PLACER, ESPERANZA Y FELICIDAD

Universidad Pontificia Bolivariana

Facultad de Filosofía

Materia: Filosofía Antigua

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PLACER, ESPERANZA Y FELICIDAD

Carlos Jesús Peñaranda Ariza.

Cuando se habla del epicureísmo muchas veces la ignorancia en el tema hace creer que el epicureísmo es una corriente que tiene una perspectiva de que el placer es lo absoluto, refiriéndome al placer vano. Más sin embargo este ensayo explicará que la ética que plantea Epicuro es muy diferente a la que vagamente se tiene.

También intentará explicar cómo el placer ayuda a llevar una vida feliz, además planteará como la esperanza es la espera de la felicidad. Igualmente responderá está pregunta: ¿Cómo vivir una vida feliz en la actualidad desde la perspectiva de Epicuro ? Esta es una pregunta problematizadora que afecta a todo hombre, en la actualidad los deseos de placer están consumiendo a la sociedad, sin pensar en un control con el objetivo de ser feliz, donde el hombre quiere obtener la felicidad, más sin embargo descarriadamente no puede conseguirla, ya que los deseos vanos como el placer exagerado (sexo, alcohol, mujeres, etc.) no lo dejan vivir justamente y sin turbación del alma. Y Además para logarla es necesario meditar los principios como las máximas.

Todo hombre quiere ser feliz, a raíz de este deseo el hombre busca poseerlo todo. Hay placeres necesarios y vanos que las personas deben elegir, los necesarios son todos aquellos que ayudan a obtener la felicidad, y a dar una tranquilidad al alma, un ejemplo muy claro es el de la muerte, el sabio vive una vida agradable y sin miedo a la muerte. “Así pues, el mal que más nos hace estremecernos no supone nada para nosotros, ya que ciertamente mientras somos, la muerte no está presente; y cuando la muerte se presenta, entonces nosotros no estamos” (Cano 9)

Mientras que los placeres vanos son completamente opuestos, es decir, no dejan reflexionar ni meditar, sino que encierran al hombre y le niega la felicidad.

El ser humano debe prepararse para vivir una vida feliz ya que es allí donde por medio del buen placer se puede estar en la verdad. El filósofo es impaciente ya que se cuestiona de la verdad y de la felicidad, es un hombre impaciente que quiere ser feliz inmediatamente, deseoso del buen placer.

Solo se tiene una oportunidad de vida, por eso se debe vivir juiciosamente, porque de lo contrario se le pasa toda la vida perdiendo la esperanza de poder alcanzar la felicidad. El hombre así como se afana por la muerte, igualmente lo hace con el futuro (destino), porque no se sabe del mañana, es mejor vivir tranquilo en los placeres necesarios y así tener una certeza del futuro.

Hoy en la cultura contemporánea hay una confusión conceptual entre lo que es la felicidad y el placer. Este se puede observar claramente en muchos jóvenes que viven en el sin sentido de la vida, donde no se cuestionan por conocer la verdad y la felicidad, sino que viven la vida encerrados en sí mismos, donde solo lo importante es su carrera, su trabajo, su estudio o su profesión.

Cuando se tiene dolor, surge un ansia de placer y cuando no hay dolor, el placer ya no es necesario, se puede decir que el placer es un bien que ayuda a decidir al hombre, Epicuro en la carta a Meneceo lo define como: “el principio y fin de una vida feliz”. (11).Porque es él quién ayuda a discernir sobre los actos que a diario hace el hombre, es la ausencia de dolor que cuando se obtiene es infinito, total y pleno. Por lo contrario el dolor es un mal que muchas veces socorre a cuestionar el sentido de la vida.

La esperanza es el deseo que tiene todo hombre de algún día llegar a la felicidad, muchos filósofos han dicho que la felicidad es imposible concebirla, por lo tanto muchos hombres queriendo encontrar esta felicidad se desvían en un placer vano, donde se pierde el sentido de los actos y de la propia vida. En la actualidad es muy común ver como muchos hombres viven una vida inestable, donde las fiestas, la comida desordenada, los deseos sexo, el alcohol, el vestido, el alimento entre otras. No dejan al hombre vivir con prudencia, belleza y justicia. A estos se les llaman hombres infelices.

La felicidad es el fin último del hombre, es donde se experimenta la verdad plena y comienza cuando ya no se espera, se debe ser un hombre “filosofo” el cual no piense solo en los placeres vanos, sino que pueda elegir y escoger el buen camino de la felicidad, es mejor no desperdiciar el tiempo ya que es una sola vida la que se tiene.

Una gran similitud hay entre el

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