LIDERAZGO ÉTICO LA SABIDURÍA DE DECIDIR BIEN

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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA

LIDERAZGO ÉTICO

La sabiduría de decidir bien

ENSAYO:

NOMBRE:

Marcelo Carvajal

Ing. MARCELO RAMIRO GUZMAN SUAREZ

GRUPO 293

TITULO: LIDERAZGO ÉTICO LA SABIDURÍA DE DECIDIR BIEN

INTRODUCCIÓN

Liderazgo Ético, la sabiduría de decidir bien, se publicó en el año 2010 y actualmente ya va por su tercera edición. En donde  trata de la búsqueda de la excelencia personal a través del trabajo.

Liderazgo Ético. La sabiduría de decidir bien, de Alfred Sonnenfeld. Es Doctor en Medicina y en Teología, fue  profesor en la Universidad Humboldt de Berlín.  Donde nos  dice que “hacen falta líderes con generosidad y nobleza de espíritu”, “líderes con una fuerte e inquebrantable esperanza, una confianza casi provocativa y la serenidad de un corazón palpitante”.

En la antigua Grecia uno de los filósofos reconocidos era Sócrates quien antes de ser ejecutado demostró que el sentido de la ética dista mucho en las personas, muchas veces esta palabra se entiende de una manera, pero se la ejerce de otra, existe una ligera línea en la interpretación y la aplicación de la misma, Sócrates formo parte de una elite de personajes griegos que fueron los que nos sentaron bases en los temas de filosofía, política, literatura, entre otros.

Con respecto a la ética el pueblo griego se llegó a caracterizar por poseer un pensamiento avanzado para la época, las ideas que ellos poseían los hace dignos representantes de la aristocracia, muchas de las costumbres que en la actualidad poseemos vienen de esta cultura, seres que creían en dioses se esforzaban en complacerlos por lo que su deseo de descubrir nuevas cosas o de encontrar razón a los acontecimientos naturales hicieron que sean excelentes investigadores, precursores de ideas que en un futuro se verán reforzadas y superadas.

Al darse cuenta ellos que tenía un poder de razonamiento superior debieron también poner en práctica la ética y la moral ya que supieron que una gran responsabilidad se erguía sobre sus hombros por lo que a la par de ser los pensadores más destacados debieron indicar que estos descubrimientos o estos nuevos pensamientos que se estaban poniendo en práctica debían tener límites o en su defecto debían ser manejados de una forma correcta y a la par de sus ideas donde el ser humano era bello por su comportamiento más que por su belleza fueron ellos los que sirvieron como piedra angular de la actual ética mundial.

DESARROLLO

Debemos definir en primer lugar cuales son las virtudes o acciones con las que debe contar un líder, debemos saber cuál es la esencia con la que se puede categorizar o precisar el valor de un líder, como se comentó anteriormente una cosa es pensar y otra es actuar, la mayoría de personas hablamos de lo que se debe hacer o de lo correcto que debemos hacer pero muy por lo contrario cuando debemos actuar no seguimos los parámetros que la ética dicta o sea no somos moralmente respetuosos a nuestros pensamientos.

El liderazgo ético lo que busca es activar, encender o aflorar las cualidades que un líder debe tener, debemos saber que por añadidura el ser humano busca liderar, está en sus genes esta particularidad viene desde la época de las cavernas donde la movilización y el orden en las labores garantizaba que un grupo sobreviva, el ser humano descubrió con los años a cómo hacer y a su vez aprendió a guiar, a motivar, entusiasmar y a educar con el ejemplo por lo que las raíces del liderazgo se remontan al antaño.

Las primeras características del liderazgo que ve reflejado den la capacidad que desarrollaron para trabajar en conjunto, distribuir los beneficios que se han obtenido, descubrir las capacidades que cada miembro posee las cuales con el tiempo fueron pulidas.

Primero debemos ser líderes con lo que somos, desarrollar nuestras aptitudes y habilidades pero este debe ser orientado también a lado ético, posteriormente se debe poner en ejecución las mismas aptitudes y habilidades que se han desarrollado, aquí interviene las actitudes que como seres éticos debemos conservar, se debe tener claro que intervienen la ética que es lo teórico con la moral que es lo práctico, un adagio popular dice que hay que ser y parecer por lo que antes de intentar ser un líder ético debemos ser seres humanos éticos y moralmente aceptables, por último es poner en práctica las habilidades de liderazgo desarrolladas ya que la mismas sirven para saber guiar al grupo de persona como un buen líder sabiendo primero nosotros como se hace o se dicen la cosas y a su vez saber cómo mandar a hacer las cosas, ese es el éxito de un buen líder.

 Depende de nosotros mismo los actos que realizamos debido a que cada decisión que tomamos no es indistinta ya que tiene una consecuencia que nos llevara a la autorrealización o a la autodestrucción, el papel de líder y el papel ético van de la mano por eso es por lo que debemos ser buenos seres humanos, actuar de la manera correcta respetando lo que se piensa, sabemos que el punto de vista moral prevalece al punto de vista técnico, ya que no siempre el fin justifica los medios.

 Tener liderazgo es poseer la capacidad de ser honestos y coherentes en nuestro pensar y accionar por ende este aspecto también se ve reflejado en la capacidad que tiene para ayudar a las demás personas a desarrollar las mismas o capaz que hasta mejores aptitudes y habilidades, pero esto está ligado a la confianza o al nivel de confianza que se entrega a las personas, el líder debe influir en las personas de manera sana en mayor o menor grado dependiendo de la autoridad que este ejerce.

Cabe indicar que al hablar de autoridad se debe tomar en cuenta que la misma no se impone ni se la forma esta se la inspira con los actos o las maneras que se lleva un buen liderazgo, otra forma de demostrar que somos honestos es evitando las malas mañas como chismes, murmuraciones, difamaciones, traiciones entre otros.

Un buen líder no nace, sino que llega a hacerse, sacrificando egoísmos, ambiciones, malas ideas que afecten el buen manejo del liderazgo, por ende, se debe saber a qué persona se entrega la confianza, pero no solo en el aspecto de designarla sino en el de descubrir o darse cuenta de la realidad del prójimo, salir al encuentro de las condiciones que en el entorno se pueden manifestar.

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