La felicidad, el placer y la virtud
Consuelo SandovalEnsayo5 de Abril de 2022
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Ensayo 4, Sandoval.
La felicidad, el placer y la virtud.
El filosofo Epicuro escribe una carta a Meneceo donde se ve reflejado su pensamiento y ética que estudiamos hasta el día de hoy. Nos presenta el tema de la felicidad y de cómo el hombre busca sentirse bien a lo largo de su vida. Nos lleva a analizar que el hombre debe perseguir todo lo que le provoque felicidad. Es a partir de esta hipótesis que se desarrolla el siguiente ensayo apoyado con citas de los textos leídos finalizando con una relación de la actualidad.
En primer lugar, es importante mencionar que, para Epicuro, cuando se tiene la felicidad se tiene todo y cuando esta no está el hombre hace todo para conseguirla. “Es preciso, pues, meditar en las cosas que producen felicidad, puesto que, presente esta, lo tenemos todo y, ausente, todo lo hacemos para tenerla” (Epicuro, 2018, p. 11).Por lo tanto es lógico decir que el hombre va a en busca de eso que le genera felicidad, estos son los placeres , así lo podemos entender á través de la carta , que el concepto de felicidad tiene que ver con sentir placeres, se puede decir que el hombre va a ir tras este bien, el placer. Para llegar a él, tiene que ausentarse del dolor, es decir, siente placer cuando hay ausencia de dolor tanto en el cuerpo como en el alma. Este punto es interesante de analizar, en el sentido de cuándo algo es placentero y en qué medida es placentero para cada hombre. Podemos recurrir a las palabras de Epicteto, al decirnos que el cuerpo de cada persona, se podría decir que es el indicador de lo necesario. “la medida de las riquezas para cada uno es el cuerpo, como el pie es la medida del zapato” (Epicteto, 135 d.c, p. 17).Es así como el hombre busca sentir placer, en el que se manifiesta la felicidad. No hay que olvidar que el hombre es un animal racional y que siempre está en una constante búsqueda de bienes.
Luego podríamos preguntarnos entonces cómo el hombre es capaz de saber que es placentero tanto para el cuerpo como para el alma. Esta elección de saber que es lo bueno , lo malo , lo justo , injusto , etc. la dan las virtudes y hay una que es la más destacable, la prudencia , que la entendemos como el saber elegir de manera medida y no descontrolada .De esta se desprenden las otras y a través de ellas nos enseña que no es posible vivir placenteramente sin estas , ya que es muy importante saber cuando algo no me producirá miedo o dolor , por lo tanto queda claro que las virtudes y el vivir bien van de la mano para llegar a los placeres y la felicidad.
Por el contrario, sabemos a través de la carta que muchas veces cuando nos excedemos en ciertos placeres genero un mal para mi cuerpo como el dolor. Este es el ejemplo de la muerte que podemos desprender de lo leído, que no es sabio quien le teme a la muerte ya que le genera dolor esperarla. El sabio no le teme al no vivir como tampoco disfruta más de los placeres mas abundantes si no que de los más placentero sin importar la duración de estos ya que lo importante es que nos entregaran la experiencia de la felicidad. Es por esto por lo que si los placeres están bien encaminados la elección que el hombre haga va a ser para su bien y para llevar una vida mejor.
Finalmente, cuando se cubren todos los placeres tanto del cuerpo, suprimiendo el dolor, como los del alma, sin sufrimiento, se completa lo esencial del pensamiento epicúreo de la felicidad.
Si queremos estudiar la sociedad actual a través de esta línea, nos lleva a analizar que hoy en día el hombre si se encuentra en una constaste búsqueda de cosas placenteras que lo lleven a sentirse feliz o a un estado donde nada mas falta, pero como nos advierte Epicteto en su manual, el hombre libre tiene que desear lo que es de él y no lo de los otros ya que es ahí donde se hace esclavo. En este punto es donde el hombre de hoy falla, ya que muchas veces por envidia, desea y quiere tener lo que otros tienen y sufre solo él al no tenerlo, no su verdadero dueño, en vez de vivir el presente y contentarse o saber buscar en lo que tiene las cosas placenteras que nos dejan tanto el cuerpo como el alma en un estado donde no se necesita más, llegar a un estado donde la felicidad, como la entiende Epicteto, se consigue.
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