante que cuenten con la guía y la comprensión de sus padres, quienes necesitan saber que las sensaciones que sus hijos experimentan no los dañan.
El autoerotismo infantil existe y no tiene por qué ser reprimido ni castigado, debe encauzarse, haciendo que los pequeños comprendan el respeto a la intimidad y a los sentimientos de los demás. El autoerotismo es normal mientras no se convierta en la única forma de obtener satisfacciones, afectos o logros; si el menor deja de hacer otras cosas -jugar, aprender, relacionarse con los demás, salir- por entregarse al autoerotismo, ello es indicio de que vive angustiado o de que tiene algún problema que canaliza de ese modo. Conviene que un especialista lo atienda, pues seguramente estará necesitado de ayuda. El autoerotismo no es lo que causa la ansiedad, sino la ansiedad, ocasionada por muchas otras causas, es la que provoca la persistencia de esa conducta en algunos pequeños.
Si durante esta etapa en que los niños son preguntones, se da el caso de que alguno por timidez no pregunte, convendrá que los maestros sirvan de
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