LIBERTAD NATURAL Y LIBERTAD CIVIL EN EL LIBRO PRIMERO DEL CONTRATO SOCIAL DE JEAN-JACQUES ROUSSEAU

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Materia: HIS.FIL.II-2 SIG.XVII-XVIII.                            

Profesor: Mtro. Luis Avelino Sánchez Graillet.

Alumno: Luis Enrique Espinoza Rodríguez

 LIBERTAD NATURAL Y LIBERTAD CIVIL EN EL LIBRO PRIMERO DEL CONTRATO SOCIAL DE JEAN-JACQUES ROUSSEAU.

En este trabajo se analizará los conceptos de libertad que aparecen en el Contrato Social de Rousseau, que se presentan como Libertad Natural y Libertad Civil. Se expondrá el significado de cada una de ellas y la propuesta del autor que nos lleva a la determinación de una organización social. Solemos pensar la libertad como un elemento intrínseco de cada individuo, como una capacidad de hacer lo que se quiere para alcanzar los fines que al individuo le convengan. No obstante, Rousseau nos mostrará que también en las convenciones sociales existe una libertad, ésta se refleja en el colectivo y a la vez respeta la condición individual de los hombres. El gran problema consiste en que la humanidad ha entendido mal el concepto de libertad, por lo tanto, se necesita una iluminación para comprender este concepto y a aquellos que no sean capaces de comprenderlo se les tendrá que obligar a ser libres.

 Se expondrán las condiciones fundamentales para lograr una sociedad libre y en la cual no existan ciudadanos superiores a otros, sino un reino de la equidad, tanto en las cuestiones morales, políticas y económicas.

1.0-INTRODUCCIÓN

“El término libertad tienen tres significados que corresponden a tres concepciones que se han intercalado en el transcurso de la historia. (1) La concepción de la libertad como autodeterminación o auto causalidad, la cual tiene como características la falta de condiciones y de límites. (2) La libertad como autodeterminación, pero le es atribuida la autodeterminación a la totalidad, es decir, al mundo, al Estado, etc. Y (3) la concepción de libertad como posibilidad de elección, libre albedrío, la cual es limitada y condicionada: la finitud es un rasgo característico de esta libertad”^[1].

La noción de libertad que se trata en el Contrato Social es correspondiente a la segunda que se ha mencionado anteriormente. La concepción de libertad natural viene determinada por la misma naturaleza y las carencias de ésta nos llevarán a la propuesta de una libertad civil. Lo mejor para todos los hombres es permanecer en su estado de naturaleza, empero, la falta de fuerzas para subsistir por sí mismo los lleva a integrase en sociedades. El problema fundamental de las sociedades es que sus formas de gobierno son despóticas y les arrebatan a los hombres su más valiosa posesión que es su libertad.

La preocupación de Rousseau es la instauración de un gobierno, en el cual no sea una sola persona o un pequeño grupo de personas los que tomen las decisiones por el colectivo, sino que sea el colectivo quienes elijan lo mejor para el bien de la comunidad. De esta forma se propone el socialismo como la mejor forma de gobierno, porque un individuo no tiene más poder que otro y garantiza la igualdad de los hombres, además, se garantiza el respeto a la libertad de cada uno.

1.1- LA RELACIÓN ENTRE LIBERTAD NATURAL Y LIBERTAD CIVIL

“El hombre ha nacido libre y por todas partes se encuentra encadenado”^[2] Estas son las palabras con las que Rousseau comienza el Contrato Social. Se tiene un tinte demasiado dramático para comenzar una reflexión política. No obstante, es el primer gran problema que se tiene que resolver en una organización. La prioridad no es establecer las leyes, ni fomentar los derechos, primeramente, se tiene que garantizar la libertad de los individuos que es el derecho natural de todo hombre.

Para Rousseau, de los gobiernos instaurados, no existe uno que pueda respetar la libertad de los hombres. Los tiranos oprimen a los hombres pasándoles por encima de su condición de individuo, la democracia se sirve del colectivo para beneficio de unos pocos y a las oligarquías sólo les importa las minorías correspondientes a su clase social. Empero, no se dan cuenta que en su afán de gobernar, “creyendo que son los amos de los demás, son más esclavos que ellos”.^[3] 

La pregunta clave es ¿qué hace legitimo el gobierno de una o un grupo de personas sobre las demás? este es el gran dilema que hay que resolver. Si el fundamento que legitima el gobierno es la fuerza: el pueblo sólo se tendría que dedicar a obedecer. Y haría lo correcto; sin embargo, como esto no es válido: lo mejor que puede hacer la sociedad es recuperar su libertad por el mismo derecho por el cual le fue arrebatada.

Si estamos de acuerdo con Rousseau en que todos los hombres son libres por naturaleza, esto nos genera la pregunta obvia, ¿en qué momento el hombre pierde su libertad o a cambio de qué renuncia a ella? La lógica nos lleva a pensar que ningún hombre renuncia a ella a cambio de nada. Debe de existir algo muy valioso que tenga el poder de convencer a los hombres de someterse a un gobernante. Para dar respuesta a esta pregunta tenemos que ir un poco más atrás en el tiempo: a las sociedades primitivas.

“Puesto que postula un inicial estado de naturaleza en el cual los hombres eran libres, Rousseau está obligado a condenar el orden social en el cual no existe ya la primitiva libertad del hombre y a decir que los hombres deben romper sus cadenas lo antes posible, o bien a justificar ese orden de algún modo”^[4].

La única sociedad natural y la más antigua es la familia, aun así, esta sociedad natural sólo es pasajera porque los hijos sólo dependen de los padres mientras pueden llegar a una edad en la cual sean independientes. En el momento en que esto sucede los lazos naturales se rompen y desaparece la sociedad natural. Tantos los hijos como los padres se liberan, los hijos se liberan de la obediencia que le debían a sus padres y los padres se liberan del cuidado de los hijos (creo que salen ganando los padres). De todas formas, es muy raro que en cuanto el hijo pueda valerse por sí mismo se vaya de su casa, alejándose de sus padres. Lo más común es que se mantenga con ellos por un tiempo más, pero esto da inicio a una nueva sociedad. Esta nueva sociedad ya no es natural sino por convección, es decir, que las dos partes les conviene permanecer unidas para alcanzar otros objetivos.

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