La Ley según autores católicos
IgnacioLove23Ensayo11 de Junio de 2020
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Normas morales
•Extrínseca: LEY. Corresponde a lo externo. Estas están para obligar al hombre a dirigirse a su fin último, ya que al hombre le cuesta moverse hacia la felicidad.
•Inmanente: CONCIENCIA. Es interna. Nos mueve hacia lo bueno y necesita las leyes para guiarse. Las leyes nos muestran lo bueno según su jerarquía.
Nombre (término aplicado a la esencia de la cosa): la palabra Ley proviene de ligar, porque obliga en orden a la acción.
Naturaleza (esencia de los seres. Principio y causa de movimiento, el movimiento el paso de la potencia al acto, lo que no cambia en este paso es lo natural de la cosa): "Ordenación de la razón dirigida al bien común y promulgada por quién tiene el cuidado de la comunidad" (S.T)
•Ordenación de la razón: la ley es una regla y medida de nuestros actos. La regla y medida de nuestros actos es la razón, y es propio de la razón ordenarnos al fin.
Mediante la razón llegamos al bien ya que está nos ordena al debido fin.
Siendo la ley una especie de regla y medida, se dice que se encuentra de dos maneras. Primera, como el principio mesurante y regulador; y como medir y regular es propio de la razón, la ley solo se encuentra en la razón. Segunda, en lo medido y lo regulado; se encuentra en todas las cosas que obedecen a alguna inclinación consiguiente a una ley. Es un acto de la razón práctica, no de la voluntad. La voluntad cumple papel en la formulación pero no es causa eficiente de la misma. Cuando alguien quiere el fin es cuando la razón dispone los medios que a él conducen. Para que el querer de la voluntad respecto de estos medios tenga valor de ley, es necesario que esté regulado por la razón.
•Dirigida al bien común: el bien común es la causa final de la ley. Una ordenación perjudicial al bien común o encaminada al bien particular, no puede tener carácter de ley. El bien es común cuando apunta al fin común.
La razón es el principio de los actos humanos, y también hay en la razón algo que es el primer principio de todo lo demás. El primer principio del que se ocupa la razón práctica es el último fin. Y, el último fin de la vida humana, es la felicidad. Por ello la ley debe ocuparse del orden a la bienaventuranza.
Tendemos al bien común. Lo bueno para la naturaleza es bueno por naturaleza.
•Promulgada: la promulgación se requiere, en la práctica, para su obligatoriedad. La ley se impone mediante su aplicación a lo que hay que regular y medir. Esta aplicación se lleva a cabo al poner la ley en conocimiento de sus destinatarios mediante la promulgación.
•Por quién tiene el cuidado de la comunidad: nadie puede dar leyes sino a sus súbditos, lo contrario es una usurpación de autoridad y no habría porque obedecerla. Para tener una verdadera autoridad se requiere la jefatura sobre una sociedad perfecta, es decir, que sea completa, que pueda obtener por sus propios medios, su propio fin. Los preceptos y las normas particulares no son leyes.
División
Condiciones de una ley para ser ley.
•Posible: física y moralmente.
•Honesta: que no se oponga a lo que determina el bien común.
•Útil: para llegar al bien común.
•Justa: conforme a la justicia conmutativa (equilibrio e igualdad) y distributiva (justo y correcto en asignación). "La ley que no es justa no parece que sea ley" (S.A)
•Estable: permanente (cualidad de una situación en la que se mantiene la regularidad), así como la comunidad hacia la que se dirige.
•Promulgada: qué puede ayudar su conocimiento a todos los súbditos.
Autor: quien tiene el derecho para imponer las leyes y ordenar a sus súbditos al bien común.
•Dios: es el legislador primero (no hay nada anterior a Él), supremo (apunta al fin último) y universal (es común a todos, está en nuestra esencia).
Toda la autoridad procede de Dios. Consta en la Sagrada Escritura y por la simple razón natural. "Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas" (Rom 13, 1).
•Iglesia: consta por el hecho de que la Iglesia es una sociedad perfecta y completa que se basa en sí misma para conseguir su propio fin. Consta en la Sagrada Escritura "Y a tí te daré las llaves del Reino de los Cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos" (Mt 16, 19)
•Príncipes: lo exige la naturaleza de la sociedad ya que esta no podría subsistir sin leyes emanadas de la autoridad legítima. Consta en la Sagrada Escritura "Por causa del Señor someteos a toda institución humana" (Prov 8, 15)
Objeto: nos dirige a todo lo relacionado al bien común (felicidad), mediata o inmediatamente, o sea, los actos humanos honestos y sociales.
Para precisar es necesario distinguir tres tipos de actos:
•Externos: caen bajo el objeto de la ley en general, son los únicos que se pueden controlar y sancionar por la ley humana. Se ven en tres categorías:
Indiferentes: no son buenos ni malos en orden al bien común, pero lo afectan. Su quebrantamiento es malo por estar prohibido, pero no lo sería sin tal prohibición.
•Heroicos: existe una virtud mayor puede realizarlo cualquier hombre con ayuda de la gracia de Dios requiere voluntad o exigencias del bien común.
•Ocultos: (practicados en soledad) es accidental que nadie lo haya visto.
•Internos: pueden ser presentado por Dios, quien controla nuestros corazones y no lo civil (escapa a su control). Caen bajo la justicia divina (no se puede obligar, excepto voto de obediencia).
¿Puede la iglesia imponer actos internos? La Iglesia, actuando con su poder jurisdiccional y con su autoridad vicaria (qué ayuda o sustituye), recibido por Jesucristo, puede reclamar el acto interno. / La Iglesia no puede imponer actos internos por su propia potestad dominativa, a no ser que medie un voto de obediencia que se extienda a ellos.
•Mixtos: aquellos cuya intención es inseparable del acto externo si el acto de ser humano y honesto. No hay acto externo sin interno, a menos de caer en el pecado. Lo civil puede tener derecho en el aspecto externo.
Sujeto: están sometidos a la ley todos y sólo los súbditos del legislador para quienes se promulgaron las leyes.
Efecto de la ley: es propio de la ley inducir a los súbditos a su propia virtud. El efecto propio de la ley es hacer buenos a sus destinatarios. Si todas las leyes estuvieran reguladas en consonancia con la justicia divina, la ley haría buenos a todos los hombres en sentido absoluto. Si en cambio lo que legislador se propone no es el bien común sino un bien útil o particular, la ley no haría buenos a los hombres en sentido absoluto sino sólo en sentido relativo, es decir, para un determinado régimen.
La ley se da para dirigir los actos humanos, cuanto más estos actos contribuyen a la virtud tanto más la ley hace bueno los hombres.
No siempre se obedece a la ley por el impulso de la bondad de la virtud, sino que a veces se hace por el temor de la pena o por el dictamen de la razón.
Es imposible alcanzar el bien común si los gobernantes no son virtuosos. La ley tiránica que no se fue conforme a la razón no es propiamente ley sino una perversión de esta. Esta ley mantiene parte de la naturaleza de lo que se llama propiamente ley, es dictamen de la razón del gobernante y tiene como objetivo que los súbditos la obedezcan bien. Y esto es ya hacerlos buenos, no en sentido absoluto, pero si con respecto a tal régimen.
La ley es un dictamen de la razón en forma preceptiva, y es propio de la razón conducirnos a una cosa en virtud de otra. La ley es guía sobre los actos humanos, los cuales son tres:
•Actos buenos por naturaleza: actos de las virtudes que la ley manda a cumplir.
•Actos malos por naturaleza: estos son los vicios, a los que la ley le corresponde prohibir.
•Actos indiferentes: a los cuales la ley le toca permitir.
Aquello por lo que la ley se induce a que se lo obedezca, es el temor del castigo, y esto da lugar a un cuarto efecto de la ley que es el de castigar. La costumbre de evitar malas acciones y practicar las buenas por temor al castigo acaba por hacer que el ciudadano lo haga con gusto y voluntariamente. El castigo coopera a la ley, hace a los hombres buenos.
LEY ETERNA
Es la razón y voluntad divina que manda observar y prohíbe alterar el orden natural. (San Agustín).
El plan de la divina sabiduría por el que dirige todas las acciones y movimientos de las criaturas en orden al bien común. (Santo Tomás de Aquino)
La ley es el dictamen de la razón práctica del legislador en una comunidad perfecta. Dado que el mundo está regido por Dios, es manifiesto que todos estamos gobernados por su razón divina. La inteligencia divina no concibe nada en el tiempo, sino que su concepto es eterno.
La ley eterna es el supremo analogado en la escala de la ley. Ordena perfectamente.
OBJECIONES
1) Donde no hay súbditos eternos, no hay ley eterna. Toda ley se impone a alguien. No hay ley eterna. / Siempre existimos en Dios, Él conoce y dispone de antemano. Para Él no hay pasado ni futuro sino eterno presente.
2) La promulgación es esencial para la ley. No hubo nadie eterno a quién promulgarla. No hay ley eterna. / Dios puede promulgar eternamente ya que tiene todo presente en su mente divina. Del lado humano es imposible.
3) La ley dice orden a un fin.
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