La Inteligencia Artificial
nigday12 de Mayo de 2013
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La Inteligencia Artificial
La Inteligencia Artificial se define como la capacidad de elementos computacionales de realizar tareas de manera más eficiente o mejor que los humanos. El objetivo de la Inteligencia Artificial no sólo recae en que las computadoras puedan procesar información y almacenarla para realizar acciones que pueden ser repetidas, sino apuntan a algo aún más complejo. Se trata de que las computadoras sean capaces de entender profundamente la información y tomen decisiones complicadas y que en ocasiones se puedan pensar que solamente son para los humanos, simulando así las capacidades humanas que nos caracterizan.
Hasta esta época se han desarrollado grandes avances en la Inteligencia Artificial, de tal grado que se ha presentado esta tecnología en diferentes partes de nuestra sociedad. Gracias a que esta tecnología tiene una gran presencia, se empiezan a crear cuestiones involucradas con el impacto que tiene en la sociedad el uso de la Inteligencia Artificial, uno de los aspectos que se consideran con mucha importancia es la ética. Por esto, se considera importante tomar en cuenta que en un futuro bastante próximo se van a estar en consideración cuestiones éticas en las empresas que utilizan sistemas inteligentes como estos, esto implica que las compañías tendrán que sacrificar mucho para incorporar la ética en sus aparatos inteligentes. Esto también aplicará para todas las personas en la sociedad en cuanto a su convivencia con estos sistemas inteligentes ya que surgirán muchas inquietudes éticas que requerirán de nuestro profundo análisis.
En el presente ensayo se hablará sobre cómo afectará la utilización de la Inteligencia Artificial en las personas de nuestra sociedad y se analizará el impacto que generará y las implicaciones éticas que se tomarán en cuenta en cuanto a cuestiones como la dignidad humana y las posibles amenazas contra la integridad ética de las personas. También, con el fin de ofrecer un análisis completo y profundo sobre estas implicaciones, es importante discernir a un ser humano de una máquina que simula las características de uno, esto enfocado en cuanto al comportamiento ético por el cual nos regimos. Es relevante incluir asimismo una cuestión muy importante a considerar para alcanzar una respuesta concisa a esta problemática, esta se refiere a la libertad de la máquina.
Primeramente debemos empezar tomando el tema de las implicaciones de aceptar la Inteligencia Artificial en la vida de nuestra sociedad. Podemos encontrar muchos documentos actualmente sobre las consideraciones éticas que los científicos deben tomar acerca de la forma en la que deben actuar durante el trabajo, o qué proyectos o inventos se deberían hacer o no hacer por el bien de la sociedad. Un ejemplo de esto es el manual de ética en la computación de Berleur (1996). A pesar de esto, nos es evidente que la Inteligencia Artificial nos presenta problemas aún más complicados que estos, en la actualidad, que los problemas técnicos a los que se refiere el manual. Uno de estos problemas lo podemos encontrar en el área del trabajo de una sociedad. La economía de la industria moderna ha logrado adquirir un nivel de dependencia en las computadoras bastante alto, aquí se utiliza tecnología de automatización con Inteligencia Artificial los programas. Es posible afirmar que miles de trabajadores han perdido sus empleos o han sido desplazados gracias a estos programas de Inteligencia Artificial que se implementan cada vez más en las Industrias (Ayala, 2010).
Por un lado, algunas personas podrían pensar en que estos hechos pueden resultar de cierta manera benéficos para la sociedad, ya que la Inteligencia Artificial en este caso se encargaría de eliminar los trabajos innecesarios y crearía trabajos más interesantes, intelectualmente demandantes y mejor pagados. Podemos darnos cuenta de que esto nos impulsa concentrar mucho más esfuerzo al mejoramiento de nuestra persona y nuestras virtudes para acercarnos más a la excelencia, finalmente adquiriendo la vida virtuosa que los humanos nos empeñamos por alcanzar. Muchas veces se descuidan aspectos como este por el estrés de buscar dinero para tener una buena vida cuando la realidad es que esto nos está empujando más lejos de conseguir una vida plena y completa.
Por otro lado, podemos encontrar otros aspectos que nos afectan negativamente como una sociedad ética. Una de las promesas principales de la Inteligencia Artificial es que nos permitirá ahorrar tiempo y liberarnos de una gran cantidad de trabajo, lo que a simple vista parece bastante conveniente, pero al ponernos a analizar las repercusiones éticas en nuestra persona, se puede ver que no lo es del todo. Una sociedad en la que la tecnología se encargue de todo el trabajo duro y demandante, llevaría a sus personas a una crisis de actividad mínima, incluso de aburrimiento, una sociedad en la los problemas más importantes de una persona sería en decidirse qué película quiere ver en la televisión. Por supuesto que esto afecta también en las virtudes que anhela el ser humano, el sentido de responsabilidad desaparecería completamente. Cualquier valor que se refiera al comportamiento con las demás personas se vería afectado también ya que las personas estarían más concentradas en su placer y comodidad que en cualquier otra cosa que pueda intervenir en su felicidad. La jerarquización de los valores de las personas cambiaría completamente a una en donde la felicidad de la persona es el centro de su atención y valores como el respeto, la empatía, consideración, amabilidad, generosidad, paciencia y solidaridad desaparecerían.
Otro aspecto negativo de la Inteligencia Artificial, y posiblemente el más importante a considerar, es el impacto en la dignidad humana. Entendemos la dignidad humana como el reconocimiento del ser humano de tener un valor único y sin condiciones y sin importar los bienes materiales de los cuales sea dueño (Gasperín, 2013). La idea de que las máquinas puedan ser autónoma y puedan lograr un nivel de razonamiento de la altura de un ser humano, tomar decisiones e incluso reaccionar de forma parecida a un humano, es una idea que entra en conflicto con la dignidad que tenemos como humanos. Esta dignidad se refiere al valor único y singularidad que nosotros mismos nos damos para diferenciarnos de las demás especies y cosas del universo. En cuanto aceptemos la idea de que cosas sin vida ni alma como las máquinas, pueden llegar a ser tan especiales como un ser humano, se perderá toda noción de dignidad que mantiene elevada la condición humana sobre la condición de las demás cosas en el mundo.
Ha surgido una idea desde los tiempos de la revolución industrial la cual siguiere que las máquinas lograrán algún día superar al ser humano como especie, la cual ha sido demostrada por muchos medios como las películas y los libros de ciencia ficción e incluso se ha llegado a ver en situaciones reales. En el año 1997, Garry Kasparov, campeón de ajedrez considerado el mejor jugador del mundo, fue derrotado por “Deep Blue”, una supercomputadora creada por IMB. Este suceso causó mucha polémica y los periódicos hablaron de humillación hacia el jugador, ahora imaginemos lo que ocurriría en una situación más relevante en la que se considere una computadora como superior a una persona. El valor “incondicional” del ser humano, del cual tanto habla la dignidad humana, no existiría más.
Tratar con un ser capaz de tomar sus propias decisiones y emitir sus propios juicios y pensamientos, nos lleva a pensar en lo que nos define como seres humanos. ¿Nuestra inteligencia y razonamiento es lo único que nos diferencia de las demás cosas? Si una máquina es capaz de tener sentimientos y pensamientos parecidos a los nuestros, ¿Dejaremos de pensar que estamos tratando con una cosa y la trataríamos como a un humano? Un ser humano posee individualidad y se guía de manera autónoma, sin depender de ninguna manera de cualquier cosa, animal o persona. Sus acciones no dependen solamente de la información recibida, sino también influyen cuestiones de voluntad propia como su estado de ánimo y amor hacia las demás entidades existentes. Es aquel que cuenta con una conciencia despierta, que no sólo piensa en hacer las cosas más eficientes, sino que hace un análisis de autoconciencia. Evalúa su comportamiento y pensamientos de manera autónoma con el fin de mejorar su persona y convertirse en un ser con virtudes y valores éticos que apunte a la excelencia, y todo esto para finalmente alcanzar la felicidad plena y sentir un valor irremplazable en sí mismo.
Se sabe que cualquier entidad que posea sentimientos y voluntad propia, es vulnerable a diferentes decisiones e ideas equivocadas, ¿Qué tal si una de estas decisiones llega a violar la ley? ¿Cómo reaccionaríamos ante esto? Se habla de dejar que las máquinas tomen decisiones de carácter muy importante como ayudar a una persona o no, hasta decisiones de vida o muerte (García, 2001). Para el ser humano existen diferentes principios éticos que rigen nuestro comportamiento y muchos de estos principios llegan a convertirse en leyes civiles o hasta religiones para asegurar que mantengamos un comportamiento correcto para el bien de la sociedad (García, 2011). En el caso de las máquinas, no hay un estándar de comportamiento hasta hoy para dirigir las acciones de una de ellas, por lo que se considera de orden prioritario desarrollarlo y aplicarlo en caso de que una de ellas se enfrentara a situaciones que requieren un pensamiento ético desde el punto de vista humano. Con esto hago referencia al tema de la libertad que una máquina como estas deba/pueda tener.
Existen dos posturas que planean dos pensadores diferentes que combaten este problema de los humanos
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