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La Estructura De Las Revoluciones Cientificas

tella20 de Octubre de 2012

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Introducción

Thomas S. Kuhn (Cincinnati, EE.UU., 1922) es filósofo e historiador de la ciencia. Profesor de la universidad de Princetown, su pensamiento es deudor de las reflexiones de Koyré, Piaget, Whorf y Quine.

Por su condición de historiador de la ciencia se ha interesado profundamente en el problema del cambio científico. Éste es de carácter revolucionario, la ciencia no progresa por simple acumulación de conocimientos; las revoluciones científicas son momentos de desarrollo no acumulativo en los que un viejo paradigma es sustituido por otro distinto e incompatible con él.

Su obra La estructura de las revoluciones científicas (1962) y el concepto de paradigma que introduce han supuesto un replanteamiento y crítica de la filosofía de la ciencia desarrollada hasta entonces (Carnap, Popper, Hempel), al mostrar que no es suficiente para la caracterización de la ciencia la exclusiva atención al contexto de justificación, y la imposibilidad de un lenguaje observacional neutro. Procura esclarecer conceptos, corregir malentendidos y, en suma, demostrar la extraordinaria complejidad del mecanismo del progreso científico, cuando es examinado sin ideas preconcebidas. El término paradigma designa todos lo compromisos compartidos por una comunidad de científicos. Por un lado, los teóricos, ontológicos, y de creencias y, por otro, los que hacen referencia a la aplicación de la teoría y a los modelos de soluciones de problemas. Los paradigmas son, por tanto, algo mas que un conjunto de axiomas (para aclarar su noción de paradigma Kuhn invoca a la noción wittgenstieniana de juego.).

Recapitulación

1. La historia de la ciencia no se basa en la acumulación, ya que hay gran cantidad de elementos que se refutan, y se deben tener también en cuenta. Por erróneos que sean, no dejan de ser científicos. Esto traza una revolución en el estudio histórico de la ciencia, que se basará en poner de manifiesto la integridad histórica de una ciencia en su propia época, en vez de comparar lo antiguo con lo actual.

Los aspectos que destacan en esa revolución tienen insuficientes recursos metodológicos para sacar conclusiones sustantivas; incuso se destruye la innovación que trastoca los esquemas prestablecidos. Cuando se intuye que es imposible investigar sin trastocar esos esquemas, se da paso a una revolución científica que destruye la ciencia normal: se produce un rechazo por parte de la comunidad científica de una teoría para adoptar otra incompatible con la primera, se produce un cambio en el análisis y las normas de la ciencia. Estos cambios se suelen dar a partir de descubrimientos inesperados, aislados que desnudan y evidencian a la ciencia en uso.

2. La ciencia normal se basa en realizaciones pasadas reconocidas por la comunidad. A su vez, los paradigmas, estrechamente relacionados con la ciencia normal, tienen en común la carencia de precedentes para atraer partidarios, evitando competencia, y son incompletos como para dejar problemas por resolver. Las transformaciones de los paradigmas son las revoluciones científicas.

Antes de la existencia de paradigmas, las distintas escuelas competían con planteamientos heterogéneos hechos desde bases distintas. El paradigma es una base común que una vez sacado a la luz se usará en un campo determinado de la ciencia de forma general para todos sus investigadores. Cuando aún no existen los paradigmas, las teorías existentes parecen tener todas las mismas importancias. Para ser aceptada como paradigma, una teoría debe ser mejor que el resto; y esto es una dificultad para la aparición de paradigmas. En el momento en que uno o varios científicos producen una síntesis capaz de atraer a la mayoría de los profesionales, las escuelas más antiguas desaparecen gradualmente por la conversión de sus miembros al nuevo paradigma. Siempre hay hombres que se aferran a sus las viejas opiniones y se les excluye directamente de la profesión que, a partir de entonces pasa por alto sus trabajos.

La creación de sociedades, periódicos y clubes científicos se asocian con la aparición de un primer paradigma. Al aceptarse un paradigma, el científico empezará a trabajar a partir de una base de texto y su investigación de publicará a modo de artículo dirigido a un grupo reducido.

3. Los paradigmas no solucionan problemas, tan solo dan las bases para resolverlos de forma fiable, por ampliación de los paradigmas. La ciencia normal parece una empresa de encajar la naturaleza en los esquemas de los paradigmas; lo que no encaja, ni siquiera se percibe, lo que implica que las zonas investigadas por la ciencia normal son mínimas. Cuando el paradigma pierde fuerza hay menos restricciones para investigar: se dice que la ciencia normal es la basada en un paradigma.

Los científicos informan de los aspectos de la naturaleza que el paradigma muestra como reveladores de la naturaleza de las cosas, así como los hechos que pueden compararse con predicciones de la teoría del paradigma, además de los hechos que resuelven problemas y ambigüedades del paradigma.

En resumen, los pasos a seguir serían: determinar el hecho significativo, acoplar los hechos a la teoría, y por último, articular la teoría.

4. Los problemas de la ciencia normal no aspiran a producir cambios. Los proyectos que no encajan en una gama estrecha de posibles resultados, suelen fracasar. Con ellos es difícil articular un paradigma. En este tipo de problemas, el resultado es obvio, pero se pone en duda el modo de obtenerlo de forma distinta, solucionando problemas instrumentales, conceptuales y matemáticos. En la ciencia normal, las novedades son fracasos, no se acercan a las expectativas.

Los enigmas son una categoría de problemas que pone a prueba el ingenio para resolverlos. El paradigma sirve de criterio para seleccionar qué problemas pueden ser resolubles, y éstos serán los únicos considerados como científicos por la comunidad. Un paradigma puede aislar a la comunidad de problemas importantes tachándolos de metafísicos, correspondientes a otra disciplina o simplemente, problemáticos. Los problemas de la ciencia normal son enigmas en ese sentido. Sus científicos son impulsados a investigar para intentar descifrar un enigma aún por resolver. Normalmente cualquier disciplina no ofrece otra cosa que hacer. Para ser un enigma, un problema debe tener más de una solución asegurada; debe haber reglas que limiten las soluciones aceptables y los procedimientos.

5. Para descubrir la relación entre reglas, paradigmas y ciencia normal consideramos cómo aísla el historiador los lugares de compromiso que hemos descrito como reglas aceptadas. Estudiando los paradigmas se aprenden las profesiones. Habrá realizaciones cuyo status está en duda, pero no es lo común. La determinación de paradigmas compartidos no implica reglas compartidas. Las reglas compartidas permiten comparar paradigmas encontrando qué elementos pueden haber abstraído los miembros de los paradigmas más globales, y empleado como reglas. La búsqueda de reglas es más difícil. Se puede estar de acuerdo en la identificación de un paradigma, sin estarlo en la interpretación o racionalización del mismo, lo que no impide el desarrollo de las investigaciones. La existencia de un paradigma no implica la existencia de un conjunto de reglas. A falta de esas reglas, ¿qué liga al científico a una tradición de ciencia normal?. Lo que tienen en común las técnicas de investigación no es que satisfagan a un conjunto de reglas. Se trabaja a partir de modelos adquiridos, por ello no se necesita el conjunto de reglas. La coherencia aportada por la tradición no trae consigo un conjunto de reglas. Los paradigmas podrían determinar la ciencia normal sin necesidad reglas descubribles. Hay varias razones que justifican este razonamiento: podríamos citar, como primer argumento, la dificultad para descubrir reglas; una segunda razón, corolario de la anterior, sería que los conceptos, leyes y teorías no son aprendidas en abstracto y por sí mismas, dependen del estudio de sus aplicaciones. En tercer lugar se puede decir que la ciencia normal puede trabajar sin reglas si se aceptan las soluciones a los problemas particulares, por lo que las reglas deben hacerse importantes cuando los paradigmas son inseguros. Cuando los científicos están en desacuerdo en si los problemas de su campo han sido resueltos, la búsqueda de reglas adquiere una función.

Por último, otra razón de la innecesaridad de reglas sería que si la ciencia normal es tan rígida ¿cómo el cambio de un paradigma puede a veces afectar a un pequeño subgrupo solamente?. Las reglas son generalmente comunes a un grupo amplio, no es así con los paradigmas.

6. La ciencia normal ha tenido éxito en su objetivo: la extensión y precisión del conocimiento. No tiende a novedades fácticas o teóricas. Ha desarrollado una técnica para descubrir fenómenos y a partir de ellos desarrollar nuevas teorías. La empresa que cae en modificaciones nunca vuelve a ser la misma.

El descubrimiento comienza con la percepción de la anomalía, se violan las expectativas del paradigma. Se estudia la anomalía y se ajusta el paradigma para que lo anormal se convierta en esperado. Hasta que esto no se lleva a cabo, el nuevo hecho no es científico.

Si la decisión de usar un aparato, lleva consigo la suposición de que solo se presentarán ciertos tipos de circunstancias, ¿debemos llegar a la conclusión de que se deben abandonar las pruebas ordinarias porque su presencia puede ser engañosa?. Esto daría un método inconcebible de investigación. Éstos procedimientos son tan importantes como las leyes y teorías, aunque restringen el campo fenomenológico. Al reconocer esto podemos ver un sentido especial

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