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LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN, DEFINICIÓN, LEGADOS Y PROPUESTAS DE LA MODERNIDAD


Enviado por   •  30 de Junio de 2021  •  Resúmenes  •  27.877 Palabras (112 Páginas)  •  607 Visitas

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UNIDAD 1: LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN, DEFINICIÓN, LEGADOS Y PROPUESTAS DE LA MODERNIDAD

La filosofía de la educación desde  una perspectiva filosófica y política abarca temáticas relativas a las categorías de:

  • Estado
  • Sociedad civil
  • Ciudadanía
  • Educación

En un sentido amplio, podemos decir que la educación es el conjunto de las prácticas por medio de las cuales se forma el hombre en cuanto sujeto de un sistema social. Estas prácticas suponen la disponibilidad de los saberes que tienen legitimidad social. El conjunto de problemas que plantea la formación educativa queda íntimamente ligado al conjunto de problemas que se plantea la filosofía en relación con el saber y su legitimidad. Preguntarse por el saber del modo en que lo hace la filosofía tiene sentido en la medida en que en torno del saber se forma el hombre; es decir, se educa.

“Filosofía” y “Educación” tienen un origen común en cierta situación histórica y existencial del pueblo griego hacia el siglo V a.C. Allí, entra en crisis una forma de vida en común, la polis, y los griegos comienzan a preguntarse sobre qué bases establecer formas de la vida en común cuando las representaciones, valores e ideales que la venían organizando pierden legitimidad. El mundo moderno se plantea sus interrogantes –y sus respuestas– en una situación similar: en la crisis de las formas de vida comunitaria que caracterizan el mundo medieval ordenado en clave teológica y ante la emergencia del individuo con sus intereses mundanos y la racionalidad como forma paradigmática del saber. Y, en términos generales, podríamos decir que toda relación problemática con el lleva implícita una relación también problemática con la formación del hombre mediada por el saber– tal y como lo plantea la educación cuando se interroga por su propia praxis–, lo que tiene por consecuencia que filosofía y educación se impliquen mutuamente.

FUNDAMENTOS DE LA RELACIÓN ENTRE FILOSOFÍA Y EDUCACIÓN ACERCA DE LA CRISIS:

*El primero es que la modernidad como proyecto pedagógico está caracterizada por una multiplicidad de sentidos. Esto significa que el mundo moderno, en cuanto horizonte de sentido, es a la vez uno y múltiple: la modernidad y las modernidades. Hay, por ejemplo, una modernidad central –la europea– y modernidades periféricas –la nuestra; hay, por ejemplo, una modernidad ligada al desarrollo material –científico y tecnológico– y otra ligada al desarrollo espiritual –ético y cultural.

GENEYRO

Desde los mismos inicios de la modernidad la educación constituyó un tema recurrente  de las preocupaciones  y  propuestas  ético-políticas:  primeramente  para  atender  los requerimientos y desafíos del tránsito del mundo feudal al mundo moderno; luego para analizar y proponer políticas y acciones educativas interesadas en responder a cuando  no en cuestionar  los nuevos requerimientos políticos y económicos del liberalismo y el  capitalismo. Los legados de la modernidad respecto de estas cuestiones no constituyen  un acervo filosófico y pedagógico unívoco. Antes bien, hay diversidad de perspectivas y  de énfasis respecto de la importancia que  se otorgue a la individualidad o a la  ciudadanía, así como del papel que debe asumir el Estado y/la sociedad civil respecto de la educación y sus principales cometidos. “Esta es la tesis que se propone demostrar  Geneyro en su trabajo.  

  • Identificar los diferentes  “tópicos” o problemas que mancomunan  a los autores de la modernidad que abordaron  la cuestión educativa / político-educativa;
  • ponerlos en correlación con las maneras  diversas que esos tópicos o problemas se vieron trasladados a la esfera educativa político-educativa.

LEGADOS DE LA MODERNIDAD

Aquello que nombramos como “modernidad” puede ser entendido de diferentes maneras. Educación y ciudadanía –la formación del sujeto ciudadano por medio de la educación – se articulan a lo largo de la modernidad y va adquiriendo sentidos diversos según los diferentes legados, a la vez que, esa diversidad de sentidos que  hacen convergencia sobre lo que llamamos “modernidad” se multiplica en  interpretaciones divergentes respecto de esos legados.  

  • La revalorización de la vida terrenal que implica el afianzamiento y centralidad del individuo y sus intereses mundanos. La educación, entonces, quedará articulada con los requerimientos de esta vida temporal, con las actividades prácticas, sobre todo las económicas,  las políticas y administrativas.  Atendiendo a la temporalidad mundana, la atención se va a dirigir hacia los segmentos de tiempo asignados al proceso educativo sistemático en sus distintas fases o niveles (Comenius, Rousseau, en el  Emilio , dan cuenta del tema de la periodicidad y  de los de contenidos de cada tramo del trayecto educativo, que va acompañada de alguna propuesta referida a la gradualidad de la enseñanza.
  • La recuperación de la naturaleza como recurso y condición para el bienestar en este mundo. Vincular más al individuo con ese  entorno (F. Bacon) reencuentro con la naturaleza centrado en  un interés utilitario (impregna y distingue a las actividades  económicas  burguesas). Las  categorías  de  libertad,  de seguridad,  de  propiedad  privada    y  de  trabajo  del  liberalismo  económico  y político, irrumpe en los escritos pedagógicos de la modernidad; se discute qué contenidos son más útiles para alcanzar los fines educativos que responden a dichos requerimientos. La creciente importancia del desarrollo  científico-técnico en los procesos de producción orientará la selección de contenidos para la enseñanza. Locke sostiene que la mejor inversión de un padre respecto de su hijo es proporcionarle a éste una “buena educación”, pues ella le garantizará una futura solvencia económica. La importancia de la inclusión de una formación científica básica para la educación del individuo y el ciudadano queda cristalizada en las propuestas de A. Comte;
  • Los  procesos  de  configuración  del  estado  Moderno  y  de  los estados nacionales generan una mayor preocupación  por la educación del ciudadano; consecuentemente, por la moral cívica. Se instalará entonces la función política de la educación, cuyo énfasis recrudece en la “era de la igualdad”. Instalada la función política de la educación en la modernidad, así como su imprescindible papel para constituir una moral cívica,  no tardarán los conflictos y disputas  sobre quién educa: el  estado o la Iglesia; luego,  también, si el  estado o la sociedad civil.
  • El conocimiento como emancipación individual y social. Descartes partiendo  de  la duda busca en la razón las bases de un conocimiento verdadero. Es distintivo de la modernidad concebir a la razón, articulada con la experimentación y las prácticas, como una condición esencial para el desarrollo científico-técnico y el progreso. Formación de  ciudadanos  con  ciertos  ‘mínimos’  de  conocimientos científicos considerados útiles para su desempeño en el ámbito productivo y,  al mismo tiempo, configurarlos aptos para el ejercicio de las libertades civiles, para  generar acuerdos y consensos básicos.
  • Lenta y sostenida expansión de los servicios educativos, que conlleva la conformación de sistemas educativos nacionales, con mayor énfasis a  partir de la 2ª mitad del  s. XIX. Quizás constituya este proceso el tópico más distintivo de la pedagogía moderna, porque abre una diversidad de temas y  problemas en las propuestas educativas. Se desarrollan políticas y se crean instituciones específicas para la formación de maestros;  aunque sigue participando la Iglesia a través de sus escuelas confesionales. El “arte” de educar  se  norma  y  consecuentemente  se  profesionaliza. La obligatoriedad y  expansión de la educación primaria para toda la ciudadanía requiere cada vez más maestros; y la expansión de ésta, se sabe, conlleva una creciente demanda de educación secundaria. además de los desafíos de cantidad hay otros sumamente importantes;  los referidos a la misión y funciones  de los maestros y profesores.  En algunos de los legados, el apostolado docente es decisivo para la formación moral cívica,  ya no confesional, de los futuros ciudadanos. El maestro pasará a ser un actor protagónico en el proceso de socialización de las nuevas generaciones y la escuela un ámbito privilegiado para el desarrollo de  dicho proceso.  uno de los mejores ejemplos, en este sentido, es la concepción de Durkheim sobre el maestro que imparte la ‘educación homogénea’ dirigida a  todos los futuros ciudadanos en tanto mandatario del  estado y de la sociedad. Con distinta perspectiva, también Dewey destaca el papel que le otorga a la educación y a la escuela como ámbito de vida para mejorar la calidad de la democracia. La expansión y diversificación de las instituciones educativas demandó una  organización  y  administración  sistémicas,  generalmente  establecida  y regulada  por el  estado- nación: comprende leyes, normas, reglamentaciones, financiamientos,  controles. Disponer  de  planes  y  programas de estudios estandarizados para cada nivel educativo,

* El segundo elemento que proponemos tener en cuenta para sostener la afirmación de que la filosofía y la educación nacen en

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