LA MANCHA DE GRASA

“La Mancha de Grasa”

Todos en algún momento de nuestras vidas hemos tenido cerca o conocido un educador como la docente de la película “La Mancha de Grasa”, y creo, que al menos un estudiante como Rogelio García.

El papel que desarrolla un docente es fundamental en la vida de los estudiantes en cualquier etapa ya sea primaria o secundaria, ese papel es la de formar personas para que se puedan desarrollar y desenvolver en la sociedad como individuos que ofrezcan algo positivo a ésta y no individuos destructivos y que perjudiquen el desarrollo de la sociedad.

El docente debe tener vocación y compromiso, lo que sucede es que muchos docentes eligen esta carrera porque quizás la consideran más corta y menos complicada sin tener en realidad vocación para educar y es entonces cuando empiezan a laborar que se sienten frustrados y perjudican a sus alumnos ya que sus actitudes son grotescas y sin el mayor interés por lo que realizan.

Tomando en cuenta las bases filosóficas de nuestra educación: Constructivismo, Cognoscitivismo y el Humanismo, podemos notar como éstas corrientes están presentes en el desarrollo de esta película.

Constructivismo, que propone que “… la educación debe partir desde la situación cognoscitiva del alumno de su individualidad, de sus intereses e idiosincrasia, por lo que debe reconocer la cultura específica del alumno con sus respectivas estructuras de conocimiento ya formadas y emprender una acción formativa del alumno y del conocimiento que los transforma mutuamente. Es así como en la película el docente parte simplemente del hecho de transmitir conocimientos de una manera magistral, sin ninguna participación de los alumnos en la construcción del conocimiento y en el desarrollo del aprendizaje en conjunto, ya que el conocimiento no es innato, no es algo ya dado, si bien es cierto se adquiere a través de la experiencia, lo podemos aumentar, reforzar y muchas veces modificar. La docente no se preocupa por conocer el entorno que rodea a sus alumnos así como las necesidades económicas que ellos tienen lo cual los obliga a trabajar desde niños o algunos otros a desertar de la escuela e inducirse en el mundo de las drogas.

En el paradigma cognitivo de comunicación-educativa aparece la retroalimentación, que es apenas un mecanismo reforzador de lo que desea el docente, es una respuesta que tiene que concordar con lo que se espera del educando, los alumnos se consideran como una masa homogénea que ocupa un segundo plano. Si la respuesta que se da no es la esperada, ésta servirá para modificar la estrategia comunicativa-educativa hasta conseguir lo deseado o previsto por el docente. Está ausente la relación dialógica.

En la perspectiva cognitiva la concepción de comunicación está dada en términos de reciprocidad y su acción se centra en posibilitar el desarrollo a las formas superiores del pensamiento.

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