La Muerte

ENSAYO SOBRE LA MUERTE

La muerte una palabra que encierra mucho enigma y misticismo ya que nadie sabe nada acerca de ella, pues ciertamente es una transición de la que nadie ha podido regresar y continuar su vida como si nada hubiera pasado.

Es parte de la vida cotidiana sin embargo no estamos tan familiarizados hasta que nos toca vivirlo de cerca, vemos día a día que miles de personas mueren por diversas razones pero es hasta que le toca el momento a un ser querido que hace que reflexionemos acerca de ese tema.

Me ha tocado vivir cercanamente la muerte, a los 17 años me toco ver morir en su casa a mi abuelo materno, él era una persona sumamente metódica y cariñosa, no le gustaba salir ni tener problemas con nadie bien recuerdo que le gustaba ir por mis primas, mi hermano y por mi a la escuela y comprarnos alguna golosina pero sus palabras eran “no vayan a decir que les compre” porque mi tía y mi mama lo regañaban cuando no queríamos comer jajajajaja era muy divertido yo cursaba tercer año de secundaria era un hombre sumamente amigable y le encantaba ayudar.

Sin embargo un día se puso muy mal y el nefrólogo dijo el Sr. Alamilla tiene una infección y deficiencia renal asintomática que ha avanzado demasiado y en este momento se encuentra en estado terminal. La noticia cayó a toda la familia como bomba y nuestro pilar se iba consumiendo lentamente hasta que en junio del 1993 su luz se apago y se apago en casa cerca de todos nosotros, es impresionante e inevitable sentirse impotente ante tal culminación pues quisiera uno salir y comprar salud o mas días, hacer lo imposible porque el momento no llegue esa fue mi primera experiencia cara a cara con la muerte y ver a mi amado abuelo partir.

Ahora entiendo que dejo de sufrir pero como seres humanos es imposible no sentir dolor es una serie de sentimientos encontrados porque sabes que estarán mejor pero y su lugar y todo lo maravilloso que nos daba ahora quien lo hará.

La segunda experiencia cara a cara fue la muerte de mi madre, ella y yo logramos desarrollar un lazo muy fuerte y pasábamos grandes horas juntas, solo cuando salía o ella descansaba era que nos separábamos, ella tenía el carácter como ni abuelo al fin de cuentas era su papá. Era cariñosa, alegre y muy tranquila tampoco le gustaba discutir y cuando lo hacíamos mi papá y yo decía: “ya basta, claro Navarijo tenían que ser los dos” eso a mi papá y a mi nos daba mucha risa y ella siempre suavizaba las cosas.

Su salud desde que yo era pequeña se vio afectada ella padecía Lupus y conforme pasaron los años fue atacando órganos vitales hasta el 14 de octubre del año 2006 que también partió, fue un día muy difícil ese día los médicos decidieron retirarle el apoyo de terapia intensiva, y subirla a piso claro s todos muy molestos pues le retirarían el respirador automático. Sin embargo la trasladaron con respirador manual eso fue cerca de las 10pm. Ya no había esperanzas tenía más de cinco días sin poder orinar y los riñones no reaccionaban parecía ver de nuevo la situación de mi abuelo ahora en mi madre.

Toda la familia subió a despedirse de ella mi padre, tías, hermanos, etc. El custodio dijo ya está bien tendrán que hacer guardias de dos horas no podrán estar bajando y subiendo, claro nos resulto molesto pero dije: está bien yo me quedo con ella y subí, la experiencia fue devastadora ella se encontraba muy pero muy hinchada debido a la retención de líquidos y muy fría ya casi perfilada, la gente que ha visto morir a alguien sabe que la nariz cambia y el semblante pareciera como si te estuviera avisando que están a punto de partir y asi se encontraba mi mamá.

Al principio sentí miedo pero después lo único que hice fue abrazarla y acariciar su cabeza hablarle a su alma y decirle que no sabia porque se resistía a morir pero que estaríamos bien que todos la amábamos y nunca

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