La Historia Chachi
marioredcooper2 de Enero de 2014
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Mario Gutiérrez Vidal
Grupo I
Las “Gentes del norte” y la Europa de los siglos VIII-XI
Se conoce como vikingos al conjunto de pueblos germánicos que habitaban la península escandinava y los territorios de Jutlandia y que cobraron especial relevancia durante el periodo de tiempo comprendido entre el siglo VIII y el año 1000, con su progresiva decadencia y la posterior conversión al cristianismo. La palabra "vikingo" no define una procedencia regional, si no más bien un modo de comportamiento o de vida. La cultura vikinga engloba a un conjunto de diversos pueblos que compartían las mismas caracteristicas culturales y habitaban, como ya se ha dicho, la zona norte del continente europeo. Los tres pueblos principales considerados como vikingos son los daneses ( los más numerosos), noruegos y suecos, que viajaron y colonizaron diversos puntos de Europa, como las islas británicas, las costas del norte y centro del viejo continente, Islandia, e incluso América, conocida comoVinland.
La sociedad vikinga ha formado parte del imaginario y la cultura popular de forma usual, gracias a los relatos míticos y la tradición. Sin embargo, la imagen que tenemos de ellos, está profundamente distorisionada y esteriotipada. A lo largo de los siglos, las fuentes de las que disponemos han ido "retocando" su imagen intencionadamente o no, lo que ha afectado a nuestra propia percepción, y a la visión tradicional que de ellos tenemos. La literatura romántica del XIX y la industria cinematográfica han añadido también su particular visión.
Cabe destacar la importancia de los testimonios de Alcuino de York, como una de las fuentes más importantes sobre los vikingos de las que disponemos. Alcuino era un importante teólogo y erudito de origen anglosajón, que residía en Northumbria al servicio de la corte carolingia en el periodo del que datan sus escritos acerca de los vikingos. La descripción que Alcuino de York realiza de los ataques vikingos se ha asentado como la imagen clásica de las gentes del norte. A pesar de no haber presenciado los ataques y el pillaje, y por tanto, basarse en opiniones de otros (víctimas de los ataques y por tanto, subjetivas), Alcuino describe a los vikingos como gentes infernales y demoniacas, adoradoras de dioses paganos, que eran enviados como castigo divino por los pecados de los europeos. Alcuino hace especial hincapié en el caracter no cristiano de las gentes del norte y su papel como castigadores divinos.
Al margen del sabio de York, existen otras fuentes que nos ofrecen información sobre los escandinavos. Las crónicas monacales inglesas nos ofrecen una visión similar a la de Alcuino de York, demonizando y tal vez exagerando los rasgos destructivos de los vikingos. Sin embargo, no son muchos los detalles y testimonios que en ellas se ofrecen. Los anales irlandeses son también una fuente relevante en el estudio de las gentes del norte. Éstos se muestran más comedidos que las fuentes inglesas, sin embargo, registran multitud de ataques en la costa irlandesa.
Además de los correspondientes documentos escritos por las "victimas" de los feroces escandinavos, o de gentes ajenas a ellos, podemos contar también con información directa de la propia cultura vikinga, rescatada mediante los métodos arqueológicos. Los enterramientos, manifestaciones artísticas y restos urbanos, nos permiten comprender mejor el modo de vida y las costumbres de los vikingos. La ausencia de escritura hasta la adopción del alfabeto latino una vez convertidos al cristianismo en el siglo XII, hace que no contemos con testimos nativos escritos anteriores a esta fecha. Sin embargo, sí que utilizaban inscripciones rúnicas de difícil comprensión y que aportan poca información.
Gracias a los nuevos avances arqueológicos, descubrimientos como el de Oesberg ( un barco vikingo completo usado como elemento funerario) o los yacimientos hallados en Gales (siglo IX, brazaletes, recintos amurallados, etc.) cada vez nos aportan mayor información y combinados con las fuentes escritas permiten intepretar mejor los modos de vida de las gentes del norte. El desarrollo de nuevas técnicas arquelógicas, como el carbono 14, o el uso de detectores de metales, facilitan la labor del arqueólogo en la comprensión y localización de los hallazgos.
Si bien su origen está situado en Escandinavia, como ya se ha dicho, una de las principales características de los vikingos es su afán exploratorio y su ansia de expansión, bien sea mediante asentamientos, o tan solo con el establecimiento de rutas comerciales e incursiones de saqueo. Mediante numerosos viajes y expediciones realizaron una intensa labor de colonización que los hizo temidos y conocidos en toda Europa. Desde el comienzo de su expansión en el siglo VIII existen indicios de numerosos viajes vikigos, que fructificaron, o no, en asentamientos más o menos estables. Se han planteado diversas hipótesis sobre la causa que llevó a los pueblos de escandinavia a dejar su tierra natal y que los motivó a cruzar en mar en busca de botín y tierras en las que asentarse. Existen diferentes planteamientos, todos ellos con alguna laguna o punto débil y los expertos no logran hallar una causa clara y consensuada sobre el origen de la expansión vikinga.
Una de las principales teorías defiende la existencia de un próspero desarrollo de la agricultura, el cual propició una notable mejora de la calidad de vida y por tanto, un aumento acusado de la población. La presión demografica, por tanto, podría haber sido una causa evidente de la expansión de los pueblos escandinavos, en busca de nuevos territorios en los que asentarse. Sin embargo, a menudo se critica la falta de evidencias que demuestren dicho aumento demográfico y la ausencia de explicación al porqué existen en la misma Escandinavia amplias regiones de territorio, en mayor o medida fértiles, sin rastros de haber sido habitados. Otras corrientes historiográficas apuntan a una causa política para la migración de estas grandes masas de población. El rápido ascenso de ciertos caudillos que comenzaron a acumular poder y realizar ciertos movimientos unificatorios, pudieron ser un factor desencadenante para la salida de algunos nórdicos de su tierra de origen.
Algunas teorías se enfocan más hacia facores externos, ajenos a la propia cultura escandinava. El debilitamiento de las rutas tradicionales europeas de comercio, pudo haber propiciado una oportunidad ideal para que los osados vikingos se lanzaran al establecimiento de nuevas rutas de comercio. Además, la debilidad de las entidades politicas europeas favoreció su expansión y su rapida conquista. Otros autores apuntan la posible amenaza de el Imperio de Carlomagno en el sur de Dinamarca como un desencadenante de la respuesta vikinga, que "unió" en cierta medida a los pueblos daneses, para hacer frente a la amenaza de los carolingios.
De cualquier modo, en el año 793 se tiene constancia de uno de los primeros ataques vikingos registrados en Lindisfarne, Inglaterra. Las islas británicas pasaban a convertirse por tanto en uno de los objetivos principales de las gentes del norte, en lo que a partir de entonces, se denomina como la Era Vikinga. A lo largo del siglo las incursiones se sucedieron por la costa y en torno al 865 los vikingos capturan York, y comienzan a asentarse en la isla, creando el reino vikingo de Jorvik. Ante las disputas internas de los siete reinos británicos (conocidos como Heptarquía) y la insistencia cada vez mayor de los invasores, los vikingos no tienen muchos problemas para instaurar su dominio, hasta que Alfredo el Grande logra contenerlos en la frontera de Wessex. Alfredo firmó la paz con Guthrum, el líder vikingo, que instaura en Inglaterra la denominada Danelaw, región bajo control vikingo desde el siglo IX hasta el XI, situada en el noreste de la isla. Tras las constantes rupturas de la paz por parte de los invasores Daneses, en el 884, el rey Alfredo de Wessex entabla de nuevo batalla con el rey Guthrum, derrotándolo, y firmando un nuevo tratado de paz. Posteriormente, Guthrum se convertiría al cristianismo, lo que daría lugar a una paz más estable con sus vecinos del sur. Tras la muerte de Guthrum, Eduardo el Viejo, reincorpora el Danelaw al dominio de los sajones. Esta victoria es efímera, pues de nuevo se reincorpora el territorio al control vikingo, de la mano de Erik Hacha sangrienta. El fin definitivo le llegará con la conquista de la isla por parte de Guillermo I el Conquistador, que instaura la dinastía normanda en Inglaterra, de la que se hablará posteriormente.
No solo Inglaterra se haya bajo dominio vikingo durante gran parte de la Alta Edad Media europea. Irlanda se convirtió también en otro importante foco de colonización vikingo, hasta el punto que se constituyo el poderoso Reino de Dublín, bajo control de la dinastía de Uí Ímair en su periodo de máximo esplendor. Se tiene constancia de los primeros ataques vikingos en torno al año 840. El dominio vikingo en Irlanda duró hasta la conquista de la isla por parte de los normandos, en 1171. Escocia y Gales recibieron también colonizadores vikingos, pero en menor medida que los territorios anteriores, especialmente Gales, que apenas contaba con unos pocos asentamientos.
En la actual Francia también se vivió una intensa actividad vikinga. El imperio carolingio tuvo que hacer frente a oleadas de invasores normandos ( de origen danés) que asolaban las costas del norte del país, llegando incluso a penetrar por vía fluvial hasta las más importantes ciudades del imperio, saqueando París, Ruan, y otras ciudades. Los monarcas carolingios, incapaces de hacer frente a la amenaza, se vieron obligados a pagar a los nórdicos enormes sumas para evitar los
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