La Concepción De La Dignidad Humana En Fichte

El presente ensayo hablaré sobre la concepción de la dignidad del ser humano en la filosofía de Fichte en una etapa en donde hay un cierto renacimiento por lo trascendente y lo religioso en un contexto de identidad del pueblo alemán. El planteamiento del autor antes mencionado también expone el compromiso que adquiere el hombre en su entorno – el “bien común” de la filosofía escolástica – y su relación con el absoluto, la divinidad.

Partiendo de su Doctrina de la Ciencia “Yo soy Yo” es una concepción que de entrada no és fácil de interpretar y poder asimilar en una primera lectura por lo que pude entender es el Yo es activa, es vida en sí misma y es esto lo que hace efectiva su realidad y es aquí en donde radica la dignidad de la persona por las acciones que ella realiza en cuanto este concepto. Esto conlleva a la reflexión del mismo individuo y de su entorno a la cual la inteligencia se vuelve inteligible, la actividad cultural cultiva y la vida vitaliza concluyendo de que el mundo refleja la actividad del sujeto en donde el mismo se conoce, aprende, reflexiona, se solidariza haciendo efectivamente su entorno como hábitat de la comunidad humana.

A partir de la concepción anterior se conceptualiza a la naturaleza a partir del acto que configura el ser humano, es decir, que el acto mismo lo que provee las necesidades del ser y su entorno, por lo que se propone que el acto práctico de la razón es existenciador en similitud a lo propuesto por Aristóteles con respecto al acto formal, llevando a la naturaleza a un plano más humano y cultural. Fichte llega a una encrucijada, según un servidor, en donde la moralidad del sujeto está en pos del concepto de libertas y ésta aunada al acto práctico de la razón comentada líneas atrás: La razón entraña una necesidad y en la libertad de la persona adquiere un mandato imperativo que trasciende su propia existencia y está ligada a un orden divino cuya providencia afecta al mundo: “ Lo único que vale absoluta y objetivamente es que hay un orden moral en el mundo, que cada individuo racional tiene asignado un lugar determinado en este orden y se cuenta con su trabajo; que cada uno de sus destinos, en la medida de que no es causado por su propio comportamiento, es el resultado de este plan; sin que en este orden no se cae un cabello de su cabeza y que en su esfera de actividad no cae un pájaro.” En donde hay un orden moral que afecta a la totalidad del ser humano y que es esto lo que lo dignifica ya que participa de manera libérrima. Ahora bien, el comportamiento en lo individual afecta e influye en el colectivo por lo que el mandato moral, proveniente de Dios, mantiene el orden en el actuar de la persona y lo dirige a su proyecto de vida, a su misma trascendencia, la cual irradia y perfecciona a quienes conviven su alrededor. Llegando a este punto podemos considerar que Fichte es un gran precursor de la dignidad del individuo

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