La Naturaleza De La Creatividad

Diversos artistas han concebido a través del tiempo magnificas obras que han cautivado a la humanidad; obras como esculturas, pinturas, novelas, poemas, música: arte. Sin embargo, uno de los más grandes pintores en la historia fue Leonardo Da Vinci al pintar una de sus obras más famosas, la Gioconda o la Mona Lisa. Dicha obra concebida en el periodo del Renacimiento, es decir a partir de una visión humanista de la realidad, ahora es una de las obras más preciadas para la humanidad.

La protagonista parece ser Lisa Gherardini, una dama florentina casada con el banquero napolitano, Francesco del Giocondo aunque también existen versiones sobre que el protagonista puede ser Constanza de Ávalos, Francesco de Giocondo o incluso el propio Leonardo. Pero dejando de lado el misterio de su protagonista, lo que le ha dado su fama a esta pintura es su singularidad, por ejemplo Leonardo utilizó la perspectiva área y la técnica del “sfumatto” (difuminado) combinadas, consiguiendo una sensación tridimensional y de profundidad incomparable.

A pesar de esto, la cualidad más emblemática de este cuadro es su sonrisa, una sonrisa enigmática. Según Margaret Livingstone, experta en percepción visual, la sonrisa de la Gioconda es “una ilusión que aparece y desaparece debido a la peculiar manera en la que el ojo humano procesa las imágenes” La experta opina que debido al funcionamiento del ojo humano si se mira directamente a la boca la sonrisa desaparece, mientras que si se mira a los ojos u otra parte del cuadro la sonrisa vuelve a aparecer en el rostro de la Gioconda.

Esta maravillosa obra de arte provino del ingenio de da Vinci, propiamente su creatividad. La creatividad le permitió usar un modelo para plasmarlo en una pintura con tan enigmáticos trazos. Sin embargo, esta creatividad: ¿Dónde se origina?¿Cuál es su verdadera naturaleza?

Antes se creía que la creatividad solo le pertenecía a unos cuantos, que era un don solo de personalidades del arte, tales como Leonardo o Miguel Ángel. Sin embargo cada persona ha demostrado ser capaz de tener creatividad, pues cada quien es capaz de generar nuevas ideas. La creatividad puede llevar al resultado de una solución distinta a un problema, a inventar algo original, e incluso crear una historia para niños.

Obviamente hay personas que desarrollan mejor esa creatividad. Los que la desarrollan en un sentido amplio pueden aportar algo novedoso y al mismo tiempo valioso a la sociedad. De ahí puede partir hasta desarrollar ideas valiosas para una empresa, para la publicidad o puramente personal.

También podemos realizar un análisis etimológico del término "creatividad": se deriva del latín 'creare' y está emparentada con la voz latína 'crecere' (crecer). Es interesante ver el entorno lingüístico en que aparece el concepto: en el Génesis del Antiguo Testamento leemos que Dios creó el cielo y la tierra de la nada (San Agustín). Creatividad significa pues, etimológicamente, "crear de la nada".

La creatividad se aborda, en el presente trabajo, como una el proceso por el cual se produce un trabajo que es original y útil para resolver una necesidad, dependiendo de ciertas habilidades individuales, la personalidad y el entorno.

Las primeras concepciones sobre la naturaleza de la creatividad tuvo lugar con Juan Manuel de Berriozabal (1852) como una manifestación del talento, la cual solo poseían unos pocos pues el talento, según Berriozabal provenía de una conciencia superior, Dios. Pero no es hasta Guilford, con su discurso en la Asosiación Americana de Psicología, que se destaca la importancia de estudiar la creatividad.

Después de Guilford surgen cinco teorías de la creatividad: la teoría psicoanalítica, la perceptual, la humanista, la factorial y la neuropsicofisiológica.

La teoría psicoanalítica menciona que la creatividad tiene su origen del “inconsciente colectivo”, es decir, de la información contenida de las generaciones precedentes. Sin embargo, esta teoría no toma en cuenta a las condiciones exteriores en las que vive un individuo, carece del encuentro e interacción con el mundo exterior.

La teoría perceptual, complementada con la asociacionista y la cual tiene representantes como Wetheimer, Khler, Mednick y Koestler. Esta teoría argumenta que la creatividad es sinónimo de pensamiento productivo y solución de problemas manifestada a través de un estímulo generando una percepción, que puede ser tanto negativa como positiva dependiendo si satisface la necesidad de resolver un problema.

La teoría humanista constituye la creatividad a partir de la personalidad del sujeto creador. En otras palabras, una personalidad creativa es una personalidad integrada. El acto creativo se produce por la motivación, asimilación consciente y esfuerzo dirigido hacia un problema de forma que se internalice al subconsciente para producir una lucha interna, surgiendo algo nuevo. Sus principales representantes son A. Maslow, C. Rogers y R. May.

La teoría factorial habla de dos tipos de factores que afectan el proceso creativo: los factores intelectuales como la fluidez de ideas o la asociación y expresión de las mismas, así como los factores personológicos como la capacidad de invención. Teoría defendida por Guilford, Getzel, Jackson, Berlyne, Harlow y Piaget.

La última teoría que surge es la de neuropsicología con Yepsen y Lavados como principales representantes. Esta le da un enfoque biológico a la creatividad definiéndola como el acto y proceso que tiene lugar a través de las aferencias sensoriales del cerebro, su estimulación y activación. Los sentidos como puertas a través de los cuales las personas transfieren el mundo físico exterior al interior.

La concepción de la creatividad puede solucionar problemas, pero su objetivo primordial es la generación de ideas

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